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«Hispanoamérica», canto de vida y esperanza. Música, color, historia, belleza.

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Portada: Mestizaje, juventud, color, alegría y fe… la clave de Hispanoamérica del documental.

Película de López Linares, más ambiciosa y espiritual.

HISPANOAMÉRICA la película, tráiler 2 – Estreno: 12 abril 2024. «Cuando seamos conscientes de la riqueza que tenemos, empezaremos a contarnos otra historia».

José Luis López-Linares del Campo (Madrid) presentó en 2021 su documental España, la primera globalización, que fue el más visto ese año en salas de cine, Premio Bravo y luego llegó a multitudes en Internet y televisión.

Ahora, vuelve con más, más grande, más luminoso, más música, más paisajes, más de todo. Es Hispanoamérica , que se estrena el 12 de abril de 2024.

Es un espectáculo visual y musical cuando se ve en pantalla grande: nos sube a los techos y artesonados de catedrales, sobrevuela ciudades con patios, y selvas y ríos y cañones del desierto. Nos acerca a manuscritos ampliando miniaturas y códices aztecas.

Es un banquete de belleza visual y sonora, de chicas que bailan alegres, de procesiones, y de muchos, muchos colores. Uno acaba la película queriendo formar parte de esa cosa tan grande, tan bonita, tan alegre y colorida, que es la Hispanidad. Uno quiere ayudar a seguir construyéndola a ambos lados del Atlántico.

Quien haya disfrutado con España, la primera globalización (legalmente accesible en varios sitios de Internet), disfrutará aún más con Hispanoamérica. Y aprenderá más cosas, y se asombrará.

Si en la película anterior se apoyaba en dos piezas de música renacentista y barroca, aquí la música barroca es el leit-motiv incesante desde el principio. Como el oboe de Gabriel de Morricone en La Misión, también aquí empezamos con selva y río y violines barrocos. Todo empieza y acaba con el Ensamble Moxos, una orquesta barroca juvenil de San Ignacio de Moxos, pueblo de 10.000 habitantes en la Amazonía boliviana, que ha recuperado el Barroco hispanoamericano. Empezó con unas ursulinas y catorce niños, y hoy cuenta con 400 y giras por varios países.

«Hispanoamérica» empieza con una selva… y mucho barroco:

Amigos hispanos, nos han contado mal la historia. El relato de santos indígenas y demonios españoles nos despoja de tres siglos de la incomparable América Hispana, nuestra casa común. Este 12 de abril, recuperémosla.

Más adelante, en lo alto de la catedral de Cuzco, con su órgano y su artesonado, una cantante proclama una adaptación para órgano del «Hanaq pachap kusikuynin«, del primer tercio del s.XVII, considerada la primera obra polifónica del Nuevo Mundo. Que no está en latín ni español, sino en quechua, para alabar a la Virgen María, un himno procesional cuyo inicio se traduce así:

Oh, Alegría del cielo
por siempre te adoraré,
árbol florido que nos das el Fruto Sagrado,
esperanza de la Humanidad,
fortaleza que me sustenta
estando yo por caer.
Toma en cuenta mi veneración,
Tú, mano guiadora de Dios, Madre de Dios.

«Alegría del cielo» y «árbol florido» son elogios a la Virgen, pero podrían serlo a la Hispanidad, a Hispanoamérica y a esta película, que nos ofrece ambas cosas.

Hispanidad es mucho más espiritual e incluso religiosa que La primera globalización, y lo es sobre todo a través de las mujeres: de la Reina Isabel, y sobre todo de la Virgen María, que una y otra vez aparecen en el arte y en la música. También por la fe de quienes hablan de María y quienes le cantan.

El cine es ante todo imagen y sonido, y la película dedica poco a hablar de la letra escrita, de literatura. El español es la gran riqueza que hace fuerte a Hispanoamérica, pero la Hispanidad se hizo incorporando en época virreinal a las grandes lenguas americanas. Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695), monja jerónima poetisa, que se declara mexicana, escribía en español y en náhuatl y sentía amor por ambas lenguas, y también por su fe católica. Es la única figura literaria que se menciona en el documental.

