
Misa exequial por el Papa Francisco en el Vaticano.
Misa exequial por el Papa Francisco, 26 de abril de 2025.
«Un Papa con el corazón abierto»: Battista Re resume en su #homilía el alma del pontificado de Francisco.
Homilía completa del funeral del Papa Francisco. Del decano del Colegio de Cardenales en el funeral del Papa Francisco.
Funeral de Francisco: las mejores imágenes interiores y aéreas
En 90 segundos, la Santa Sede ofrece imágenes de la basílica y vistas aéreas de la multitud congregada para la misa por el alma de Francisco.
«Gracias»: las últimas palabras que pronunció Francisco minutos antes de su muerte
Un día después del fallecimiento del Papa Francisco, los medios de información vaticanos hacían públicas las que Salvatore Cernuzio definía como sus “últimas palabras”. Unas últimas voluntades que se resumían en un agradecimiento a quienes durante su convalecencia en el Gemelli e incluso mucho antes habían velado por su salud y persona. Entre ellos, Massimiliano Strappetti, el enfermero que –como él mismo dijo una vez– le salvó la vida al sugerirle la operación de colon y a quien el Pontífice nombró después su asistente sanitario personal en el 2022.
Desde entonces, Strappetti permaneció a su lado, máxime durante los 38 días de ingreso hospitalario en el policlínico Gemelli, así como las 24 horas diarias durante su convalecencia en la Casa Santa Marta, también el Domingo de Pascua, horas antes de fallecer.
La víspera habían acudido a la Basílica de San Pedro para repasar el «recorrido» que iba a hacer al día siguiente y asomarse a la Logia de las Bendiciones.
Tras ese instante del domingo por la mañana, Francisco quiso aparecer una vez más –sería la última- por sorpresa en la Plaza de San Pedro en el papamóvil.
“¿Crees que podré hacerlo?”, le había preguntado a Strappetti. Tranquilizado por su asistente, el pontífice se volcó en un abrazo a la multitud y en particular a los niños. Sería el primer paseo tras su salida del hospital Gemelli y el último de su vida.
Las últimas palabras
Fue entonces cuando, exhausto, pronunció aquellas palabras difundidas por los medios vaticanos y que serían las últimas de las que se tiene constancia: “Gracias por traerme de vuelta a la Plaza”.
Francisco descansó por la tarde, cenó y en torno a las 5:30 de la mañana aparecieron los primeros síntomas del malestar, con la rápida intervención de quienes estaban a su cargo.
Más de una hora después, tras saludar a Strappetti, tumbado en la cama de su piso en la segunda planta de la Casa Santa Marta, el Pontífice entró en coma. Según se menciona, no sufrió y todo sucedió rápidamente, según aseguran quienes estuvieron a su lado en esos últimos momentos.
La muerte fue, según describen los medios vaticanos, “discreta, casi repentina, sin largas esperas ni demasiado clamor para un Papa que siempre había mantenido su salud en gran secreto. Una muerte que se produjo al día siguiente de la Pascua, al día siguiente de haber bendecido a la ciudad y al mundo, al día siguiente de haber abrazado de nuevo, después de mucho tiempo, al pueblo”.
Fuente: religionenlibertad.com
Acción de gracias por la vida de Francisco
Amando a la Iglesia, necesitado de misericordia, dejándose guiar por el Espíritu.
Fuente: rezandovoy.org
El agustino español Luis Marín de San Martín destaca la huella que ha dejado Francisco en la Iglesia
COPE. 27 abril 2025. En ‘La Linterna de la Iglesia’, el subsecretario del Sínodo de los Obispos ha resaltado la cercanía, coherencia e impulso decidido de Jorge Mario Bergoglio hacia una Iglesia sinodal, alegre y misionera.
El subsecretario del Sínodo de los Obispos, Luis Marín de San Martín, ha repasado en ‘La Linterna de la Iglesia’ la huella que deja el Papa Francisco, resaltando su cercanía, su coherencia y su impulso decidido hacia una Iglesia sinodal, alegre y misionera.
