Familia y vida Papa Francisco

Mesa redonda ‘Ternura, cuidado y familia’. Diez años con Francisco (2013-2023).

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Todo matrimonio y familia es una historia de salvación.

Mesa redonda. El salón de actos Padre Arrupe (calle Maldonado, 1) acogió la mesa redonda con motivo del décimo aniversario de pontificado, organizada por el la Delegación de Laicos, Familia y Vida y la Delegación de Jóvenes. Intervinieron los profesores de la Universidad Pontificia Comillas Ana Berástegui, profesora de Psicología y directora del Instituto Universitario de la Familia; Virginia Cagigal, especialista en psicología clínica: Pablo Guerrero, SJ, párroco de San Francisco de Borja y profesor de Teología Moral y Pastoral, y Fernando Vidal, profesor de Sociología y director de la Cátedra Amoris Laetitia. La moderadora fue María Bazal, delegada episcopal de Laicos, Familia y Vida, y clausurada por el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro.

Francisco nos ha hecho profundizar en la mística trinitaria y en la familia. Radicalización del vínculo como clave de nuestro tiempo.

Fernando Vidal.

‘Ternura, cuidado y familia’

El salón de actos Padre Arrupe, en Jesuitas Maldonado, ha acogido este martes, 21 de marzo, la mesa redonda Ternura, cuidado y familia en los diez años de pontificado de Francisco, organizada por la Delegación Episcopal de Laicos, Familia y Vida, la Delegación de Jóvenes y la Vicaría para el Desarrollo Humano Integral y la Innovación en el marco de las actividades para conmemorar el aniversario.

—¿Cuál es la mayor contribución de Francisco a la familia? —ha lanzado la delegada de Laicos, Familia y Vida, María Bazal, para romper el hielo.

—Es la radicalización de todo vínculo como clave de nuestro tiempo —ha contestado Fernando Vidal, director de la Cátedra Amoris Laetitia impulsada por la Universidad Pontificia Comillas y la Fundación Casa de la Familia.

El profesor de Sociología ha valorado que, a lo largo de estos diez años, Francisco «no ha dejado de hablar de la familia» y que la exhortación Amoris laetitia trata, sobre todo, de la «vinculación», de «la alegría del amor». La principal aportación, a su juicio, «no está tanto en el ámbito pastoral o en la teología moral», sino en una «mística trinitaria», con esa relación con Dios que cambia la relación con los demás.

La especialista en psicología clínica Virgina Cagigal ha abundado en que «la misericordia es imprescindible para todas las relaciones, pero especialmente para la vida familiar». También ha remarcado que, en el acercamiento de Francisco, se propone no permanecer «estático», sino plantearse «yo qué puedo aportar al otro […] para que sea la mejor persona que puede ser».

Una mirada misericordiosa

A su lado, la profesora de Psicología en Comillas y directora del Instituto Universitario de la Familia, Ana Berástegui, ha reiterado que «el amor enciende la manera de relacionarnos» y ha aplaudido el «cambio de acento en la forma de hablar a las familias y de las familias». «Cambia la mirada de lo que deberían ser las familias a lo que son las familias. […] Es una mirada misericordiosa, una mirada acogedora y una mirada agradecida», ha añadido, porque «menos mal que están ahí».

Al hilo de estos razonamientos, Pablo Guerrero, SJ, párroco de San Francisco de Borja y profesor de Teología Moral y Pastoral, ha querido sintetizar las aportaciones de Francisco en tres puntos. En primer lugar, «desde el punto de vista pastoral, la familia pasa de ser un objeto de pastoral a ser un sujeto de evangelización». En segundo lugar, «desde el punto de vista de la moral», se entiende «que todo matrimonio y toda familia es una historia de salvación», «una prueba palpable de que Dios está presente».

En tercer lugar, ha proseguido el jesuita, queda claro que la familia forma parte del «proyecto eclesial» del Papa. De hecho, en Evangelii gaudium, que es una exhortación «programática», el Sucesor de Pedro «sueña el futuro de la Iglesia» y toca los tres temas clave que luego ha llevado a los sínodos: la familia, los jóvenes y «el mismo ser de la Iglesia».

Posibilidades de sanación

Aterrizando en su experiencia, Guerrero ha expuesto que en su parroquia, igual que en otros lugares de la archidiócesis, hay distintas iniciativas para acompañar a las familias en sus situaciones reales, con sus heridas y dificultades. Y en otro momento ha explicado que, igual que se ha avanzado en la sociedad con la atención psicológica, «el Papa Francisco entiende qué es la terapia, que no es corregir, sino acercarse a la persona y acariciar lo que es de verdad».

En esta línea, Cagigal ha apelado a la «humildad» para entender que uno no puede «tirar del carro» solo y ha invitado a la Iglesia a plantearse «cómo ofrecemos posibilidades de sanación», especialmente a quienes muchas veces no acceden a ellas por falta de recursos. «La fe ayuda a mirar a todas las familias con esperanza», ha afirmado Berástegui, al tiempo que ha recordado que «lo que siembras en la familia, lo siembras en la sociedad».

