En 1998 Juan Pablo II destacó su gran aportación a las JMJ y la gran ayuda a su ministerio.
Misa de Beatificación del Cardenal Eduardo Pironio (16/12/2013). Desde el Santuario de Nuestra Señora de Luján.
Recordando al Venerable Cardenal Eduardo Pironio.
El Papa Francisco ha firmado este miércoles, 8 de noviembre de 2023, el decreto en el que se aprueba el milagro atribuido al cardenal argentino Eduardo Francisco Pironio, fallecido en Roma en 1998, y lo que significa que será proclamado beato. Francisco ha firmado este decreto, junto con otros, tras mantener hoy una audiencia con el cardenal Marcello Semeraro, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos.
El cardenal Pironio nació el 3 de diciembre de 1920 en Nueve de Julio (Argentina) y murió el 5 de febrero de 1998 en Roma, pero sus restos fueron trasladados a la de Lujan, en Argentina.
Según ha adelantado la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA), el milagro atribuido al cardenal fue la presunta curación de un bebé de 15 meses que se encontraba en coma y después de que sus padres rezaron ante una estampita del purpurado argentino, obsequiada por el padre Silvano de Sarro, de la parroquia San Antonio de Padua.
Durante su funeral en el Vaticano, el Papa Juan Pablo II destacó su gran aportación a las celebraciones de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) y la gran ayuda que le dio durante ministerio.
Fue el menor de 23 hijos, nació en una familia de inmigrantes italianos en Argentina. Completó sus estudios eclesiásticos en el seminario de la archidiócesis de La Plata y obtuvo la licenciatura en teología en la Pontificia Universidad Angelicum de Roma. Ordenado sacerdote el 5 de diciembre de 1943 fue profesor y luego rector del seminario de Buenos Aires y posteriormente se convirtió en decano de la facultad de teología de la Universidad Católica Argentina.
Primero fue nombrado obispo auxiliar de la archidiócesis de La Plata y, más tarde, obispo de Mar del Plata y también fue secretario y luego presidente de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM). En 1975 fue llamado a Roma por Pablo VI como Prefecto de la Congregación para los Religiosos y, más tarde, nombrado Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos por Juan Pablo II.
El camino hacia la santidad tiene varias etapas: la primera es ser declarado venerable siervo de Dios, la segunda beato y la tercera santo. Venerable Siervo de Dios es el título que se da a una persona muerta a la que se reconoce «haber vivido las virtudes de manera heroica». Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión, como este caso, y para que sea canonizado, hecho santo, se precisa un segundo milagro obrado «por intercesión» después de ser proclamado beato.
Fuente: cope.es – Agencia EFE. 8 nov. 2023.
Apunte personal
Esta nota está dedicada a una persona que marcó la vida de miles de jóvenes de todo el mundo, al ser el iniciador junto con san Juan Pablo II de las Jornadas Mundiales de la Juventud. Cuenta con mi admiración y devoción. Un regalo de Dios que conocí en Córdoba (Argentina) en el I Encuentro Nacional de la Juventud (1985) (ver mensaje del Papa Juan Pablo II a los jóvenes del Encuentro). El fue quien lo presidió como Presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, invitado además por ser argentino. Una iniciativa pionera; tuvieron que pasar más de treinta años para celebrar el II Encuentro Nacional de la Juventud (2017). La Pascua del Cardenal Eduardo F. Pironio aconteció en Roma en febrero de 1998, mes que llegué a España después de mi Misión en Argentina y Uruguay (1984-1998).
Elevo mi Oración de gratitud y de alabanza a Dios por su beatificación.
P.José Luis Miguel González, OSA.
El cardenal Pironio será beatificado en Argentina el próximo 16 de diciembre: «Un día de fiesta».
El cardenal español Fernando Vérgez – durante 23 años secretario personal del futuro beato – representará a la Santa Sede durante la celebración y presidirá la Eucaristía.
El cardenal Eduardo Pironio será beatificado en el santuario de Nuestra Señora de Luján en Argentina el próximo 16 de diciembre a las 11h. Así lo ha confirmado el arzobispo de Mercedes-Luján, Jorge Scheinig, que además ha asegurado que esta beatificación representa una “inmensa alegría para toda la Iglesia que camina en la Argentina y para toda la patria”: “Este hermano nuestro vive las bienaventuranzas junto al Señor”.
“Toda la vida del cardenal está signada por la presencia de María de Luján, a quien él amaba entrañablemente; y, de hecho, sus restos descansan en la basílica. Por eso, es muy significativo que la celebración la hagamos allí”, ha subrayado el arzobispo.
