Misión Sacramentos

«El perdón de Dios no tiene límites». Fray Luis Pascual Dri, capuchino.

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Pedir ser perdonados, ser inundados de Misericordia.

Nombrado Cardenal por el papa Francisco. Consistorio de Obispos 30 septiembre 2023.

Entrevista al fraile capuchino Luis Pascual Dri uno de los nuevos purpurados que Francisco creará en el noveno consistorio de su pontificado.

Padre Luis Dri – Libro: «No tengan miedo de perdonar». Con prólogo del Papa Francisco / De Andrea Tornielli y Alver Metalli Pompeya – Julio 2017.

“Para ser buenos confesores primero debemos reconocernos pecadores nosotros mismos, y pedir nosotros primero ser acogidos, levantados, perdonados, inundados de misericordia”.

Papa Francisco.

Luis Dri, el cardenal de la confesión: «Yo no soy nadie».

Una de las mayores sorpresas del último consistorio anunciado por el Papa Francisco para la creación de nuevos cardenales involucra a un nonagenario fraile capuchino dedicado a la confesión: el padre argentino Luis Dri.

Nada hacía pensar que Luis Drí, ya de 96 años, nacido en el campo entrerriano, que nunca ha ocupado responsabilidades de servicio en el gobierno de la Iglesia, sea designado Príncipe de la Iglesia. 

La señal Radio María Argentina entrevistó al neocardenal en la parroquia de Nuestra Señora de Pompeya, en el gran Buenos Aires; santuario en el que además la comunidad capuchina tiene la curia provincial y la enfermería para la atención de los hermanos enfermos y ancianos. 

Vía Youtube, e interrogado por sus sentimientos luego de la designación, el padre Dri expresó sentirse humillado: «Muy humillado porque yo no soy nadie, yo soy un pobre fraile, que nací en medio del campo, y sin mayores cualidades o condiciones». «Acepto porque viene del Papa, nada más. No sabía, no me avisaron nada, ni me preguntaron nada», admitió, y reconoció que recibió la noticia como cualquier otro. «Entonces qué voy a decir… gracias, gracias, nada más, otra cosa no puedo», completó.

El padre Dri no podrá asistir a la ceremonia en Roma por cuestiones de salud, según reconoció a Radio María. 

Conoció a Francisco recibiéndolo para la confesión en el santuario de Pompeya, cuando éste era arzobispo de Buenos Aires. Pero también lo confesó cuando estuvo en el Vaticano, como recordó entre risas: «Cuando yo estuve en el Vaticano lo primero que me pidió es…”Quiero confesarme” […] y yo no soy nadie para aconsejar…”, dice con humildad en la entrevista.

Marcado por el sacramento de la reconciliación

El día a día del padre Dri está marcado por el sacramento de la reconciliación. Duerme en la enfermería, se levanta y reza los oficios con sus hermanos frailes. Sus mañanas y sus tardes las dedica a confesar, actividad que disfruta. 

«Me siento muy feliz porque la gente sufre mucho, y cuando viene cargada, con la mochila llena, pesada, y se descarga, es como un alivio… Y entonces esa felicidad me la transmite a mí».

Padre Luis Dri.

El padre Dri pudo confesarse en su momento con el padre Pío. Habló con él, lo observó, quedó admirado, lo vio incluso enojado… «pero nunca decía no puedo», recordó. No obstante, a la hora de recordar a aquellos que marcaron su vida, tuvo especiales palabras para otro cardenal argentino, Eduardo Francisco Pironio. 

Lo conoció en Mar del Plata, y, según evocó, «realmente me marcó para toda la vida, me marcó a fuego y tengo todavía las grabaciones de alguna de sus charlas, sobre todo sobre la esperanza, porque él no se cansaba de hablar de la esperanza. […] Murió realmente como un santo», dijo sobre el hoy venerable. 

Finalmente, invitando a confiar en Jesús, María y José, que no fallan, relató que cuando tenía 45 años tuvo cáncer de colon e intestino y «de todas las cosas habidas y por haber». 

«Cuando me hicieron los estudios, después de meses, el médico se quedó pasmado. Tenía las placas, el centellograma, y vio que al principio estaba todo tomado, y después, tenía menos y menos. Nada hasta el día de hoy».

«Confiemos mucho en el Señor, no nos alejemos del Señor, no se alejen del Señor. Aunque parezca que el Señor no escucha, el Señor está escuchando siempre, está amando; y María está acariciando con mucho cariño, con mucho amor, con mucha ternura, porque es Madre. Así que: volved a Jesús. Ahí encuentran la paz, la serenidad y la esperanza», sugiere el cardenal de la confesión en esta entrevista con Radio María Argentina.

