Su construcción comenzó en el año 785 convirtiéndose en una de las muestras más importantes de arte musulmán en España.
Por su valor artístico e histórico, este conjunto arquitectónico merece ser visitado alguna vez en la vida.
Córdoba es una ciudad con un gran legado cultural y monumental, sobre todo, de su periodo más glorioso después de la conquista árabe en el siglo VIII, concretamente durante los califatos de Abd al-Rahman III y de su sucesor Al-Hakam II, convirtiéndose en una de las ciudades más extraordinarias de la Europa medieval comparable a Damasco, Bagdad y Constantinopla de aquel tiempo.
De este período es uno de los emblemas de la ciudad y de las obras fundamentales del arte hispano-musulmán, la Gran Mezquita, que se empezó a construir en el año 785 por orden de Abd al-Rahman I sobre la antigua basílica visigoda de San Vicente, erigida a su vez sobre un templo romano. Un logro artístico único debido a su tamaño y la altura de sus techos, convirtiéndose en el segundo templo más importante del mundo musulmán, solo por detrás de La Meca.
El conjunto es un ejemplo sobresaliente de la arquitectura religiosa islámica que tiene una parte romana y visigoda, otra parte bizantina, otra persa, y una parte novedosa, la andalusí. Se trata de un híbrido arquitectónico con elementos desconocidos que tuvo una gran influencia el arte musulmán.
El primer proyecto constaba de once naves y 110 columnas que ya presentaban el que, todavía hoy, es su rasgo más característico: los arcos dobles de medio punto y herradura bicolor de gran efecto cromático. Posteriormente la mezquita se ampliaría para dar cabida a todos sus fieles.
Con la conquista cristiana de Córdoba en el año 1236 por Fernando III se pone fin a cinco siglos de culto islámico, cuyo recinto quedó convertido primero en templo cristiano y, posteriormente, en catedral, y por eso ha llegado intacta a nuestros días.
Impresiona el Mihrab dentro del muro de la qibla, el lugar hacia donde se orientaba el rezo, está repleto de ricos mosaicos de diseños vegetales y geométricos, y la capilla Mayor en estilo gótico construida en medio del inmenso mar de columnas, y la capilla Real con una decoración en estilo mudéjar impresionante.
Fuente: La Vanguardia.
La Mezquita-Catedral fue declarada patrimonio de la humanidad el 9 de mayo de 1984 por la Unesco, hace 35 años.