Los más jóvenes se enfrentan a peligros.
El Papa inicia un nuevo itinerario de catequesis en el que explicará la importancia de conocer y vivir los mandamientos de la Ley de Dios.
“En estas catequesis intentaremos ver cada uno de los mandamientos como esa puerta que el Padre celeste ha abierto para conducirnos a la vida verdadera, dejando que Jesús nos tome de la mano y nos ayude a atravesarla”, explicó.
Francisco asegura que con estas catequesis espera que guiar a los cristianos a “una vida plena, auténtica”.
RESUMEN DE LA CATEQUESIS EN ESPAÑOL
Queridos hermanos:
Comenzamos hoy una nueva serie de catequesis dedicada a los mandamientos. Nos sirve de introducción el diálogo de Jesús con aquel hombre que se acercó a preguntarle lo que tenía que hacer para heredar la vida eterna.
En su pregunta latía el deseo de una vida plena, auténtica. Jesús le responde indicándole el camino del cumplimiento de los mandamientos. Pero él, a pesar de que cumple los mandamientos desde pequeño, siente que le sigue faltando algo. Así, mediante un proceso pedagógico, Jesús lleva a esa persona a reconocer sus propios límites para que confíe en él, el Hijo de Dios, el único que puede dar una vida plena.
El hombre debía convencerse de que ya no puede vivir de sí mismo, de sus propias obras, de sus propios bienes; es necesario que lo deje todo para seguir al Señor, porque Él es la vida plena, el amor verdadero y la riqueza auténtica.
En estas catequesis intentaremos ver cada uno de los mandamientos como esa puerta que el Padre celeste ha abierto para conducirnos a la vida verdadera, dejando que Jesús nos tome de la mano y nos ayude a atravesarla.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española provenientes de España y América Latina. De modo particular, saludo a los profesores y alumnos del Seminario Menor de Madrid.
Pidamos a la Virgen María que obtenga para nosotros la gracia de volver a descubrir y revivir los diez mandamientos como un camino de amor que nos llevará a la vida verdadera, que es Cristo.
Que el Señor los bendiga. Muchas gracias.
El Papa Francisco paseó por la plaza de San Pedro bajo un manto de nubes negras, pero ni el clima desanimó a los peregrinos.
Cuando detuvo el papamovil, Francisco se acercó a conocer a este grupo de niños de colegio que vestían estos gorros amarillos. Lo acompañaron mientras sonaba la música de esta especial banda.
El Papa dio comienzo así a una nueva serie de catequesis, esta vez sobre los diez mandamientos.
FRANCISCO
“En estas catequesis usaremos las dos tablas de Moisés como cristianos, tomando de la mano a Jesús para pasar de las ilusiones de la juventud al tesoro que está en el Cielo, caminando tras Él. Descubriremos en cada una de esas leyes, antiguas y sabias, la puerta abierta del Padre”.
Reflexionó sobre los peligros a los que se enfrentan sobre todo los más jóvenes y dijo que los más serios no son problemas concretos.
FRANCISCO
“El mayor peligro de la vida es un mal espíritu de adaptación, que no es mansedumbre o humildad, sino mediocridad, pusilanimidad. Es pusilanimidad. ¿Un joven mediocre es un joven con futuro o no?”.
“No”.
“No os oigo”.
“No”.
“No, permanece ahí. No crece. No tendrá éxito. La mediocridad o la pusilanimidad. Esos jóvenes que tienen miedo a todo. No, yo soy así, no. Estos jóvenes no avanzan”.
Además de felicitar a todos el día de San Antonio, habló sobre el joven beato Pier Giorgio Frassati, quien fue una gran inspiración para los más jóvenes.
FRANCISCO
“El beato Pier Giorgio Frassati dijo que debemos vivir, no “ir tirando”. Los mediocres “van tirando”. Pero, en casa, en nuestras casas y familias, cuando vemos una persona joven que se pasa el día así qué piensan mamá y papá. ¿Pero está enfermo? ¿Le pasa algo? ¿Lo llevo al médico? ¿O no? La vida de los jóvenes es ir hacia delante. Ser inquieto. La inquietud sana. La capacidad de no conformarse con una vida sin belleza, sin color. Si los jóvenes no tienen hambre de una vida auténtica, ¿dónde irá la humanidad?”.
El Papa terminó deseando suerte a todas las selecciones que participan en el Mundial de Rusia y también para que vivan este campeonato como una oportunidad de encuentro, diálogo y fraternidad.