Portada: El padre Alejandro Moral fue uno de los sacerdotes que concelebraron misa con el Papa el pasado domingo, en la gruta de San Pedro. – Foto: DB
El prior general de los agustinos, español y amigo personal del nuevo Pontífice.
Destaca la actitud de escucha de León XIV y cree que «en la Iglesia hay demasiadas opiniones extremistas que creen poseer la verdad y que no dejan espacio para los otros».
¿Cómo es el encuentro con un viejo amigo cuando a este lo eligen Papa?
Nos conocemos desde 1982. Los dos éramos estudiantes en el Colegio Santa Mónica, en Roma, así que imagínese. Aunque, si le digo la verdad, el encuentro fue como el de todos los días, solo que con más gente y más seguridad alrededor. En realidad ha sido corto, por respeto a todas las personas que también querían hablar con él. Me pidió que lo acompañara el sábado al santuario de Nuestra Señora del Buen Consejo y también estuve celebrando la Misa con él en la gruta de san Pedro. Me propuse llamarle Su Santidad, pero así de primeras no me salía.
¿Cómo lo está viviendo él? En el balcón se le vio impresionado.
Un poco sí. Nos decía que todavía se está asentando, asimilándolo. Él, por ejemplo, estaba habituado a conducir cuando viajaba o a manejarse solo. Ahora es distinto. Tiene que ir acompañado a todos los sitios. Y luego está el tema de tener que prepararse los discursos, los saludos. Lo está haciendo muy bien.
Prevost ocupó el cargo que ahora ocupa usted. ¿Qué destacaría de su labor de gobierno en la orden?
Lo primero que diría es que es un hombre de escucha, que reflexiona. No dice lo primero que se le pasa por la cabeza. Es inteligente. Tiene una formación muy buena. Entre otras cosas, estudió Derecho, y eso le facilitó el tomar decisiones ante las distintas situaciones jurídicas que surgían dentro de la orden. De hecho, cuando hay que tomar decisiones, las toma. También hay que decir que es muy buen compañero: te hace partícipe, sigue la conversación; cuando cree que tiene que hablar, interviene y goza con los demás. Si cuentas un chiste, se ríe.
¿Y él los contaba?
Que recuerde, no. Yo sí he contado alguno, pero él diría que no.
¿Cree que León XIV va a emular en la Iglesia universal esa forma de gobernar la orden que ha descrito?
Diría que sí. Va a seguir escuchando seguro, porque hoy es más necesario que nunca. Primero al Espíritu y después, lógicamente, a los consejeros que él nombre. Y luego, si tiene que tomar una decisión, lo hará. Pero, insisto, siempre escuchando y discerniendo primero. Solo escuchando y construyendo juntos se puede llegar a alcanzar lo que queremos.
¿Cómo valora el hecho de que haya un Papa agustino?
Estoy convencido de que va a ser una cosa buena, porque san Agustín es un padre de la Iglesia con una doctrina muy sólida y sabia. Va a poder alumbrar muchas situaciones concretas de los laicos, porque eso mismo es lo que hacía el santo con las personas que iban a escucharle. Vemos como ya, desde su primera alocución, cuando salió al balcón, se reconoció agustino y citó a nuestro fundador: «Con ustedes soy cristiano y, para ustedes, obispo».
¿Qué acento agustino cree que le puede dar León XIV a la Iglesia?
Lo dice él mismo en su lema: In Illo uno unum. Son unas palabras que pronunció san Agustín en un sermón, comentando el salmo 127, con las que explicaba que «aunque los cristianos seamos muchos, en el único Cristo somos uno». Al final, habla de estar todos unidos al que nos une, al que es la unidad, a Cristo. Esto es algo muy importante. Por eso creo que va a trabajar por la comunión y la unidad.
¿Andamos hoy escasos de unidad en la Iglesia? ¿O es un lema que se refiere más a la polarización en el ámbito civil?
Ambas. Seamos sinceros. En la Iglesia hay demasiadas opiniones extremistas que creen poseer la verdad y que no dejan espacio para los otros. Decir, como dijo un cardenal, «a ver si viene ahora un Papa católico», es demencial. A mí me ofendió mucho. Francisco, por supuesto, fue católico. Él quiso hacer llegar el Evangelio con las consecuencias que tiene el Evangelio, que es estar al lado de los necesitados, de los pobres.
¿Qué lectura hace del hecho de que haya un Papa de una orden religiosa, teniendo en cuenta que el anterior también lo fue?
Considero que las órdenes religiosas siguen teniendo mucha fuerza gracias a sus fundadores. San Agustín, por ejemplo, es un hombre moderno, de hoy. Benedicto XVI usó mucho su doctrina. En el Concilio Vaticano II fue la persona más citada —aparece 52 veces—, y esto tiene mucho valor porque es el concilio que quiere abrir la Iglesia al mundo. Hombre, en Europa los números están cayendo, pero, sobre todo, me preocupa que aquí somos incapaces de detenernos, de cultivar nuestra interioridad. Hay que mirar más nuestro corazón, no para tener momentos buenos, sino para ser felices.
