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2020: un tiempo de gracia en la desgracia. 2021: nuevos aprendizajes nos esperan.

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Amanecer. Dios es salud para el alma. Di a mi alma: «Yo soy tu salud».

Di a mi alma: «Yo soy tu salud». Dilo de forma que yo lo oiga. Los oídos de mi corazón están ante ti, Señor; ábrelos y di a mi alma: «Yo soy tu salud».

San Agustín. Confesiones, I,1,5.

Oración en tiempo de Navidad – Rezando voy

Fuente: Rezandovoy.org

Oración para despedir el año que termina y recibir el Año Nuevo

Lector 1: “Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. Al terminar este año queremos darte gracias por todo aquello que recibimos de ti.

Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser. Te ofrecemos cuanto hicimos en este año, el trabajo que pudimos realizar, las cosas que pasaron por nuestras manos y lo que con ellas pudimos construir.

Lector 2: Te presentamos a las personas que a lo largo de estos meses quisimos, las amistades nuevas y los antiguos que conocimos, los más cercanos a nosotros y los que estén más lejos, los que nos dieron su mano y aquellos a los que pudimos ayudar, con los que compartimos la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

Pero también, Señor, hoy queremos pedirte perdón, perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado.

Todos: Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo. También por la oración que poco a poco se fue aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte. Por todos los olvidos, descuidos y silencios, nuevamente te pido perdón.

A pocos minutos de iniciar un nuevo año, detengo mi vida ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento estos días que sólo tú sabes si llegaré a vivirlos.

Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría. Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.

Cierra tú mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes. Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno, que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a mi paso. Amén.”

Para terminar, los participantes se agarran de las manos y rezan un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria. Luego, entre todos, se dan un abrazo diciendo: “La paz sea contigo. ¡Feliz año Nuevo!”

Fuente: Aciprensa.

En 2020 aprendí…

“Se va 2020 un mal año, pero para mí no ha sido malo, en absoluto. He estado confinado, eso sí, pero eso es nada comparado con lo que otras personas han tenido que pasar y nada con lo que aún les queda por pasar. Un mal año en muchísimos aspectos; el peor, sin duda, las muertes. Después el desempleo. Y en tercer lugar, enfermedad e incertidumbre son dos buenos ingredientes en la receta de la desesperación. Pero soy muy afortunado y solo me ha tocado estar confinado. En mi casa estamos sanos y estamos todos. Tal vez por eso me gusta pensar que todo no ha sido negativo. Termina un año en el que la ciencia ha ganado posiciones. También termina el año en el que hemos aprendido a esperar y a esperar en la calle. Termina el año en el que hemos aprendido algo de sensibilidad social. Durante el confinamiento se acabaron la inmediatez y las prisas, resurgieron la convivencia familiar, las pipas, los juegos de mesa y las puestas de sol. También los aplausos. Es verdad, este año ha habido muchas cosas malas, pero también cosas buenas y ahora que hay vacunas, vuelvo la vista atrás y me gusta pensar que 2020 es, sobre todo, el año en el que hemos aprendido que solo podemos existir gracias al esfuerzo de los demás. Si este año hemos aprendido que “yo” solo puedo existir gracias a “ti” no habrá sido un año perdido. Me gusta pensar que haber aprendido la idea “yo sólo puedo existir gracias a ti“ (y no olvidarlo) es una forma de honrar a los que han sufrido tanto. Ojalá sea así. Se va 2020 un mal año, pero para mí no ha sido malo, en absoluto.”.

Fuente: AgustíndelaTorre.

Fuente: PastoralSJ.

Nacho Cano – Un Año Más (Directo Puerta del Sol – Fin de año 2020)

Nacho Cano y Maryan Frutos (Kuve) interpretando Un Año Más en directo en la Puerta del Sol (Madrid, España) en los minutos previos a las Campanadas durante el Fin de Año de 2020.

MECANO NOS HABLÓ DE DIOS EN LA NOCHEVIEJA

Qué emocionante y evocador ha sido ver en la tele «Un año más» interpretado por Nacho Cano, su compositor, junto con la cantante Maryan Frutos, en la solitaria Puerta del Sol este final de año.

A mí personalmente, me ha hablado mucho de Dios y estoy seguro de que a mucha gente también. Han sido muchas cosas, desde la simple referencia a que en el fin de año «le pedimos a Dios», al gesto final del cantante apuntando con su dedo al cielo al finalizar la actuación.

Pero hay muchos detalles más, desde el hecho de salir en el video gente de todo pelaje (¡hasta curas como parte integrante y funcional de todos los que han ayudado en la pandemia!), hasta la poderosa llamada a la unidad que estructura la canción y tanta falta nos hace en este país maltrecho y malherido en el que tanto pecamos de esa egotística enfermedad llamada desunión.

Qué descanso cuando por un momento podemos sentirnos uno entorno a una canción, dejando nuestras luchas y absurdos esfuerzos por hacernos valer y reclamar “qué hay de lo mío”, para simplemente ser amados por el Padre en el que nos reconocemos hijos y, por lo tanto, hermanos entre nosotros.

Me pregunto cuántas homilías, cuántos discursos religiosos han sido capaces de llegar al corazón de las personas como lo ha hecho esta famosa canción con una simple letra.