Asimismo, ha aprovechado el vídeo mensaje para recordar que el Papa Francisco ha delegado en el cardenal Fernando Vérgez – presidente de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano y durante 23 años secretario personal del futuro beato – la representación de la Santa Sede durante la celebración, quien será además quien presidirá la Eucaristía, que será concelebrada por obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y de la que participará el pueblo de Dios, “a quien tanto amaba el cardenal Pironio”, destacó monseñor Scheinig.
Finalmente, el arzobispo ha señalado que la basílica “abre sus puertas, para que podamos hacer de ese día un día de fiesta«: «Preparémonos con el corazón y la oración”.
Fuente: cope.es
Oración a Nuestra Señora de América del Cardenal Eduardo Pironio
Testimonio de Mamerto Menapace
BEATO CARDENAL EDUARDO PIRONIO
Desde el punto de vista religioso no todo pago cuenta con el privilegio de ser el lugar natal de un Santo reconocido en toda la Iglesia. Pero es lo que nos toca precisamente a nosotros en estas tierras a orillas del salado, que tanta sangre vio correr en las luchas entre hermanos huincas y mapuches.
Este sábado 16 de diciembre tendremos nada menos que en la Basílica de Luján la solemne declaración de la Iglesia, por parte de un cardenal amigo y secretario de Pironio, quien como delegado del Papa Francisco declarará BEATO a nuestro querido Padre Eduardo, cardenal Pironio.
No es que la Iglesia lo convierta en santo, sino que luego de un largo estudio de su vida, su obra y sus frutos lo reconocen como tal. Y así nos invita no sólo a tomarlo como intercesor, sino también como modelo de cristiano, entregado a los demás y sirviendo desde los lugares donde la providencia lo vaya colocando.
Siendo yo estudiante aquí en la década del año ‘50, era frecuente que el Padre Eduardo Pironio viniera a pasar unos días en el monasterio. Y muchas veces me tocó ser su monaguillo en la celebración de la Eucaristía que frecuentemente era en privado. Y recuerdo la impresión que me daba ver la forma de celebrar la Misa. Y me decía en mi mentalidad de chico: ¡Éste sí que cree en lo que celebra! No era un choricero de oraciones en latín.
Andando el tiempo le tocó aceptar cargos de responsabilidad: primero como rector del Seminario en la Capital, luego como obispo ayudante en La Plata, y finalmente como obispo titular en Mar del Plata. Todos pensamos que había llegado a lo máximo. Pero Dios le tenía preparado otro destino.
Por aquellos años comenzó a ser tenido como sospechoso por gente del gobierno de facto, y se llegó a temer por su vida, a causa de amenazas de muerte que recibió. Enterado de esto el Papa san Pablo Sexto lo mandó llamar a Roma y le confió la animación de la vida de los religiosos. A él, que no era ni monje ni fraile. Y, sin embargo, lo puso al frente de todas las instituciones de Vida Consagrada. Más tarde, muerto Pablo VI, fue el papa Juan Pablo Segundo quien le pidió presidir la Congregación de los laicos, es decir de la totalidad de los católicos. Y entre ellos especialmente de los jóvenes. Fue él quien sugirió al Papa la Institución de los encuentros de juventud que cada cuatro años se celebran en el mundo. El primero, y que presidió el mismo Papa, y tuvo a su lado al Cardenal Pironio, fue en Argentina en la Semana Santa del año 1987 En ese encuentro me tocó formar parte del equipo que preparaba el encuentro, y que luego tendría que animarlo en la noche del Jueves Santo en pleno centro de la Capital.
Pero para mí, el momento más importante de mi encuentro con el cardenal fue cuando el 6 de agosto del año 1980 me bendijo como primer abad de Los Toldos en nuestra Capilla. Un momento de gracia en mi vida, que él me transmitió para los años en que tendría que presidir no sólo mi comunidad de Los Toldos sino también a toda la congregación de los monasterios de Chile, Uruguay, Paraguay y Argentina.
Por eso, espero con alegría estar en la Basílica de Luján este 16 de diciembre cuando en nombre de toda la Iglesia se lo reconozca como Santo y se lo pueda invocar no sólo como intercesor, sino sobre todo como hombre de fe y de servicio a toda la Iglesia y en especial de nuestro pueblo.
Querido padre Eduardo, Santo de Dios ¡ruega por nosotros!
+mamerto
Más info: http://www.editorapatriagrande.com/autor.php?id=52
Beato cardenal Pironio «pastor de la humildad amorosa y alegre»
La misa de beatificación a las 11 horas (en Argentina), en el santuario de Nuestra Señora de Luján, patrona de Argentina, donde está sepultado el nuevo beato. Presidida por el cardenal Fernando Vérgez Alzaga, delegado del Papa Francisco, durante 23 años secretario personal del cardenal argentino, en sus años de servicio en la Curia Romana, donde concretó la intuición de la JMJ de San Juan Pablo II.
