Por la «conversión ecológica». Sentirnos parte de la tierra. Conectados con la fuente que es Dios.
Cuatro años después del Acuerdo de París, lamenta «lo lejos que están las palabras de las acciones concretas»
«Numerosos estudios nos dicen que todavía es posible limitar el calentamiento global. Para ello necesitamos una voluntad política clara, previsora y fuerte», encarga el Papa a los líderes reunidos en la Cumbre del Clima de Madrid.
Lo ha hecho a través de un mensaje en el que les encarga superar «un desafío de civilización en favor del bien común» y «reorientar las inversiones económicas hacia aquellas áreas que realmente salvaguarden las condiciones de una vida digna». «Sigue habiendo una oportunidad, pero no debemos permitir que se cierre. Debemos aprovechar esta ocasión mediante acciones responsables en los ámbitos económico, tecnológico, social y educativo», añade.
Cuatro años después del Acuerdo de París, el Papa lamenta «lo lejos que están las palabras de las acciones concretas». «Debemos admitir que esta conciencia sigue siendo bastante débil, incapaz de responder adecuadamente a la acción rápida que exigen los datos científicos de que disponemos», sentencia.
Además, pregunta «seriamente» a los líderes reunidos en Madrid si tienen «voluntad política de destinar con honestidad, responsabilidad y coraje, más recursos humanos, financieros y tecnológicos para mitigar los efectos negativos del cambio climático». «Ojalá podamos ofrecer a la próxima generación un futuro bueno y digno», culmina.
«No debemos cargar a las próximas generaciones los problemas causados por los anteriores»
El Papa no se dirige solo a los gobiernos. También felicita a los activistas en las comunidades locales, el sector privado y la sociedad civil que ponen en marchas iniciativas medioambientales. «En la actualidad, existe un creciente acuerdo sobre la necesidad de promover procesos de transición para fomentar la solidaridad y reforzar los fuertes vínculos entre la lucha contra el cambio climático y la pobreza».
No obstante, señala su preocupación por «la capacidad de esos procesos para respetar el calendario exigido por la ciencia». Y encarga a los adultos de hoy la responsabilidad de no cargar «a las próximas generaciones los problemas causados por los anteriores».
Fuente: Alfa y Omega.
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Carta Encíclica Laudato Si’ del Santo Padre Francisco sobre
El cuidado de la casa común.
Oraciones por el cuidado de la casa común
Oración por nuestra tierra
Dios omnipotente,
que estás presente en todo el universo
y en la más pequeña de tus criaturas,
Tú, que rodeas con tu ternura todo lo que existe,
derrama en nosotros la fuerza de tu amor
para que cuidemos la vida y la belleza.
Inúndanos de paz, para que vivamos como hermanos y hermanas
sin dañar a nadie.
Dios de los pobres,
ayúdanos a rescatar
a los abandonados y olvidados de esta tierra
que tanto valen a tus ojos.
Sana nuestras vidas,
para que seamos protectores del mundo
y no depredadores,
para que sembremos hermosura
y no contaminación y destrucción.
Toca los corazones
de los que buscan sólo beneficios
a costa de los pobres y de la tierra.
Enséñanos a descubrir el valor de cada cosa,
a contemplar admirados,
a reconocer que estamos profundamente unidos
con todas las criaturas
en nuestro camino hacia tu luz infinita.
Gracias porque estás con nosotros todos los días.
Aliéntanos, por favor, en nuestra lucha
por la justicia, el amor y la paz.
Oración cristiana con la creación
Te alabamos, Padre, con todas tus criaturas,
que salieron de tu mano poderosa.
Son tuyas,
y están llenas de tu presencia y de tu ternura.
Alabado seas.
Hijo de Dios, Jesús,
por ti fueron creadas todas las cosas.
Te formaste en el seno materno de María,
te hiciste parte de esta tierra,
y miraste este mundo con ojos humanos.
Hoy estás vivo en cada criatura
con tu gloria de resucitado.
Alabado seas.
Espíritu Santo, que con tu luz
orientas este mundo hacia el amor del Padre
y acompañas el gemido de la creación,
tú vives también en nuestros corazones
para impulsarnos al bien.
Alabado seas.
Señor Uno y Trino,
comunidad preciosa de amor infinito,
enséñanos a contemplarte
en la belleza del universo,
donde todo nos habla de ti.
Despierta nuestra alabanza y nuestra gratitud
por cada ser que has creado.
Danos la gracia de sentirnos íntimamente unidos
con todo lo que existe.
Dios de amor,
muéstranos nuestro lugar en este mundo
como instrumentos de tu cariño
por todos los seres de esta tierra,
porque ninguno de ellos está olvidado ante ti.
Ilumina a los dueños del poder y del dinero
para que se guarden del pecado de la indiferencia,
amen el bien común, promuevan a los débiles,
y cuiden este mundo que habitamos.
Los pobres y la tierra están clamando:
Señor, tómanos a nosotros con tu poder y tu luz,
para proteger toda vida,
para preparar un futuro mejor,
para que venga tu Reino
de justicia, de paz, de amor y de hermosura.
Alabado seas.
Amén.
Roma, 24 de mayo de 2015, Solemnidad de Pentecostés.
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