Ama San Agustín

25 años en Santa Rita de Montevideo. La música eleva el espíritu hasta el infinito.

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¡Que la melodía que elijas, te envuelva en mi abrazo musical!

En el 1.666 aniversario del cumpleaños de san Agustín

(13 noviembre 354 – 2020).

Corazón inquieto, una de las canciones que animó el caminar de la Comunidad educativa agustiniana de «Santa Rita» en Montevideo (Uruguay). Canción original escrita e interpretada por Elena Ráfales, año 1988.

Vamos todos hacia ti. Himno de Santa Rita. Canción que animó encuentros y celebraciones del colegio. Versión cantada en el 60º Aniversario del Colegio, año 2018.

Vamos todos hacia ti buscando nueva luz. No miremos hacia atrás tomemos nuestra cruz. El amor nos unirá en fiel comunidad. Enlacemos nuestra voz cantando tu verdad. Santa Rita quiere ser apóstol de tu fe. Testigos hoy seremos de la caridad hermano vamos ya. Forjemos todos un Uruguay de paz y libertad. Encenderemos el fuego de amor que a todos de calor.

Maestra de educación musical y agustiniana

¿Qué contarles? …¡Tan maravilloso lo que viví en nuestro colegio, junto a la parroquia! ¡Éramos un solo cuerpo! Fueron años inolvidables donde pude combinar la asignatura educación musical con los valores de San Agustín.

Teniendo en cuenta que la música está presente en toda nuestra vida, pues sería imposible pensarla sin ella. Sabemos que el embrión desde el vientre de su madre ya hace música con el simple latir de su corazón, uno de los tres elementos básicos e importantes como es el ritmo. ¡ Es el ritmo cardíaco! ¡Cómo no defender el derecho a la vida…! Cómo no estar en contra del aborto! El corazón late, hace ritmo… ¡la vida existe!

La música y en especial el canto coral es el ejemplo más importante de trabajo en grupo, donde el que tiene más facilidad ayuda al que tiene menos. Según sea el ritmo, la melodía y la armonía a trabajar, cada canción se interpreta de manera diferente.

La voz es el primer instrumento y el más importante que tiene el hombre. Con ella nos podemos expresar, dejando entrever nuestros estados de ánimo que hacen referencia a nuestros sentimientos.

Todas nuestras acciones del diario vivir  – de nuestro cuerpo –  tienen música: comer, bailar, caminar, correr, subir y bajar las escaleras del colegio, etc  y cada uno de nosotros le pone su propia impronta.

Teniendo en cuenta estos simples y pocos aspectos que les conté a modo de “introito”, podemos decir que la música, más que adquirir conocimientos, se trata que el niño aprenda a “usarla” como una expresión personal.

En mi caso, en nuestro colegio Santa Rita, traté siempre de combinar estos diferentes aspectos, de tal manera que el niño aprendiese disfrutando con sus pares, expresándose y apuntando a su creatividad. Basada en estos principios, siempre hice la elección de las canciones de acuerdo a la   propuesta a trabajar.  

Se evidenciaba en la gran mayoría de los niños el gusto y la alegría por la clase de música, así como la satisfacción de “los papis” al ver a sus hijos en las “clases abiertas” o actuaciones propias del colegio. 

Esto quedó demostrado, con la disponibilidad y la presencia de los alumnos en dichos eventos, por más pequeños que fuesen. Los niños disfrutaban de la clase, de los sonidos del piano que acompañaban las canciones. Tuve grandes pianistas acompañantes que no quiero olvidar: Graciela Foderé y Susana Fernández.

A lo largo del año teníamos un buen programa que llevar a cabo:

  • Canciones patrióticas que engalanaban nuestras fechas uruguayas,
  • Canciones cristianas a San Agustín o a la Virgen Madre para acompañar las celebraciones del colegio, en la parroquia,
  • Canciones populares para divertir a los abuelos y homenajearlos, en su día.

