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Canonización de Pablo VI y de Óscar Romero. 14 octubre.

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Santos actuales, modelos de vida cristiana.

El domingo 14 de octubre de 2018 Francisco presidirá las canonizaciones más esperadas de este año: Pablo VI y monseñor Óscar Romero.

La ceremonia comenzará a las 10:00 hora local en el Vaticano y será especial por el contexto: allí estarán presentes representantes de la Iglesia que están participando en el Sínodo sobre los jóvenes.

Ante ellos, Francisco canonizará al Papa que afrontó tanto nuevos como viejos desafíos: ayudó a clarificar la relación de autoridad entre el pontífice y los obispos, puso en relieve el papel de los laicos, abordó de frente las dudas suscitadas por la revolución sexual y, sobre todo, fue el primer pontífice que viajó por el mundo para que lo vieran fuera de Italia.

La otra canonización esperada es la de Óscar Romero, símbolo de la Iglesia que no se deja atar por sus propios benefactores. Romero alzó la voz para defender a quienes eran perseguidos políticamente y fue a contracorriente, incomprendido por algunos eclesiásticos y, finalmente, asesinado. 

No serán las únicas dos personas que canonizará Francisco ese día. También declarará santos a otros 5 beatos. El italiano Nunzio Sulprizio, que falleció a los 19 años; a los sacerdotes Vincenzo Romano y Francesco Spinelli y a dos religiosas; Maria Katharina Kasper y la boliviana Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús.

Fuente: Roma reports

CLAVES: ¿Quién fue Pablo VI?

Giovanni Battista Montini fue uno de los protagonistas de la Iglesia católica en el siglo XX. Fue número 3 del Vaticano con Pío XII; luego, arzobispo de Milán y a continuación Papa durante 15 años. Ahora Francisco lo declarará santo. 

¿QUÉ DESAFÍOS AFRONTÓ PABLO VI?

Fue elegido Papa el 21 de junio de 1963, en un momento de gran incertidumbre. 

Tras la primera etapa del Concilio Vaticano II, los 2,500 obispos no se ponían de acuerdo sobre qué temas tratar o incluso si continuarlo o clausurarlo. 

Él lo continuó y además le dio un tema central. Además, con su buen hacer consiguió que las conclusiones fueran aprobadas por unanimidad. Fue un Papa de diálogo. 

JOHANNES GROHE. Pontificia Universidad Santa Cruz (Roma).
“Era un trabajo enorme y la misión de Pablo VI fue llevar a buen puerto este gran concilio”. “Poner de acuerdo a todas estas personas sobre un tema concreto no fue una tarea fácil”.

ROBERTO PAGLIALONGA. Periodista.
“Pablo VI tuvo el gran desafío de concluir el concilio, y de concluirlo con decisiones y de un modo que no hiriera la comunión en la Iglesia”.

¿CUÁL FUE SU MENSAJE?

Fue Papa durante los años de la Revolución sexual, y escribió la encíclica “Humanae Vitae”. 

Mantuvo la doctrina cristiana sobre los anticonceptivos a pesar de la presión tanto interior como exterior para cambiarla. 

Pablo VI alertó de que la píldora anticonceptiva podía llevar a “perder el respeto a la mujer y (…) a considerarla como simple instrumento de goce egoísta y no como a compañera, respetada y amada”.

P. GILFREDO MARENGO. Autor, “La nascita di un’enciclica”.
“Se daba cuenta de que estaba relativamente solo tanto dentro como fuera de la Iglesia, pero en conciencia creía que no podía tomar una decisión diferente”.

Otro de sus textos más importantes se titula “Evangelii Nuntiandi”. En él explica que todos los católicos, y no sólo los sacerdotes o los religiosos, deben proponer el mensaje cristiano a los demás. Un anuncio que se hace con palabras y con gestos. 

MONS. GUIDO MAZZOTTA. Congregación para las Causas de los Santos.
“En este documento, Pablo VI habla de la centralidad y del deber del anuncio cristiano que además va unido con el servicio a los pobres, la justicia social, el progreso y la promoción humana”.

¿CÓMO CAMBIÓ AL PAPADO?

No fue una casualidad que eligiera el nombre de Pablo, porque éste encerraba un mensaje nuevo. 

P. ROBERTO REGOLI. Pontificia Universidad Gregoriana.
“Él viajó como San Pablo, el apóstol de la gentes. Fue el primer Papa que habló ante las Naciones Unidas. Allí presentó a la Iglesia como experta en humanidad. Su nombre era su programa, y lo concretó en hechos”.

Hizo 9 viajes durante los que visitó 19 países. Estuvo en EEUU, Irán, Filipinas, Colombia y Portugal. 

ROBERTO PAGLIALONGA. Periodista. 
“Fue el primer Papa que hizo viajes internacionales. De alguna manera así presentaba una Iglesia ‘en salida’, como después la ha definido muchas veces el Papa Francisco”.

También mostró que el sucesor de San Pedro no es un monarca y por eso, renunció a la triple corona papal. La vendió y entregó el dinero a la Madre Teresa de Calcuta. Desde entonces, ningún Papa ha vuelto a usarla.

Abrió el diálogo con la Iglesia ortodoxa. Un cisma les había separado hacía mil años, y él fue el primer sucesor de Pedro que se reunió con su líder, el Patriarca ecuménico de Constantinopla. 