Sin decirlo, a mí me ha llevado a las lágrimas pensando en el arrepentimiento que nos falta como país cuando como Caín hemos pronunciado tantas veces aquella terrible sentencia en nuestros corazones que reza «¿acaso yo soy el guardián de mi hermano?». Y así vamos por la vida, divorciándonos de los nuestros, partiendo familias, sacrificando inocentes y ahondando abismos de separación cuando en el fondo sabemos que somos hermanos.

Ha sido un año difícil, sembrado de muerte y de dolor, en el que los cristianos tenemos que proclamar la Palabra de Vida y que la muerte no es el final de todo.

Frente al discurso facilón de maldición hacia el 2020, y también por oposición a algunos discursos tipo «esta es la mejor oportunidad para cambiar» como aprovechando la desgracia, me pregunto cuántos discursos religiosos nos han invitado a dar gracias y “espabilarnos los que estamos vivos”, haciendo inventario de nuestros pecados pre-pandemia para arrepentirnos de ellos y hacer un mejor 2021 basados en la firme propuesta del amor y la unidad que sale del corazón del Padre y nos ha sido revelada en Jesucristo.

No se trata de maldecir 2020, ni de dar humanistas augurios y deseos facilones y vacíos para 2021. Se trata de bendecir, animar y dar esperanza con la palabra poderosa de Dios, y también se trata de hacerse las preguntas correctas.

El otro gran compositor de Mecano, José María Cano, no hace mucho lanzó otra pregunta sangrante hablando de la pandemia con motivo de una exposición de su obra en la diócesis de Burgos: «Se nos está pidiendo mucho que seamos prudentes, que nos pongamos mascarillas y nos lavemos las manos con frecuencia», recuerda, «pero pocos son los que nos invitan a rezar». «Hay que ser prudentes en la expansión del virus, pero para rezar no hay que ser prudentes».

Me pregunto cuántos mensajes religiosos nos han invitado a orar de verdad (con fe expectante en que Dios puede mover montañas) en este fin de año y principio del que comienza…

Por que cuando nosotros los cristianos damos con autoridad palabras de bendición, de unidad y de sanación para el mundo, es cuando estamos cumpliendo la gran comisión de hacer el Reino presente entre nosotros.

Y no nos equivoquemos, no es misión sola de un “cura despistao” como el de la canción, es algo que nos atañe a todos…. pastores y laicos, que aquí no es cuestión de apuntar nadie.…y si no lo hacemos nosotros, hablarán las piedras (“Os aseguro que, si ellos se callan, gritarán las piedras” Lc 19, 40).

Creo que Dios no se limita a la ventana del Vaticano o a los mensajes del evangelista más multitudinario cuando quiere dar un mensaje. Si nosotros no lo hacemos, Él tiene sus maneras para darnos una impresionante homilía a todos en la noche de fin de año.

Una que pueden escuchar rojos y azules, nacionalistas y unionistas, policías, bomberos, sanitarios y algún que otro despistao; en general, todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Una que pueden “rezar” hasta los más ateos, que nunca vendrán a la iglesia pero que a buen seguro habrán tarareado aquello de que por el fin de año le pedimos a Dios.

Gracias al alcalde de Madrid por organizarlo, a los cantantes por interpretarlo y a tantos que han estado ahí en la Puerta del Sol, unidos en ese momento tan simbólico para darnos un mensaje de esperanza en el que se ha colado el mensaje de Dios como quien no quiere la cosa, demostrándonos que Él es el Señor de la historia y está muy por encima de cualquier circunstancia que nos rodee y nos quiere.

“Gloria Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad” (Lc 2, 14).

PD Tras escribir el post me llega esto de un sacerdote de Toledo:

Impresionante anoche la actuación de Nacho Cano en la Puerta del sol. Pero hubo dos detalles que me parecieron brutales.

El primero fue la cruz en el pecho de Nacho. Justo ayer por la tarde recibía este mensaje:

Queridos todos, os cuento una de esas movidas que me gustan: esta noche actúa Nacho Cano antes de las 12 campanadas. Lo hará solo, desde una Puerta del Sol sin gentes, tocando la mítica canción “Un año más”… se van a conectar TVE 1 y otras cadenas … estuve comiendo con Nacho el otro día , y me dijo que quería lanzar un mensaje … se iba a poner un crucifijo en el cuello; me puse manos a la obra, y le he conseguido uno de los crucifijos que llevaba uno de los 7 sacerdotes que atendieron a los enfermos de Covid en el Hospital de IFEMA, sacerdotes que ayudaron espiritualmente ; que dieron la Unción de Enfermos y la Comunión … será un homenaje a los que se han ido … y también a todos los que están por venir … inmenso abrazo a todos, y a por el 2021 !!

El segundo detalle que me pareció brutal fue el que junto las imágenes de sanitarios, bomberos…salieran sacerdotes!! Y sacerdotes felices, bailando!!! Es una manera tb de reconocer la labor de tantos que en silencio y sin salir ante las cámaras hemos acompañado a tantos en tantos momentos de soledad, de miedo, de dolor.

Se acabó el miedo y lo políticamente correcto. CRISTO ESTA VIVO Y NOS AMA y quiere hacerse presente en la vida de todos.

(Texto explicativo de Joaquín Garrigos Domínguez)

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«Toma y da gracias». Oraciones desde el corazón para el fin y el principio de año.

«Feliz Navidad, feliz Navidad, próspero año y felicidad» 50 cumpleaños. José Feliciano.

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Sacerdote católico y agustino (OSA). Pedagogo, educador, evangelizador digital. Aljaraque (Huelva) España. Educación: Universidad Pontificia Comillas.
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