A juicio de Vidal, para dar verdadero apoyo hay que ser «creativos» y, para ilustrarlo, ha aludido al Reloj de la Familia y a otras herramientas sucesivas —como un proyecto para novios—, que muestran que «estamos a tiempo» de cambiar situaciones enquistadas, apelando siempre al encuentro. «Nos ha permitido llegar a sitios donde no llegábamos. […] Nos permite hacer hospitales de campaña en las periferias del amor».

La importancia de los mayores

Durante el encuentro se han planteado otras cuestiones como la importancia de decir «para siempre»; la paternidad —que para Vidal no se puede entender como algo «aislado», sino como parte del todo familiar—; el rechazo del Papa al machismo y también a la ideología de género; la importancia del cuidado de los mayores —que en expresión de Cagigal resulta algo «contracultural» en una sociedad «del descarte»—, o el «legado» que se transmite de abuelos a nietos.

Para cerrar el acto, el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, ha rememorado con cariño que en su familia fueron «los unos para los otros», ha agradecido las aportaciones del Papa y de los ponentes, y ha pedido que «sigamos trabajando» en un «tema fundamental en la vida de la Iglesia, fundamental en la construcción de la sociedad…».

Fuente: archimadrid.org

¿Por qué el Papa Francisco considera tan “peligrosa” la ideología ‘gender’?

En una reciente entrevista al diario argentino ‘La Nación’ el Papa Francisco ha asegurado que “la ideología de género, en este momento, es de las colonizaciones ideológicas más peligrosas”. Por qué razón? Porque “diluye las diferencias y lo rico de los hombres y de las mujeres, y de toda la humanidad, es la tensión de las diferencias”. 

El Papa asegura que aborda este tema porque, cito textualmente, “hay gente un poco ingenua, que cree que es el camino del progreso y no distingue lo que es respeto a la diversidad sexual o a diversas opciones sexuales de lo que es una antropología de género, que es peligrosísima”.

Al regreso de uno de sus viajes, en 2016, el Papa nos transmitió a los periodistas lo que le había contado un padre de familia.

FRANCISCO
Preguntó a su hijo de diez años: “¿Qué quieres ser de mayor?”. “¡Quiero ser una chica!”. El papá se dio cuenta de que en los libros del colegio le enseñaban la ideología de género. Y esto va contra las cosas naturales.

El Papa Francisco ha advertido en numerosas ocasiones contra estas teorías. Lo hizo en un mensaje ante la Academia Pontificia para la Vida, en 2017. Aseguraba que “la manipulación biológica y psíquica de la diferencia sexual corre el riesgo de desmantelar la fuente de energía que alimenta la alianza del hombre y la mujer, y la hace creativa y fecunda”. 

A la voz del pontífice se une la de uno de los cardenales más acreditados para hacerlo, el holandés William Eijk. Antes de ser sacerdote, estudió la carrera de Medicina y se hizo doctor en Bioética. Hace unos meses sugirió al Papa Francisco una encíclica sobre la ideología ‘gender’. 

El cardenal Eijk afirma que pensar que el sexo biológico o los órganos sexuales no tienen relación con el ‘género’ social, que uno puede decidir libremente, es un error biológico y moral que lleva a la destrucción de la familia. Asegura que “el hombre no es solo su alma o solo su cuerpo, sino que es una unidad de alma y cuerpo”. 

Para este médico y cardenal holandés “el cuerpo, incluidos los órganos reproductores y sexuales, no es algo secundario o accesorio, sino que pertenece a la esencia del hombre. Por tanto, al igual que el hombre es un fin en sí mismo, y no un mero medio que se puede usar para cualquier fin». 

¿Y dónde está el riesgo de esas teorías? Sobre todo, en el hecho de los tratamientos para los niños. Algunos países europeos permiten que puedan decidir sobre su identidad sexual desde muy temprana edad. Incluso, a quienes no están seguros de cambiar de sexo, se les administra un agente hormonal que ralentiza el desarrollo y puede causar efectos secundarios graves. 

Además, este cardenal y médico holandés asegura que muchos adolescentes dudan de su identidad durante una etapa en su vida. Pero muchos casos de disforia de género se solucionan con el tiempo. Un hecho al que hay que sumar el que muchos transexuales se arrepienten del cambio cuando no hay vuelta atrás. 

Junto a estos problemas biológicos, el cardenal asegura que la ideología ‘gender’ también dificulta la Evangelización. En su opinión, considerar el sexo biológico como opcional socava el papel del padre, la madre, el matrimonio y las relaciones entre padres e hijos. Como consecuencia, explicar la idea de Dios Padre o de Cristo como Hijo de Dios, se hace cada vez más difícil. 

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Sacerdote católico y agustino (OSA). Pedagogo, educador, evangelizador digital. Aljaraque (Huelva) España. Educación: Universidad Pontificia Comillas.
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