Athenas V.: «Es paradójico, pero en esta época de ruido la música nos lleva al silencio y orar»
Canción del nuevo álbum «Todo Es Tuyo«.
22/Agosto: María, reina. María que en tu vida fuiste reina de la escucha, del servir, de la esperanza, de la luz, de la paz, del reino de Dios en lo ordinario… hoy eres coronada en el cielo por aquel HÁGASE.
Imagen de @FanoPatxi.
Entrevista a Athenas Venica
Más info: 1. Soy un medio para que la gente pueda encontrarse con Dios. Athenas Vénica. 2. Todo es tuyo. Nuevo disco de Athenas con tour por América y Europa.
Religión en Libertad. Texto: Pedro J.Ginel.
Del 24 de agosto al 10 de septiembre de 2018, Athenas Venica, la popular cantante argentina de música de alabanza y adoración, empieza su primera gira por España y Europa. Empezará -junto con muchos otros músicos cristianos- por el Festival Laudato Sii de Adra (Almería). Actuará después en Málaga, Marbella, Lucena, Jaén, Puente Genil, Orense, Madrid, Torrente, Barcelona y Getafe (en el marco del centenario de la Consagración de España al Sagrado Corazón), Muy conocida en Hispanoamérica, es la primera vez que visita España.
Explica a ReL cómo Dios le orientó a servir a través de la música y cómo ésta puede ser una herramienta imprescindible hoy, en una época de ruido, precisamente para llevar al silencio y la contemplación.
– ¿Cuándo te diste cuenta de que la música te acercaba a Dios?
-Recuerdo acompañar a mi mamá a su grupo de oración cuando era muy pequeña y ahí ya tener algunas experiencias de acercamiento a Dios por medio de la música.
» Después, a los 15 años, comencé el “proceso comunitario para la Confirmación”, del Movimiento de la Palabra. Allí por primera vez escuché varias canciones cristianas contemporáneas, que tocaron profundamente mi corazón. Podía experimentar que a través de la música la oración sea hacía como mas palpable en mi vida, iba más a lo hondo. Se daba la “diosidencia” de que muchos músicos eran coordinadores del grupo, cosa que no sucede siempre. Así el Señor me iba enamorando poco a poco de la música para Él.
– ¿Cómo decidiste usar tus dones musicales para servir a Dios?
– En el segundo retiro de ese año, nos proponían preguntarle a Dios qué es lo que Él quería para nuestras vidas. Yo recién había comenzado a cantarle a Él. La comunidad me decía que les ayudaba a orar. Realmente era una experiencia incomparable. Entonces le pregunté al Señor y Él me regaló la palabra donde Jesús le dice a Pedro: «De ahora en adelante serás pescador de hombres», en Lucas 5.
» Recuerdo experimentar muy fuerte en mi corazón que Él me enviaba con la música, en busca de las almas. Le conté esta experiencia a todo el mundo, en especial a mi padrino de confirmación, que fue muy importante en ese proceso y en motivarme a cantarle a Dios. Con él y otros hermanos formamos una banda cristiana en ese momento que se llamaba Sinaí.
– ¿Del 1 al 10, qué importancia crees que debería darle la Iglesia a la música en la Nueva Evangelización?
– Le daría un 10, aunque hay muchos otros puntos que también se merecen un 10, como el testimonio y todas las formas de anuncio de Cristo. Pero, sin dudas, hoy la música es un canal de evangelización muy fuerte y muy importante.
» La primera razón es que hoy vivimos en un mundo con tantos estímulos, tanto bombardeo de información, audiovisual, que es difícil hacer silencio, incluso poner atención. La música puede competir con todos esos estímulos y ayudarnos a hacer silencio y hablar y escuchar al Señor. Es paradójico, pero siento que sobre todo entre los jóvenes es así. La música para orar al final nos tiene que llevar a hacer silencio, a la contemplación.
» Por otro lado, la música es un lenguaje que se puede adaptar a cualquier tiempo, a cualquier cultura. Podemos presentar el mensaje de verdad de Cristo, su mensaje que es inmutable, con nuevos métodos y formas, como decía Juan Pablo II sobre la nueva evangelización. Y que ese mensaje pueda llegar realmente, en especial a las nuevas generaciones.
» Por último, aunque podría seguir eternamente hablando de este tema que me apasiona, creo que la música es un canal para mostrar la belleza de la Iglesia, la belleza del reino, la belleza del Señor. Hoy que está tan desvalorada la fe, tan menospreciada, la música hecha con amor, calidad, dedicación y sobre todo mucha oración, puede ser un medio para mostrar la belleza de Dios, la belleza de su Iglesia. Algo que escucho muy seguido en mi actual comunidad es que hay personas que van a la Eucaristía tal vez después de mucho tiempo y la música los hace volver y les ayuda a rezar después de mucho tiempo sin hacerlo. Doy fe de que es música hecha con mucho amor y oración.
– ¿Cómo distinguirías lo que es música de alabanza de música de adoración?
– A veces se utiliza el término “alabanza” como un término para todo lo que sea música de Dios. Pero técnicamente no es así. Pueden ser de avivamiento, de alabanza, de entrega, de adoración, de perdón, de amor de Dios, etc… Cada una se ajusta a un contexto específico. La palabra alabanza viene del Hebreo “Halal”, que significa alabar, celebrar, glorificar, cantar... Tiene más que ver con una acción exterior hacia Dios, de exaltación por quien es Él, celebrar quien es Él, su grandeza, su misericordia, agradecerle por sus obras.