El 9 de noviembre, recordábamos y festejábamos a la Virgen de los Treinta y Tres, nuestra Madre Patrona del Uruguay, que ocupa un lugar de gran importancia para  nuestra Patria, acompañando a estos “33 Orientales” que lucharon en el pasado para ir preparando lo que después sería, nuestra libertad.

Todo era en el patio… sin árboles… con sol… sobre las escalinatas…y nadie se enfermó, porque había muchas ganas.

Un grupo de niños, entraban ataviados acorde a la fecha, con la imagen de la Virgen en alto y todo el colegio – desde el más chiquito con su “media lengua”, hasta el más grande de 6º año, entonaba su Himno: “Estrella del alba del paterno día”…. (Les estoy escribiendo y se me eriza la piel, con el recuerdo)

Las Fiestas de Fin de Curso, ameritaba todo un trabajo con todos los grupos, donde un hilo conductor iba “uniendo los relatos” y la música cumplía un rol importante aportando color, alegría y mucha fuerza: imagínense, más de 150 niños cantando todos unidos.

No podía faltar el cierre, con canciones navideñas. Los niños del Coro de la Primaria ataviados como “ángeles”, muy sencillos pero hecho con cariño y amor. Algunas canciones fueron: el Ave María de Monseñor Barbieri – uruguayo – Noche de Paz –  Al Niño Jesús –  Campana sobre campana –  y tantas otras.

La Primaria era el “semillero” para el canto en la Secundaria. Una vez que terminaban el 6º año escolar, pasaban al Liceo, es decir a Secundaria. Allí sí, nos dedicábamos a otros géneros, más allá que el Canto Coral.

Había muchos Sacerdotes que compartían colegio y parroquia. ¡Éramos una familia cristiana!  

Con el apoyo de todos pude llevar a cabo:  Comedias musicales, muchas Zarzuelas, espectáculos de Tango, actividades Corales dentro y fuera, en representación del colegio y tantas otras actividades.

Todos estábamos mancomunados con el espíritu agustiniano. Trabajábamos en pos del Colegio, para y por el Colegio. Esa era nuestra meta…nada era personal… los logros que obteníamos no pertenecían a una persona, sino al Gran Colegio Santa Rita.

En fin… hay mucho más para escribir y contar. Hoy, hace ocho años que no estoy más en el colegio pero continúo con mi labor parroquial junto a mi esposo. Hace 36 años que pertenecemos al grupo de los Laicos Agustinianos. Por aquí los voy dejando… hasta una próxima vez. Me despido con una de mis tantas frases acuñadas a lo largo de tantísimos años de carrera docente…. La más linda profesión y mi asignatura…

Entre fusas y corcheas, reciban todos un abrazo musical,

Teresita Bouchacourt

Nota de CyC. Teresita Bouchacourt, fue docente de Educación Musical en el Colegio-Liceo «Santa Rita» de Montevideo (Uruguay), entre los años 1987-2012. Prof. Ed. Musical y Dir. de Coros. Egresada del I.P.A.- Magisterio. Piano y Solfeo Cons. Hugo Balzo.

El amor es una llama inquieta que no se puede detener (San Agustín, Salmo 31,2).

Más información en esta web:

Fiesta de Santa Rita en Montevideo, Uruguay. Apóstol de tu fe. 22 mayo.

Fiesta de 60 años a tu lado: Colegio-Liceo Santa Rita de Montevideo.

El Colegio-Liceo Santa Rita de Montevideo, Uruguay, celebra 60 años de vida 

60 años del Colegio-Liceo Santa Rita de Montevideo. Celebración

60 años aprendiendo en Santa Rita de Montevideo

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Sacerdote católico y agustino (OSA). Pedagogo, educador, evangelizador digital. Aljaraque (Huelva) España. Educación: Universidad Pontificia Comillas.
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1 comentario
  • Stella berenguer
    17 noviembre, 2024 al 5:40 am

    Te felicito teresita por tu gran vocacion en la musica y como docente.recibe mis gratos recuerdos stella berenguer beso grande

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