Vive la Pascua Dominical en la Eucaristía Parroquial.
Del agua al vino.
Sin que se note mucho, nuestra misión es llenar las tinajas, las vasijas de agua, sabiendo que solo por Jesús se convertirán en el vino de la alegría. Humildemente vamos aportando como Iglesia un agua que se transformará, tantos deseos de lucha por la justicia, la igualdad, tantos planes, catequesis, conciencia misionera, conciertos, tanta creatividad y tanta vida se transforman en un vino de solera que alegra el corazón del mundo.
Gracias a María, que nos hace estar atentos y nos indica cómo hacer este ejercicio: “¡Haced lo que Él os diga!”. La confianza activa la laboriosidad por el Reino. Pero recordemos: estamos en sus manos, todo es gracia de Dios.
Fuente: Revista 21. Dibujo: Patxi Velasco FANO – Texto: Fernando Cordero, ss.cc.
El agua (claridad) y vino (vida) son dos símbolos que nos abren a la VIDA. Descubriremos el valor del vivir en esperanza y alegría.
Hagamos lo que él nos diga, llenemos las vasijas de agua, sabiendo que solo él las puede convertir en el vino de la alegría.