El agustino español ha asegurado que no esperaban la noticia de su muerte repentina, destacando que «todos esperábamos su recuperación porque era un luchador, pero ya en la bendición de Pascua lo vimos muy tocado, en su rostro, en su voz”, poniendo el acento en que “su pontificado empezó pidiendo la bendición al pueblo y termina caminando entre ese mismo pueblo en la plaza de San Pedro. Se nos fue de forma rápida, pero no inesperada”.
El Papa que nos enseñó a llorar
Gracias Papa Francisco por tu vida tan fecunda: Aún tengo vivas en mi corazón tus primeras palabras: «¡Buona sera!… Ya sabéis que el deber del Cónclave es dar un obispo a Roma. Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo, pero estoy acá”. Yo era aún joven cuando sentí el llamado a la vida religiosa en la Compañía de Jesús, como jesuita, al estilo de Jesús pobre y humilde, como Ignacio de Loyola, como el Padre Arrupe y como tú, Francisco. Mi vocación es hija de tu Pontificado y mi fe ha sido formada y reformada en tu magisterio.
Amé cada uno de tus gestos: libres, espontáneos y escandalosamente evangélicos. Amé cada palabra escrita por tu filosa pluma. Amé cada uno de tus discursos, cada una de tus intervenciones públicas y tus posicionamientos en favor del amor y absolutamente fieles al Evangelio. Gracias por poner, con tu magisterio, el acento en estos tres verbos tan ignacianos: “alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señor”. Alabar alegremente a Dios por toda la creación ¡Alabado seas, mí Señor! Reverenciar tiernamente la vida toda. Servir con amor a todos y preferencialmente a los más pobres.
Gracias por devolvernos la alegría del amor y la fidelidad al Evangelio. Gracias por llamarnos a la fraternidad. Gracias por abrir las puertas de la iglesia, porque aquí hay lugar para todos, todos, todos. Una iglesia pobre y sencilla como tienda de campaña peregrina. Gracias por la Iglesia sinodal donde todos caminamos juntos. Gracias por alertarnos del terrible virus del poder y del clericalismo. Gracias por tu lucidez para detectar el grave mal que infecta nuestra vida religiosa: la mundanidad espiritual.
¡Perdónanos Francisco! Perdona a Nuestra Iglesia que no estaba preparada para un pontificado tan audaz y tan profético; un magisterio tan evangélico y tan cristiano. Como ayer, como hoy y como siempre, tu mensaje y fidelidad a Jesús de Nazaret nos resultaron supremamente incómodas e incomodamente revolucionarias. El Papa de los pobres que nos enseñó a llorar, a amar la fragilidad, a no caer en la cultura del descarte, a acoger la diversidad, a discernir y escuchar la realidad y a no dejarnos robar la esperanza. Has sido un siervo bueno y fiel. Ve contento al encuentro con tu Señor.
¡Andate en paz, Francisco! Dios ha estado grande con nosotros y estamos contentos por tu bella y fecunda vida. Ahora te lo pedimos nosotros a ti: por favor, ¡no dejes de rezar por nosotros! Me despido con las palabras de Santa Teresa de Jesús con las que terminabas tu mensaje para ésta, tu última Cuaresma: «Espera, espera, que no sabes cuándo vendrá el día ni la hora. Vela con cuidado, que todo se pasa con brevedad, aunque tu deseo hace lo cierto dudoso, y el tiempo breve largo» ¡Adiós, hermano Francisco!
Fuente: pastoralsj.org – Genaro Ávila-Valencia, sj.
El mundo despide al Papa Francisco en un funeral multitudinario e histórico
Uno de los momentos más emocionantes ha sido cuando los patriarcas de las Iglesias orientales se han acercado al féretro para pronunciar una oración en griego y árabe.
Párroco distingue la figura del Papa Francisco como el «Papa de la familia»
Declaraciones de Pablo Guerrero, párroco de la Parroquia de San Francisco de Borja y profesor de Teología en la Universidad Pontificia Comillas, quien tras el fallecimiento del Papa Francisco, ha subrayado que el sumo pontífice ha sido «el papa de la familia» y ha resaltado los tres sínodos universales convocados durante su pontificado como una hoja de ruta para el futuro eclesial, que pasa por «la familia, los jóvenes y la sinodalidad».
Fuente: europapress.tv