JMJ: misioneros del Señor en el corazón de la sociedad.
Fuente: vaticannews.va
Más info. Pironio, inspirador de las Jornadas Mundiales de la Juventud
El cardenal argentino será beatificado el sábado en Luján. Sus cercanos subrayan su apuesta por los laicos. «Debemos ser ministros de misericordia», decía.
Todas las personas contactadas por este semanario para preguntarles por Eduardo Pironio lo definen igual: «Era un hombre de Dios». Laura Moreno, argentina y delegada episcopal de Jóvenes de la archidiócesis de Madrid lo conoció primero a través de sus textos y fue en 1985 cuando pudo tratarlo, durante un encuentro de jóvenes en la diócesis argentina de Córdoba. «Te daba la sensación de que, aunque estuviera con muchas personas, cuando hablaba contigo el tiempo se detenía», cuenta esta laica teresiana a Alfa y Omega. Ella es una de las miles de personas que viajarán a Luján el 16 de diciembre para participar en su beatificación.
Moreno recuerda de su compatriota cómo consiguió hacerle sentir que «cuando eres joven, el mundo se puede conquistar». Y explica que hoy se le recuerda «como el inspirador de las Jornadas Mundiales de la Juventud; lo dicen todos los que estuvieron en sus propias comisiones y nosotras, que fuimos las primeras en vivirlo».
«Con su sonrisa y humildad, el cardenal supo abrir una brecha en el corazón de muchas personas y encender en ellas la llama del Evangelio. Fue un gran comunicador, pero también un gran testigo con su ejemplo de vida».
Fernando Vérgez. Secretario personal 1975-1998.
Carmen Aparicio, también laica teresiana y que trabajó junto al cardenal entre 1989 y 1996, mientras este presidió el Pontificio Consejo para los Laicos, achaca el origen de las JMJ a dos éxitos del argentino: el Jubileo de los Jóvenes de 1984 y la Jornada Mundial de la Juventud de 1985 que, en principio, jamás trascendería Roma. Fue posible gracias a la implicación de Pironio en el pontificio consejo, aunque en un principio no fuera su destino ideal. «Le costó pasar a allí desde la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica; fue un momento de sufrimiento, pero en la dificultad no se ablandó e impulsó a los laicos a tomar conciencia de que, ahí donde estén, está realizando la misión de la Iglesia», considera Aparicio, quien recalca que el cardenal «nunca perdió la esperanza y la misericordia».
La extrabajadora del Pontificio Consejo para los Laicos considera, además, que hay mucho de Pironio en Bergoglio, quien reveló en 2002 durante un congreso en Buenos Aires su estrecha amistad con el futuro beato. «Cuando Pironio hablaba con los sacerdotes les decía: “Si a los cristianos no les dejamos ver la misericordia, ¿cómo van a sentir que Dios los ama? Tenemos que ser ministros de misericordia”», recuerda Carmen Aparicio, quien opina que su antiguo jefe «es testigo de que, en un momento en que la Iglesia vive momentos de desacreditación, hay pastores que realmente lo han sido».
Estos dos argentinos quedarán unidos el 16 de diciembre por un amigo en común, el cardenal Fernando Vérgez. Presidirá la Misa de beatificación en nombre del Papa y trabajó entre 1975 a 1998 para Pironio. «Me siento profundamente agradecido por esta decisión que me da la oportunidad de estar una vez más al lado del hombre del que fui secretario durante tanto tiempo», confiesa a Alfa y Omega. A juicio del purpurado, el rasgo clave del futuro beato es «su apertura a los laicos». «Con su sonrisa y humildad, el cardenal supo abrir una brecha en el corazón de muchas personas y encender en ellas la llama del Evangelio. Fue un gran comunicador, pero también un gran testigo, con un ejemplo de vida que le hizo ser respetado y apreciado», sentencia.
Finalmente, el obispo argentino Carlos Malfa, quien fue secretario de Pironio mientras fue obispo de Mar de Plata entre 1972 y 1975, recuerda sus palabras cuando cumplió 50 años como sacerdote: «Cómo quisiera yo, al final de mi camino, que algún joven retomara la antorcha de esperanza que yo estoy a punto de entregar a los que son capaces de decir que sí y permanecer fieles».
Fuente: alfayomega.es – Rodrigo Moreno Quicios – 16 de Diciembre de 2023.
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