En La Primera globalización no había casi escenas aéreas desde drones: aquí hay muchas más, y más paisajes. Se salta, intencionadamente, de los desiertos de Nuevo México a las selvas húmedas de la Amazonía boliviana. «Hispanoamérica es el Barroco», nos insisten, y luego nos lo redefinen: «el Barroco es poder ser feliz en cualquier sitio«, selvas o desiertos. Es fundar ciudades en cualquier lugar. Es cantar con alegría boleros y tangos tristísimos, es admitir la fragilidad de la vida y celebrarla con colores, es ir a misa y a mil liturgias más, siempre con belleza exagerada, música, baile y ruido gozoso.

Añoranza de algo que en América aún vive

El espectador católico español a partir de cierto momento empieza a sentirse como esos inmigrantes hispanos que llegan a parroquias españolas envejecidas y tristes. ¿Qué pasó, dónde está la música, la danza, la alegría, el color de la fe y las romerías? ¿Quién nos lo quitó?, empezamos a plantearnos.

Nos ponen imágenes de Madrigal de las Altas Torres, cuna de Isabel la Católica y de Tata Vasco, el clérigo y jurista que salvó Michoacán. Pero lo que vemos en Madrigal no es el exuberante barroco, sino el austero herreriano, y América es otra cosa.

El documental ‘Hispanoamérica’ nos hace mirar a lo alto, a hermosísimas iglesias, sus techos… y Más Arriba.

El documental Hispanoamérica nos hace mirar a lo alto, a hermosísimas iglesias, sus techos... y más Arriba

América se exporta. López-Linares dedica mucho espacio a musicólogos que nos dicen que el flamenco, casi seguro, nació o al menos se engendró en Hispanoamérica: «el fandango son soleás», nos enseñan guitarra en mano. «El cajón llega al flamenco desde Perú, de allí lo tomó Paco de Lucía», afirman. «El zapateado se hace en toda Hispanoamérica, y en el flamenco; pero no en las tradiciones de baile de otras zonas de España», insisten.

Si en su anterior documental López Linares nos presentaba a grandes clérigos sabios del s.XVI y XVII (Domingo de Soto y su aceleración de los cuerpos, José de Acosta y sus ideas evolucionistas en animales, la ética de Francisco de Vitoria, las exploraciones del monje marinero Urdaneta, la perseverancia de Junípero Serra), aquí hay un protagonismo colectivo del pueblo, que es mestizo y multirracial, pero siempre católico y devoto, y se dan pocos nombres, apenas los justos para ilustrarlo.

Francisco Atahualpa es inca y español, el obispo Tata Vasco es amado por los michoacanos y potenció sus artesanías (apasionante el uso de pulpa de maíz en la escultura), Cortés hizo alianzas, levantó un hospital -para todos, indios, negros- que hoy cumple 500 años y tuvo un hijo con la Malinche, al que quiso y promocionó: Martín Cortés es, dicen muchos, el primer mexicano, y el modelo.

¿Quién destruyó aquello?

Sobre las Leyes de Indias ya habló en la anterior película, y aquí apenas las menciona. Pero sí queda claro que quien destruyó la América virreinal, y a las instituciones indias, no fueron los españoles, sino los anglos en Norteamérica y las élites criollas en Sudamérica, que acabaron con la nobleza india que se había mantenido 3 siglos, y confiscaron las tierras comunales de los pueblos indios que España había reconocido siempre.

El historiador Alejandro Rodríguez de la Peña considera que al expulsar Carlos III a los jesuitas en 1767, Hispanoamérica quedó sin una élite intelectual capaz de responder a las ideas ilustradas y afrancesadas que llegaban de las Cortes borbónicas.

Tras Napoleón vinieron las guerras de independencia, que eran guerras civiles entre hermanos, entre hispanos, con mulatos y indios casi siempre en el lado realista. Y después, una sucesión de tiranuelos y dictadores, ilustrada con un fotograma en Venezuela, en que Hugo Chávez y Simón Bolívar comparten mural en un arco de triunfo.

