Pedro Langa es teólogo, agustinólogo y ecumenista, doctor en Teología y Ciencias Patrísticas.
Charla Cuaresmal impartida el 17 de marzo de 2022 en la Parroquia de San Manuel y San Benito de Madrid.
Con San Agustín, hacia la Pascua
Número de Pascuas
Los entendidos suelen distinguir, en la historia de la salvación, tres Pascuas: La del Antiguo Testamento, la de Cristo y la de la Iglesia. Se quedarían cortos porque habría cuatro o cinco pascuas, al menos:
1. Pascua del Éxodo. Salida del Pueblo de Dios de Egipto.
2. Pascua de los judíos. Re-evocación y realización anual del paso de Yahvé. Esta Pascua la vivió Jesús con sus padres durante muchos años.
3. Pascua de Cristo según el nuevo Testamento, es su inmolación. Se ocupa de ella san Juan cuando escribe de Cristo y de su paso de este mundo al Padre. Paso a través de su pasión y su resurrección.
4. Pascua de la Iglesia. Renueva cada año, incluso semanalmente, es más diariamente, mediante la celebración de la Eucaristía. Hasta el día de su venida, dice Pablo.
5. Pascua de los fieles. Cuando los fieles reciben los sacramentos, sobre todo el Bautismo y la Eucaristía.
Algunos autores solo manejan dos Pascuas: la de los judíos, antiguo testamento, y la de los cristianos, nuevo testamento, esa que será «nuestra Pascua».
La Pascua en san Agustín
Pocos Padres de la Iglesia, y autores en general, habrán escrito tanto de la Pascua y del misterio pascual como san Agustín. Con la Pascua en san Agustín aludo, pues, a la que san Agustín vivió, explicó, predicó, celebró y propuso en catequesis viva y puntual a su pueblo. La parte selectiva son sus Sermones, sobre todo los sermones pascuales. Resultan de un encanto y hermosura a pocas cosas comparable.
San Agustín se refiere a la celebración pascual con una expresión típica: «toda la solemnidad pascual». Ésta comenzaba en Hipona al inicio de la Cuaresma, con el inicio de los cuarenta días sagrados. Momento de inscribirse los candidatos al bautismo y de emprender su preparación. San Agustín hubo de hacerlo trasladándose de Casiciaco a Milán. También era tiempo de la entrega del símbolo, del padrenuestro, de la celebración pascual,… San Agustín celebraba la Pascua en la Basílica Pacis, la Basílica de la Paz. En él suponía una carga emocional añadida por su matiz biográfico. Esto hacía que san Agustín a veces llorase al recordar cuando fue bautizado. Pascua es el sacramento del tránsito. Pascua, pasión, paso.
Securi hagamus pascha, celebremos confiados la Pascua, celebremos la Pasión del Señor…
¿Qué significa celebrar la Pascua?
En la solemnitas la Pascua era la fundamental de todas. Era renovar en nosotros el hecho histórico. … CREAMOS. Hacer Pascua, celebrar la Pascua conlleva sacramento, introduce a los fieles en una realidad invisible: que la muerte no …, que Cristo haya resucitado por nuestra justificación he aquí el misterio.
Sermón 272 suministra una definición a propósito de la eucaristía: «Lo que véis es pan y un cáliz, vuestros ojos así lo indican, pero el pan es el Cuerpo de Cristo y el cáliz la Sangre de Cristo.
Vosotros sois el cuerpo de Cristo… Se te dice «el Cuerpo de Cristo» y respondéis «Amén».
Para él los sacramentos no pueden reducirse a los siete consabidos… El Amén lo recuperó el Concilio Vaticano II.
Celebrar la Pascua es recibir este don. Hacer Pascua es recibir el sacramento de su Pasión y su Resurrección, el sacramento por excelencia. Pascua es el sacramento del tránsito.
Pascua, palabra hebrea, significa tránsito o paso, de la muerte a la vida. Jn 13, 1: «Antes de la Fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre…». Pascua es hebrea no griega.
La Vigilia Pascual es la madre de todas las vigilias.
La Pascua de la Eucaristía: Haced esto en memoria mía.
«Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor, Jesús!».
Pascua de Resurrección es celebración mistérica. Es acción de gracias sacramental. Nueva vida para los que creen en Jesús. Vivir bien es cosa de voluntad y de fe.
«Si fuisteis resucitados por Cristo, buscad en las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Pensad las cosas de arriba y no las de la tierra». Más que pensar es saborear.
Otra lección viene de los discípulos desesperanzados de Emaús. Conocieron a Jesús al partir el pan. El Cuerpo de Jesús era glorioso. Jesús quiere ser reconocido al partir el pan.
La Pascua de la luz
Los sermones de san Agustín recomponen la celebración de la Vigilia. Hipona respirada esa noche un aire festivo. Los oficios daban sensación de victoria, de vida sobre la muerte, de la luz sobre las sombras,…
Debemos ser antorchas encendidas…
Hacia el gozo de la verdad
Vivir bien, vivir en el bien, vivir…
«Allí descansaremos y contemplaremos. Contemplaremos y amaremos. Amaremos y alabaremos. He aquí lo que habrá al fin pero sin fin» dice san Agustín. Viene a ser el luminoso mensaje a los hiponenses valedero también, cómo no, para el hombre de hoy, tan menesteroso él de palabra como de silencio, de luz como de fe, de paz como de vida, de misericordia como de compasión, de resurrección mística como de búsqueda de Dios. Si queréis ser el día que hizo el señor, vivid bien y poseeréis la luz de la verdad, que nunca se pondrá en vuestros corazones. Porque la resurrección de nuestro Señor Jesucristo es nueva vida para los que creen en Jesús.
La Vigilia pascual refleja una tradición cristiana secular que se nutrió toda entera en primer término de la Biblia, también de la sagrada Liturgia. No es casual en consecuencia que san Agustín llegase a definir la resurrección de Cristo como:
«el día grande que hizo el Señor (dies Domini), la hora sin ocaso de la nueva creación, la infinita melodía del cántico nuevo. Y también, finalmente, la maravilla de las maravillas«.
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