Fuente: es.aleteia.org – Esteban Pittaro – 15/07/23.

Nuevo cardenal creado por el papa Francisco

El Padre Luis Pascual Dri nació en Federación, provincia de Entre Ríos (Argentina), el 17 de abril de 1927, en el seno de una familia en la que todos los hijos, menos uno, se consagraron a Dios en la vida religiosa. Desde muy joven trabajó en el campo, cuidando animales y sembrando maíz y alfalfa. Asistió a la escuela rural local.

Ingresó en el Seminario Capuchino en enero de 1938, cuando sólo tenía 11 años, y allí completó sus estudios primarios y secundarios. En el barrio Nuevo París, en la ciudad de Montevideo, Uruguay, ingresa en el noviciado. Tomó el hábito capuchino el 21 de febrero de 1945. En 1949 hizo la profesión perpetua. El 29 de marzo de 1952 fue ordenado sacerdote en la catedral de Montevideo.

En 1953 fue Director del Seminario Menor San Francisco de Carrasco. En 1955 fue Director del Seminario Seráfico de Villa Gdor, Gálvez, Argentina. En 1959 fue Maestro de Novicios en San Francisco de Carrasco.

En 1961 se especializó en Europa como formador de novicios. En 1962 comenzó su misión como educador en el Colegio y Liceo Secco Illa de Uruguay, hasta 1974. Posteriormente fue párroco en Empalme y Colonia Nicolich. En 1976 fue maestro de novicios en la ciudad de Minas, Uruguay. A comienzos de 1983 fue destinado a la parroquia de San Enrique de Villa Gdor, en Gálvez. En 1987, fue nombrado párroco de Sta. María de la Ayuda, en El Cerro de Montevideo. A principios del año 2000, fue trasladado como párroco al Santuario Ntra. Sra. De Pompeya en Buenos Aires, donde permaneció tres años. Luego fue nombrado párroco en Mar del Plata. En 2007, regresó al Santuario de Ntra. Sra. de Pompeya.

Hoy, a sus 96 años, sigue sirviendo al Señor desde el confesionario, donde pasa horas cada día administrando el sacramento de la reconciliación.

P. Luis Pascual Dri.

Fuente: vaticannews.va

Fray Luis Dri: «Me impactó la primera vez que me dijeron: “Yo asesiné”»

Este capuchino argentino de 96 años recién nombrado cardenal no se plantea dejar el confesionario. «Nadie te puede dar esa felicidad que se siente cuando Dios te perdona».

El santuario de Nuestra Señora del Rosario de Nueva Pompeya es imponente. Se ubica en una zona de casas bajas, por lo que resalta aún más su altura y la arquitectura de castillo medieval. Se encuentra desde 1902 en una esquina del barrio al que dio nombre, en la periferia de Buenos Aires. En estas cuadras de la ciudad, entre los pobres y los trabajadores que van y vienen apurados, a pie o en decenas de líneas de autobuses, el santuario es un edén de paz.

Dentro del templo, en la enfermería de la provincia rioplatense de los capuchinos, reside uno de los cardenales cuya creación fue anunciada por el Papa Francisco el pasado 9 de julio, el Día de la Independencia en su patria: el humilde apóstol del confesionario y de la oración Luis Dri, fraile de 96 años. Recibe a Alfa y Omega con un rosario entre las manos. Antes de responder, se persigna.

¿Lo debemos llamar «eminencia»?
No, por favor. Apenas Luis. Un fraile loco. Soy un hermano franciscano que no valgo para nada.

Bio

  • 1927: Nace en Entre Ríos, en una familia de diez hijos. A los 4 años pierde a su padre
  • 1938: Ingresa en el noviciado capuchino en Uruguay
  • 1949: Hace sus votos perpetuos
  • 1952: Es ordenado sacerdote en Montevideo
  • 1953: Empieza a ejercer varios cargos como formador, para lo cual se especializa en Europa
  • 1974: Llega a la primera de cinco parroquias que ha tenido en Argentina y Uruguay
  • 2007: Se retira al santuario de Pompeya
  • 2023: El 15 de julio recibe el solideo de cardenal de manos del nuevo arzobispo de Buenos Aires

Pero ahora el Papa dice que usted es cardenal.
Bueno, el Papa en esto no proclama un dogma de fe. Sí, con él tenemos mucha comunicación, mucha química. Él cree que soy otra cosa, pero no soy nada. Me crié en el campo entre chanchos, vacas, ovejas y caballos. No tengo grandes conocimientos. Si bien pude estudiar y viajar a distintos países para aprender, no soy doctor en nada.