¿Por qué Hispanoamérica, 500 millones de personas con la misma lengua y cultura de base católica, no despega? Los expertos del documental creen que por auto-odio: odio a lo español, pese a ser medio españoles, y desprecio a lo indígena, pese a presumir de indigenismo. «Odian a Doña Marina igual que a Cortés, y les reprochan que se amaran, y eso es odiar a nuestros padres, y lo que somos», protestan.

Fogonazos de color y el Avemaría

La película se acerca a su final con una batería de imágenes de la Hispanidad: son iglesitas blancas de las misiones, son Vírgenes de todos los colores y son velas de noche a Guadalupe, son chicas morenas que bailan con faldas anchas abigarradas, son mantillas negras en Semana Santa. Franco Battiato, que en paz descanse, habría hecho una canción con esta película. «La verdad une, pero no uniformiza», dice una historiadora.

Una chica del Moxó Ensamble canta con detalle y sin prisa un Avemaría barroco, que acaba con «Jesús, María y José», los nombres bíblicos de la Hispanidad. Una mariposa se posa sobre ella y se ríe: es la vida y el color de América.

Y al terminar la película, después de ver tantos techos hermosos de iglesias (y de hospitales, y de bibliotecas) uno sale del cine con ganas de mirar siempre a lo alto.

Consulte aquí los cines en que se estrena Hispanoamérica el 12 de abril (en unas 20 ciudades españolas).

Fuente: religionenlibertad.com

Pronto en cines ‘HISPANOAMÉRICA. Canto de vida y esperanza’, imprescindible para conocer la verdad.

‘HISPANOAMÉRICA. Canto de vida y esperanza’ es una auténtica revelación para quien esté cansando de que le engañen sobre su pasado, su presente y su futuro. Un gran documental del cineasta español José Luis López-Linares que se estrena en cines de España el 12 de abril y a partir de octubre llegará a las salas de América: https://hispanoamericalapelicula.org/ «La verdad no unifica. La verdad une» y permite vivir en respeto, y auto-respetarse, y crecer – en y con la diversidad -.

JORNADAS HISPANOAMÉRICA, UN FUTURO COMPARTIDO | 4 DE ABRIL. Con motivo del próximo estreno de HISPANOAMÉRICA, canto de vida y esperanza, hemos organizado unas jornadas con nuestros amigos de @unidosporlahistoria5490 y @fundacionrdelpino . Unas jornadas organizadas por López-li Films, la Asociación Unidos por la Historia y la Fundación Rafael del Pino en torno a la película HISPANOAMÉRICA. Desde el extraordinario valor del patrimonio artístico hispanoamericano hasta los grandes hombres y mujeres que hicieron posible la creación de una de las organizaciones políticas más prósperas de la historia o los retos que afronta la comunidad hispana en el futuro como potencia internacional, los protagonistas de la película abordarán y ampliarán algunas de sus temáticas más relevante.

JORNADAS HISPANOAMÉRICA, UN FUTURO COMPARTIDO | 5 DE ABRIL. Con motivo del próximo estreno de HISPANOAMÉRICA, canto de vida y esperanza, hemos organizado unas jornadas con nuestros amigos de @unidosporlahistoria5490 y @fundacionrdelpino . Unas jornadas organizadas por López-li Films, la Asociación Unidos por la Historia y la Fundación Rafael del Pino en torno a la película HISPANOAMÉRICA. Desde el extraordinario valor del patrimonio artístico hispanoamericano hasta los grandes hombres y mujeres que hicieron posible la creación de una de las organizaciones políticas más prósperas de la historia o los retos que afronta la comunidad hispana en el futuro como potencia internacional, los protagonistas de la película abordarán y ampliarán algunas de sus temáticas más relevantes.

López-Linares lo admite: con «Hispanoamérica» lanza un film más espiritual, «ese avemaría cantado».

