Vive la Pascua Dominical en la Eucaristía Parroquial.
Nosotros medimos “enredados” por nuestros cálculos. Nos atrapa la red del limitado realismo, de los práctico, de nuestros intereses, de lo que nos gusta… Jesús nos pide que lancemos nuevamente las redes para que lo imprevisible entre en nuestra vida y “descoloque” nuestra manera de pescar.
La pesca es abundante cuando nos dejamos “atrapar” por la red de Jesús. Atrapados en su red, somos capaces de atraer a otros hacia Jesús y su propuesta de vida bienaventuradas. Jesús es quien atrae y llama. Su amor nos rescata de vivir hundidos.Para pescar lo mejor “ser pescados” por Jesús. Luego, comenzaremos una vida nueva, diferente, con otros criterios que se aproximan más a nuestra auténtica vocación.Sintamos esta semana cómo Jesús nos ama, nos llama y nos “atrapa”.
Fuente: Revista 21. Dibujo: Patxi Velasco FANO – Texto: Fernando Cordero, ss.cc.
Echar las redes.
En nuestro día a día Jesús se fija en nosotros. Él está ahí , acompañándonos, y nos llama en el desaliento, animándonos a seguir intentando humanizar la vida de todos y todas, enviándonos de vuelta al trabajo, mar adentro… Pese a nuestras frustraciones, nuestras excusas y nuestras dudas… Él nos quiere, y apoya: somos dignos, somos «pescadores de hombres», somos mucho más que un trabajo, una dificultad, una tarea, un número… Solo tenemos que elegir seguirle y hacernos instrumentos de su amor.