Le pregunto por último por la paz. El Santo Padre la citó varias veces en su primer discurso y ha orientado sus primeros movimientos diplomáticos. ¿Va a ser una de sus prioridades?
Actualmente tenemos más de 30 conflictos activos en el mundo. Muchos en África, aunque no tan fuertes como el de Rusia y Ucrania, el de Pakistán e India o el de la Franja de Gaza. Es más necesario que nunca buscar la paz. Sin ella, la gente sufre, muere, pasa hambre… Eso hay que erradicarlo de una vez por todas.
Fuente: alfayomega.es – José Calderero de Aldecoa – 15 de Mayo de 2025
El burgalés que sucedió al papa: «León XIV es muy inteligente»
Alejandro Moral relevó en 2013 como prior general de los Agustinos a Robert F. Prevost, de quien es amigo íntimo. Y cree «muy difícil» que León XIV regrese a La Vid.
El burgalés Alejandro Moral (La Vid, 1955) considera que tiene vocación «desde los 3 años», cuando en el monasterio agustino de su pueblo «había cien frailes y yo los veía jugar, reírse, compartir…». Esa es, de hecho, la forma en la que él entiende la doctrina de San Agustín: «Es compartir. A mí me gusta mucho compartir y tener amigos». Se da la circunstancia de que uno de ellos es Robert Francis Prevost, de quien tomó el relevo en 2013 como Prior General de los agustinos y que hace hoy una semana fue nombrado Papa. «Nos conocemos desde 1982; toda una vida», cuenta Moral por teléfono, apenas cuatro horas después de haber compartido comida «en casa» con León XIV. «El martes suele ser el día libre de los pontífices y hoy [por el martes] ha venido. Conociéndolo, supongo que lo hará más días», explicó Moral, destacando que «lo hemos visto bien».
La Orden de los Agustinos la conforman en este momento 2.400 frailes, repartidos por buena parte del mundo y, casualidad o no, desde la elección de León XIV, «ha habido varios jóvenes que en lugares en los que ahora no tenemos vocaciones han preguntado por nuestro carisma, por nuestra identidad y por si ellos podrían comenzar un camino». En concreto, ha sucedido en Alemania, Austria y en Italia, en cuya capital reside Moral y donde trabajó doce años con Prevost. «Él era el Prior General y yo su vicario. Cuando terminó, [el Capítulo General de la Orden] me eligió a mí, pero seguimos en contacto y siempre le he consultado. E incluso cuando era cardenal y ya no dormía aquí, venía a rezar y a comer y comentábamos algún tema».
Así, el burgalés no oculta la alegría por el nombramiento de León XIV, que vivió en la plaza de San Pedro. Desde las ventanas de la casa de los Agustinos en Roma se ve la fumata, así que en cuanto escucharon estruendo de aplausos y comprobaron que ya era blanca, salieron. Y dado que el nombre de Prevost sonaba como posible sucesor de Francisco, no les sorprendió escucharlo. A su favor, destaca, tiene grandes cualidades: «Aparte de su enorme experiencia, porque es enorme, el Papa es una persona muy inteligente; se da cuenta enseguida de las cosas, no se le escapa nada, es como si siempre estuviera concentrado. Es muy prudente, sabe escuchar, juzgar y ver la oportunidad de intervenir o no intervenir. Y si debe tomar una decisión, lo va a hacer». A esto añade Moral su trayectoria misionera y, también, las vivencias adquiridas en los 12 años como Prior General, «porque estás siempre viajando». Y pone como ejemplo de ello su propia agenda: desde el pasado enero ha estado en India, República del Congo, Nigeria, República Checa y en una «misión secreta» en Asia. «Conoce muy bien los cinco continentes», señala, sin olvidar que ha completado bagaje como prefecto para el Dicasterio de los Obispos.
En la Orden hizo muchas cosas, pero la más importante fue crear lazos de unidad»
Todo ello le será de utilidad ante los dos grandes retos de los que León XIV ya ha hablado: la creación de puentes en busca de paz y el empleo. «Haber elegido la encíclica Rerum novarum, que se publicó en un momento social e histórico en el que era tan importante el tema del trabajo, puede marcar una línea, aplicada hoy a la revolución tecnológica», apunta, sin obviar que de su capacidad para avanzar en el primer y difícil objetivo, la búsqueda de la paz, habla su legado al frente de la Orden. «Hizo muchas cosas, pero lo más importante fue que creó lazos de fraternidad y unidad. Que sintiéramos que somos una familia, con nuestros problemas y dificultades, pero poniendo por encima de todo la fraternidad y el servicio», explica.
Ya se han interesado por nuestro carisma jóvenes en lugares en los que no tenemos vocaciones»
Parte de esa familia son, por supuesto, los agustinos de La Vid, que con tanto júbilo celebraron el nombramiento. Pero el padre Moral no quiere que nadie se llame a engaño y admite que cree «muy difícil» que León XIV regrese al monasterio burgalés: «Yo soy de allí y se lo podría pedir, que somos amigos íntimos, pero un viaje del Pontífice es complicado».
Fuente: diariodeburgos.es – GADEA G. UBIERNA / Burgos – jueves, 15 de mayo de 2025