Se estrena este viernes en cines de España Hispanoamérica, con el subtítulo «Canto de vida y esperanza», un documental emocionante de dos horas llenas de música y belleza visual (que reseñamos aquí).

Su director, José Luis López-Linares del Campo (Madrid), ya tuvo un gran éxito en 2021 con España, la primera globalización, que fue el documental más visto ese año en salas de cine, logró el Premio Bravo y otros y luego llegó a multitudes en Internet y televisión. Tanto La primera globalización como Hispanoamérica son películas que hablan de cosas inmensas, de una civilización hermosa y valiente, que se construye en varios continentes durante 3 siglos y más. ReL entrevistó sobre eso a López-Linares en el reciente congreso «Hispanoamérica» en la Fundación Rafael del Pino.

– ¿Qué aprendimos del público que fue al cine a ver España, la primera globalización?

– Su agradecimiento y su acogida, sorprendentes. Muchos decían que la película les despertaba, que daba esperanza, que compartían algo que intuían… Esa película fue posible por el mecenazgo de 1.600 personas que la apoyaron. La de ahora ha contado con casi 4.000 mecenas. Mucha gente invitaba a sus amigos a verla, los llevaban al cine. Los que la vieron varias veces dicen que en nuevos visionados puedes profundizar, porque la verdad es que La primera globalización trata muchos temas.

– Habría también malas críticas…

 ¡No tuvimos malas críticas! Alguna mala crítica nos habría venido bien, para hacer polémica. Sólo hubo algún bloguero con alguna mala crítica. Esperábamos mucha contestación contra nuestra tesis de fondo. Lo que hicieron los contrarios es guardar un gran silencio.

– No sé, ¿qué dijo, por ejemplo, el periódico El País?

– Durante mucho tiempo, El País no dijo absolutamente nada. Pero cuando pasaron dos años, y RTVE emitió la película, y también en la versión online, y la volvió a emitir, una vez la versión corta, y tres veces la versión larga, y así llegó a 1,2 millones de espectadores... Bueno, eso ya era demasiado para ellos. Se quejaron entonces, pasados dos años, en dos artículos, ¡que cómo podía Televisión Española poner cosas así!

– Eso demuestra que estas películas viven en varias etapas, dan fruto durante años…

– Es importante apoyarlas yendo a la sala de cine, pero luego sigue su vida, con los extras, con las versiones largas, con vídeos de fragmentos… Piensa que una entrevista muy interesante de 20 minutos pueden ser apenas 3 minutos en la película, pero luego la podemos recuperar en otra plataforma.

– Hispanoamérica, la película, está llena de música, de escultura, de arquitectura… pero el arte de la lengua española, sus poetas y literatos a ambos lados del Atlántico, apenas aparecen…

– No fue una decisión premeditada. Es cierto que la música tiene mucho espacio en Hispanoamérica. En una película de dos horas no cabe todo. Quizá en otra película pongamos más literatura, sí.

– De hecho, en La primera globalización se mencionan muchos más personajes con nombre y apellidos, pero en Hispanoamérica el protagonista parece coral, la Hispanidad misma…

– ¿Sí? No nos habíamos dado cuenta. Son películas distintas. Por ejemplo, en La primera globalización la Leyenda Negra estaba muy presente. En esta otra, ya creo que la damos por superada. El que aún no se haya enterado es su problema. Tenemos que avanzar. En esta tenemos el doble de historiadores que en la anterior, y el 90% son americanos. En la otra había americanos, pero eran mayoría los españoles. Hemos querido muchas voces distintas, muchos acentos distintos del español.

– También en Hispanoamérica vemos más exteriores, más paisajes…

– No lo he comparado, pero eso sí es intencional. Hay más exteriores porque tiene dos pilares: la música y el arte. Y ambas cosas las encontramos en plena selva de Bolivia con la escuela del Ensamble de música barroca. Buscamos transmitir lo que hemos descubierto en América, no solo a los peninsulares, también a los americanos. El espectador peruano a lo mejor no sabe lo que hay en México.

