Vive la Pascua Dominical en la Eucaristía Parroquial.
Bañémonos en el agua y el Espíritu.
El Espíritu revolotea sobre nuestra vida y se convierte en vida en el bautismo. Agua y fuego, Espíritu y vida nos comunican el Amor del Padre que, en el Predilecto, nos hace también a nosotros garantes de su inagotable don-donación.Abrámonos al Espíritu, que lo hace todo nuevo, que se filtra alegre en nuestra existencia para que nos volvamos más hacia Dios. Que en la lucha por la paz y la justicia en tantos países, el Espíritu conduzca a los pueblos por sus veredas, donde alcanzarán la plenitud y una historia digna.Recordemos nuestro bautismo. Agradezcámosle al Señor este don. Y el Domingo a hacernos la señal de la cruz con agua bendita como memoria de tan extraordinario día, que “empapó” para siempre nuestra vida.
Fuente: Revista 21. Dibujo: Patxi Velasco FANO – Texto: Fernando Cordero, ss.cc.
Dios nos ha llamado y elegido para una misión sabiendo que somos las personas adecuadas y soñadas. Nos ha llamado para que, en continua relación con Él, seamos su presencia en el mundo.