Vive la Pascua Dominical en la Eucaristía Parroquial.
Las parábolas de la misericordia, corazón del evangelio lucano. Jesús siempre va a buscarnos. Somos una pequeña pieza, pero sin cada uno de nosotros, su proyecto de amor no está completo. Él deja las 99 y nos busca… Así es Él.
Además de puzle, las parábolas nos invitan al juego de la vida: salir de la oscuridad a la luz. El Padre, que es la luz, viene a abrazar al hijo que se marchó y al que se le apagó la luz, la alegría y la esperanza.Así es Dios, el Padre de la Luz y de la Misericordia. El Padre que abraza y no castiga ni echa en cara –bastante tenía encima el arrepentido pródigo-.Pero, lo que más nos llama la atención de la parábola es que nosotros no estamos llamados a identificarnos con el pródigo o con el hijo mayor. Estamos llamados a identificarnos con el Padre que, con su corazón enorme, acoge al que se marchó y le hace una fiesta. ¡Cuánto cambiaría el mundo con más corazones como los del Padre!
Fuente: Revista 21. Dibujo: Patxi Velasco FANO – Texto: Fernando Cordero,ss.cc.
De vuelta
El seguimiento de Jesús hoy supone el haber sido perdonado y el atreverse a perdonar. Esta es, sin duda, una de las grandes aportaciones de los cristianos a este mundo globalizado.