– ¿Por qué no hay narrador?

– No hacía falta, hablan los historiadores, las imágenes… Hay otras películas en las que sí he usado narrador. Pero aquí habla la gente.

– Saltamos del seco desierto de Nuevo México a la húmeda y verde selva amazónica…

– Sí, queremos confundir un poco, sorprender, mostrar que Hispanoamérica es lo mismo, es el desierto de Nuevo México, es la selva, es Michoacán, es Cuzco… queríamos esa mezcla de lugares, saltando, sin orden

– ¿Usted leía tebeos de niño?

– Sí, claro. El TBO, Hazañas Bélicas

– Pero incluso en esa época en España no había tebeos sobre aventuras en Hispanoamérica, en la Hispanidad…

– Nosotros estamos planeando una serie de dibujos animados. Incluso hicimos una propuesta. Sería como la de Érase una vez el hombre, pero con personajes de la Historia de América. Pero nos falta financiación, claro. Érase una vez el hombre era negrolegendaria.

– Hispanoamérica me parece que es más espiritual, más religiosa incluso, que La primera globalización

– Sí, es más espiritual en todo, en montaje, en rodaje… Es como ir a comprar al mercado: no sabes muy bien lo que vas a traer aunque sabes donde vas.

»Yo sí tenía intención de hacer algo más espiritual, porque en la anterior casi no tratamos la evangelización de América. Y luego hay cosas no previstas. El avemaría cantado en la laguna no estaba previsto, ni esa mariposa que llega allí. ¡La mariposa no está programada!

– Oímos canciones populares conocidas a ambos lados del Atlántico, pero la música culta del filme es casi toda religiosa y mariana…

– Sí, es cierto, eso está buscado.

– ¿Qué dice la película de los misioneros de aquellos siglos?

– Tuvieron que ser una gente increíble. Esa selva del Amazonas es inhóspita incluso hoy, pero ellos en una generación llevaron a las poblaciones del Neolítico a formar orquestas barrocas. Es extraordinario. En esa época, para asentar a todo un territorio ¡mandaban a 4 frailes! Llegamos a la misión de San Sabá, en Nuevo México, y tenían la bandera de la Cruz de Borgoña. No la pusimos nosotros, la tenían allí. La hazaña de la evangelización fue algo extraordinario.

– Al final hay como unos fogonazos de escenas de devociones populares en España y América…

– Sí, con el Corpus en Cuzco, en Perú, con cosas de Semana Santa de Jaén… Grabar eso fue extraordinario. En Cuzco mirabas por la ventana y pensabas que podías estar, no sé, en Cáceres, en Extremadura.

– ¿Qué momento le emociona más de Hispanoamérica?

– Sin duda, el avemaría en la laguna, extraordinario. Por eso sale al final. Me encanta la base instrumental que añadió Jorge Magaz bajo lo que cantaba Jessica, la cantante.

»También me parece emocionante un momento histórico que recogemos, que justo ahora cumple 500 años: cuando Hernán Cortés se arrodilla ante los 12 franciscanos, y toda la nobleza tlaxcalteca queda asombrada. Tuvo que impactarles ver que se arrodillaban ante frailes pobremente vestidos. El cuadro de ese momento lo pintó Miguel de Bertodano para la película.

– El cuadro también incluye a un fraile mercedario, según vemos por su hábito…

– Sí, es fray Bartolomé de Olmedo, que acompañó a Cortés durante la conquista. Él fue quien bautizó a las princesas tlaxcaltecas, a los primeros cristianos de Nueva España. Así nació un mundo nuevo.

 Para saber más de la película y cines donde verla: hispanoamericalapelicula.com

Fuente: religionenlibertad.com

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España, la primera globalización, José Luis López-Linares. Madre Patria, M.Gullo.

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Sacerdote católico y agustino (OSA). Pedagogo, educador, evangelizador digital. Aljaraque (Huelva) España. Educación: Universidad Pontificia Comillas.
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