Foto de Portada: Corpus Christi en la Parroquia de Ntra. Sra. de Bellavista. Aljaraque (Huelva) España.
La Eucaristía es fuente y cumbre de toda la vida cristiana. Misterio de nuestra fe.
Para el Corazón de Cristo somos únicos e irrepetibles. Nos espera en la Mesa de su Cuerpo y de su Sangre.
Hemos ofrecido un poco de pan, como el niño del evangelio, a cambio Cristo nos ha llenado de su misma Vida.
«Yo soy el pan vivo bajado del cielo, el que coma de este pan vivirá eternamente. El pan que yo daré, es mi carne para la vida del mundo » (Jn 6,51)
La Eucaristía es una escuela de bendición
«El pueblo de Dios ama la alabanza, no vive de quejas; está hecho para las bendiciones, no para las lamentaciones … Antes de multiplicar los panes, Jesús los bendice … La bendición hace que cinco panes sean alimento para una multitud: hace brotar una cascada de bien… La Eucaristía es una escuela de bendición. Dios dice bien de nosotros, sus hijos amados, y así nos anima a seguir adelante. Y nosotros bendecimos a Dios en nuestras asambleas … Vamos a Misa con la certeza de ser bendecidos por el Señor, y salimos para bendecir nosotros a su vez, para ser canales de bien en el mundo… El decir va seguido del dar … como Jesús que, después de recitar la bendición, dio el pan para ser distribuido, revelando así el significado más hermoso: el pan no es solo un producto de consumo, sino también un modo de compartir… en la multiplicación de los panes nunca se habla de «multiplicar”, sino de “partir, dar, distribuir”. Lo que tenemos da fruto si lo damos —esto es lo que Jesús quiere decirnos—; y no importa si es poco o mucho. El Señor hace cosas grandes con nuestra pequeñez, como hizo con los cinco panes. No realiza milagros con acciones espectaculares, sino con gestos humildes, partiendo con sus manos, dando, repartiendo, compartiendo… Lo poco que tienes es mucho a los ojos de Jesús si no lo guardas para ti mismo, si lo arriesgas. Y no estás solo: tienes la Eucaristía, el Pan del camino, el Pan de Jesús. También esta tarde nos nutriremos de su Cuerpo entregado. Si lo recibimos con el corazón, este Pan desatará en nosotros la fuerza del amor: nos sentiremos bendecidos y amados, y querremos bendecir y amar, comenzando desde aquí, desde nuestra ciudad, desde las calles que recorreremos esta tarde».
Papa Francisco: Misa de la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Jesús (Roma, parroquia de Santa María Consoladora, Casal Bertone, 23 junio 2019).