Pascua Dominical. Eucaristía en Casa y la Parroquia.
Toda la Escritura nos lleva al Resucitado
Lc 24,35-48. Jesús Resucitado nos abre el entendimiento con su Palabra suave y penetrante. Toda la Escritura nos lleva hacia Él. Palabra de paz y de serenidad, que quita miedos y espanta fantasmas inexistentes. Palabra que reafirma en la fe y que pone entre paréntesis nuestras dudas y cuestionamientos. Palabra que se hace mesa compartida y festín que celebra la alegría del Reino. Palabra que nos hace testigos y que nos hace gritar: “¡Aleluya, Cristo ha Resucitado!”. ¿No lo notáis?
Hoy, Señor, como los discípulos de Emaús queremos que nos expliques tu Palabra, para que cale en nuestros corazones y se nos abra el entendimiento. Solo tu Palabra puede hacer que entremos en la nueva era de la Resurrección. Solo tu Palabra nos hace reconocerte vivo y presente en medio de nosotros. Gracias por regalarnos y explicarnos todo lo que dicen las Escrituras. Gracias por hacernos amigos tuyos, que comparten los dones de la tierra y los regalos del mar.
Impulsa en nosotros, Señor, el empuje de tu Palabra, para que no andemos sin rumbo, desazonados, perdidos. Para que la alegría, la paz, el perdón inunden nuestra existencia. Transforma nuestra mente, Señor, con la elocuencia de tu Palabra, marcada por la Cruz y por la Vida.
Dibu: Patxi Fano. Texto: Fernando Cordero ss.cc.
Dejar pasar la luz – 3º Domingo de Pascua, Ciclo B
Lc 24,35-48. ¿Por qué surgen dudas en vuestro corazón? Esta interpelación nos invita a reflexionar sobre nuestras propias dudas, especialmente cuando las cosas no salen como esperábamos. ¿Somos capaces de dejar pasar la luz del Resucitado para alumbrar estas situaciones?
Fuente: Editorial Verbo Divino (EVD).