Francisco siempre destaca de usted que se doctoró en confesionario.
Con mucho cariño, entrega y sin cansancio. Creo que nunca dije que estoy cansado para atender en los horarios que puse, de mañana y tarde. Abre la iglesia y ahí estoy. Si hay necesidad de seguir, sigo.

¿De dónde le surge esta entrega?
Del hecho de que yo también necesito la confesión. Me he confesado desde niño. A veces algún cura no me trató bien. Tenía 8 o 10 años. En esos casos uno se siente mal. Se aprende a confesar reconociendo que uno también es pecador. Yo no soy más que vos, soy tan pecador como vos. Quiero que te vayas bien, con tranquilidad y sosiego, que no te vayas de acá diciendo: «El cura no me entendió, no supo decirme nada». Si venís con la mochila cargada, quiero que esa mochila la vacíen acá; que te vayas tranquilo. Viene gente con muchos problemas. Me acuerdo hace años, la primera vez que me dijeron: «Yo asesiné». Me impactó. 

En la toma de posesión del nuevo arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cueva. Foto: Mariana Semino.

¿Qué hizo?
El Señor me dio el don del sacerdocio. Y el Señor dijo: «A quienes perdonen los pecados, les serán perdonados. A quienes se los retengan, le serán retenidos». Por eso me siento feliz de poder decir que «por los méritos de la muerte y resurrección de Jesús, en nombre de la Iglesia, yo te absuelvo en nombre del Padre, del Hijo y el Espíritu Santo». No soy yo el que absuelve; es Jesús, por medio del Espíritu Santo. Esto es muy significativo. Es impagable. Nadie te puede dar esa felicidad que se siente cuando Dios te perdona y estás purificado. Soy administrador del sacramento de la Reconciliación, no su dueño.  ¿Cómo voy a decir que estoy cansado si otros pasan horas y horas para ganar un sueldo?

También es conocido por su entrega a los necesitados.
Nunca me olvidé de mi origen: Federación, en la provincia de Entre Ríos. Lo llevo grabado. Doy gracias a mi madre, que me enseñó a no despreciar a ningún necesitado. Cuando alguien llegaba a casa, que era raro, me decía: «Dale lo que tengas, cualquier cosa». Aunque nosotros no teníamos casi nada. Vivíamos del campo, de lo que podíamos cosechar.

¿Cómo llegó a ingresar en los capuchinos?
En Concordia, una ciudad cerca de Federación, los frailes acompañaron al párroco hasta mi pueblo. Me vieron en Misa ayudando y me engancharon. Uno de ellos fue a hablar con mi madre. Ella estaba feliz y contenta, no hizo problema en lo más mínimo. Un buen día me saqué la cédula para viajar y el 28 de enero del año 1938 llegué al noviciado de la provincia rioplatense de los capuchinos en Montevideo, en Uruguay.

El religioso en el confesionario del que no se separa hace años. Foto: Lucas Schaerer.

¿Qué significa para usted la oración?
La aprendí en casa. Desde chiquito rezaba el rosario. Ahora rezo los 15 misterios cada día porque entiendo, como decía el padre Pío, que es el arma más poderosa contra el demonio. Además, la oración es nuestra fuerza espiritual, nuestro alimento. En el capítulo 15 del Evangelio de san Juan Jesús dice: «Sin mí no pueden hacer nada». Soy feliz cuando estoy rezando. 

Usted conoció a Jorge Mario Bergoglio cuando era cardenal. Incluso fue su confesor. ¿Qué recuerda más de él?
Él era muy devoto de la Virgen del Rosario de Nueva Pompeya y tenía mucho cariño a los frailes. Para cualquier fiesta, tomaba el autobús —jamás taxi— y venía acá. Subía al camarín y, escondido, le rezaba a la Virgen de Pompeya. Le tiene un gran cariño. La Virgen es milagrosa. Porque fíjese en mi caso: tuve todas las enfermedades: cáncer de colón, de intestino, fracturas de costillas, las dos caderas, brazos, codos. Mi oncólogo me decía que no es normal. Yo digo que actuó la Virgen de Pompeya. Por eso invito a que se refugien en ella. Porque lo que no hace una madre no lo hace nadie. Jesús nos la entregó como madre.

Fuente: alfayomega.es – Lucas Schaerer – 23 de Julio de 2023.

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Sacerdote católico y agustino (OSA). Pedagogo, educador, evangelizador digital. Aljaraque (Huelva) España. Educación: Universidad Pontificia Comillas.
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