Vive la Pascua Dominical en la Eucaristía en Casa y en la Parroquia.

En la escuela de Tomás

Jn 20,19-31. Más de una vez, sobre todo cuando las cosas se tuercen o nos envuelve la oscuridad, la figura de santo Tomás se nos hace muy próxima, casi simpática porque “empatiza” con lo que nos está aconteciendo. Tomás no quiere vivir de lo que le cuentan. Quizá los que le transmitieron el acontecimiento de la Resurrección no fueron lo suficientemente convincentes para él. Necesita tener la experiencia del encuentro con el Resucitado. El propio Jesús le concederá tocar sus manos y su costado. Igual que a nosotros en la eucaristía, cuando recibamos en la comunión su cuerpo en forma de pan, el pan de Vida. El banquete del entusiasmo es saborear el milagro del Amor de Dios que se nos comunica en la Resurrección de su Hijo.

Damos gracias a Dios por el don del papa Francisco, por su fe y su entrega hasta el final.

¡Concédenos, Señor, el don de la fe y de la alegría pascual! Sácanos de la duda persistente y ábrenos el costado de tu Amor.

Fuente: Dibujo: Patxi Velasco FANO – Texto: Fernando Cordero, ss.cc.

Fuera miedos – 2º Domingo Pascua, Ciclo C

Jn 20, 19-31. Hay situaciones muy oscuras donde uno se repliega sobre sí mismo, sin horizontes, sin objetivos, llenos de miedo y a la defensiva. El abrir las puertas, airearnos, encontrarnos con el otro, nos transforma, nos reanima, nos llena de alegría y paz, nos libera del miedo y la cobardía, nos abre horizontes nuevos e impulsa a anunciar la Buena Noticia y a dar testimonio. El encuentro con Jesús resucitado nos lanza al mundo para dar testimonio de lo que hemos visto y oído. En ocasiones no nos enteramos de su presencia, estamos a otras cosas, o corremos el riesgo de quedarnos instalados en el dolor sin contemplar la resurrección. La paz es signo de que todo comienza de nuevo.

Fuente:  Editorial Verbo Divino – EVD.

TIEMPO DE PASCUA – Ciclo C -La nueva conciencia y el entusiasmo de los peregrinos de la esperanza

La introducción a los domingo del tiempo de Pascua – ciclo C.

Fuente: José Cristo Rey García Paredes.