» La adoración, en cambio, solo se le puede dar a Dios. Con ella damos culto a Dios mismo. Es un estado del Espíritu, que nos lleva a la contemplación y a reconocer que frente a la grandeza de Dios, nosotros no somos nada y le rendimos toda nuestra vida.
– A veces se habla de música «ungida» o «con unción»… ¿Cómo distinguir la música ungida de la que simplemente es bonita, o devocional?
– La unción tiene que ver con la unción que se hacía o se hace para simbolizar la consagración al uso sagrado. Cuando se ungía a alguien, el Espíritu Santo descendía sobre esa persona. Todos los bautizados somos “ungidos”, porque recibimos el Espíritu Santo. Pero este Espíritu lo podemos tener bien encendido, o apagado y olvidado, sin lugar en nuestro corazón.
» Creo que la música ungida tiene que ver con esa música que nos puede llevar al encuentro con el Señor. Son canciones que creemos que realmente han sido inspiradas a las personas, por medio del Espíritu Santo que vive en ellas. A muchos nos ha pasado que escuchamos esa melodía y automáticamente nos conectamos con Jesús, entramos en oración. Creo que pasa por ahí. También puede tener que ver con los músicos que ejercen el ministerio de música, que tocan con “unción”, que es, nada más ni nada menos, que tener al fuego del Espíritu Santo ardiendo en su vida y en su corazón y transmitirlo en su música. Eso también se siente.
– ¿Cómo ves que se use música cristiana de autores protestantes en entornos católicos?
– Es una pregunta controvertida. Yo puedo hablar de mi experiencia personal. Me dedico a esto porque escuché un CD de un hermano cristiano evangélico, que me motivó a hacer esto en mi Iglesia. Creo que el foco no debe estar en la prohibición, sino en la formación. ¡También hay canciones católicas con mala doctrina! Si una persona, por escuchar una canción con mala doctrina, cae en el error, ¿qué clase de formación le estamos dando? ¿Tan mala es? Creo que debemos fomentar la formación tan maravillosa y rica que tenemos, de tradición católica, magisterio, vida de los santos, amor a la Eucaristía… Así, jamás nadie podrá abandonar la Iglesia de Cristo.
» Por otro lado, creo que en la Iglesia falta mucho apoyo a los músicos católicos y a la música en general. Tenemos los tesoros más grandes: la Eucaristía, la Virgen, etc… Pero con el bombardeo audiovisual de muchísima calidad que hay hoy, se nos exige estar a la altura de las circunstancias, también en la evangelización a través de la música.
– Un ateo o materialista puede decirte «tu música hace sentir bonito, pero eso no demuestra, ni siquiera sugiere, que exista Dios o el Espíritu Santo; lo que sienten las personas religiosas en oración con música solo son efectos químicos y eléctricos en las neuronas»… ¿qué responderías?
– Le diría que los «efectos químicos bonitos» no hacen a la gente sanar del cáncer. Eso nos ha pasado en un concierto. Y no hacen que la gente cambie de vida o se transforme desde adentro. Son cosas que sólo puede hacer el Señor. Los «efectos químicos» son pasajeros, no dejan huella duradera. En cambio, la experiencia con el Señor cambia rumbos, cambia vidas, y eso sucede cuando nos encontramos con Él, ya sea por medio de la música o por otro medio.
– Es tu primera gira musical en España pero ¿has visitado antes el país?
– No, voy con mi esposo y nunca hemos ido a Europa. Es una emoción muy grande conocer España, un país con tanta cultura, tradición e historia. En especial porque en Argentina, la inmigración ha sido mayormente española e italiana, por lo que hay mucha cultura compartida. Pero tambien por la historia de la Iglesia en ese país, la obra de tantos santos que un día evangelizaron nuestro continente… Es como devolverles a los españoles un poquito todo lo que han hecho por nosotros.
– Este año España celebra un importante aniversario del Sagrado Corazón de Jesús… ¿qué expresa esta devoción para ti?
– En mi parroquia de cuando era chica, se practicaba mucho esta devoción. Hasta nos consagramos con mi familia. Creo que expresa ese amor misericordioso del Señor, que se entregó hasta el final por amor a mí, por amor a todos, en la Cruz. Es ese corazón que no tiene límites, ni condiciones, y donde yo me puedo refugiar.
– Imaginemos que un joven te dice: «Tu música me ayuda a rezar en casa, a mi manera, pero a misa no voy, porque el cura predica aburrido y no hay buena música»…
– Le respondería, por un lado, que así como Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo, Dios es tres personas, es comunidad, de igual forma tampoco nosotros podemos vivir nuestra fe solos. Una oveja sola es una oveja perdida.
» Por otro lado lo invitaría a hacer un buen retiro o una buena experiencia de iniciación en la fe, para que tenga su encuentro con Cristo y pueda decidir seguirlo con todo lo que eso implica. Generalmente las personas que hacen ese tipo de comentarios, aún no han tenido ese encuentro fuerte con Dios que los hace cambiar de vida, los hace comprender la importancia de la Eucaristía y la vida de gracia.
– También hay gente que dice «Creo en Dios o algo Superior a mi manera» pero que no quiere concretarlo en Jesucristo…
– No han tenido un encuentro con Jesús, que es Dios hecho hombre. Generalmente son personas que se sienten cómodas tal como están, no quieren que “nadie les diga lo que tienen que hacer”. Habría que darles testimonio personal de vida y con palabras, y además poder invitarlos a hacer alguna experiencia de fe. Como dice Benedicto XVI: “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva”.