ROBERTO PAGLIALONGA. Periodista.
“Paolo VI había centrado su pontificado en términos de diálogo con otras Iglesias cristianas”.

Fue sobre todo un Papa intelectual, que eliminó el

“Índice de los libros prohibidos para los católicos”, que existía desde 4 siglos antes. 

Falleció el 6 de agosto de 1978. Resumió así su vida: había intentado custodiar la fe y defender la vida humana. 

Fuente: Rome reports

CLAVES: ¿Quién fue Monseñor Romero?

El Papa Francisco canoniza el domingo 14 de octubre al arzobispo de San Salvador monseñor Óscar Arnulfo Romero. Será una de las ceremonias más importantes de su pontificado. 

INÉS SAN MARTÍN
Crux Now
“Es un momento importante para toda la Iglesia católica. Con esta ceremonia Francisco recuerda que la Iglesia católica de Latinoamérica tiene mucho que decir, y mucho que aportar. “Estamos hablando de una figura muy importante para El Salvador, pero no sólo. Hay un antes y un después en América Central después del obispo Romero”.

¿QUIÉN FUE MONSEÑOR ROMERO?

Óscar Romero nació en 1917 y se hizo sacerdote con 24 años. Fue nombrado arzobispo de San Salvador en 1977, cuando el país estaba atravesando una dura contienda civil.

Era un momento terrible. El gobierno de El Salvador había emprendido una feroz represión contra la izquierda para acabar con la guerrilla. Murieron asesinados sindicalistas, políticos e incluso sacerdotes y monjas.

El arzobispo de San Salvador denunciaba la violencia de ambas partes y pedía que abandonaran las armas. Por ejemplo, en esta homilía del día antes de su muerte.

“Yo quisiera hacer un llamamiento, de manera especial, a los hombres del ejército. Hermanos, son de nuestro mismo pueblo: Matan a sus mismos hermanos campesinos. Y ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice: «No matar»”.

¿CÓMO LO ASESINARON?

El asesinato conmocionó al mundo. Era el 24 de marzo de 1980, en plena guerra fría. 

El escuadrón de la muerte decidió dispararle cuando no se podía defender, durante la celebración de la misa en la capilla de un hospital. 

“Pasó hacia el altar para extender el corporal para hacer el Sacrificio. Cuando en ese momento no se escuchó ni ruido de vehículo, sólo entró el vehículo. Algunas versiones dicen que el asesino salió y disparó desde algún lado”.

Un disparo a sangre fría apagó para siempre su voz. Tenía sólo 62 años. 

¿CUÁL ERA SU MENSAJE?

Con gestos y palabras, Romero denunciaba las injusticias del régimen totalitario de El Salvador. Por eso, muchos lo llaman “el Obispo de los Pobres”. 

MONS. VINCENZO PAGLIA. Postulador de Monseñor Romero.
“Estaba con los más pobres. Y estar con los más pobres en aquel tiempo era la manera más eficaz de estar de parte del propio país”.

JOHN ALLEN. Crux Now.
“Desde su muerte en 1980, el arzobispo Óscar Romero fue un héroe para la Iglesia de los pobres. Cualquier católico del mundo que sueña con una Iglesia comprometida en la defensa de los castigados, los oprimidos y los maltratados, sigue el ejemplo de Óscar Romero”.

Era un sacerdote de fe profunda y sencilla. La Iglesia lo reconoce “mártir por odio a la fe”, pues no se rindió gracias a su fe. Y eso, le llevó a la muerte. 

¿POR QUÉ HAN TARDADO TANTO EN CANONIZARLO?

Tras su asesinato, algunos sectores marxistas se apropiaron de su figura y lo convirtieron en una bandera. Eso llevó a algunas personas de la Curia Vaticana a frenar la causa de beatificación unos 15 años. 

MONS. VINCENZO PAGLIA. Postulador de Monseñor Romero.
“La acusación de que era comunista se produjo en un momento de fuerte polarización. Era lo más común que se decía de alguien que estaba cerca de los más débiles y pobres”.

Sin embargo, a pesar de que se lo desaconsejaron, Juan Pablo II fue a rezar ante su tumba en las dos ocasiones que viajó a El Salvador; y lo incluyó en la lista de Testimonios de Cristo del siglo XX. 

También Benedicto XVI dijo que lo consideraba un santo, como dijo en una de sus conversaciones con periodistas en el avión. 

Curiosamente, ya lo ha incluido en su santoral la Iglesia Anglicana. Por eso, su estatua está en la Abadía de Westminster como uno de los diez mártires del siglo XX, junto a Dietrich Bonhoeffer y Martin Luther King.

Fuente: Rome reports

Óscar Romero sobre Pablo VI:  «¡Ese hombre de Dios es un santo!».

El 2 de julio de 1978, monseñor Romero retomó su habitual predicación dominical tras un viaje que debió realizar a Roma para aclarar al Papa Pablo VI «algunos malos entendidos surgidos de informaciones falsas o interesadas». ¡Cuánto disfrutaba monseñor de pasar unos días en Roma! Eso le daba la oportunidad de sentir con la Iglesia y vivir la comunión con el Pontífice muy de cerca, «porque allá donde saben cómo amo la sede del Sucesor de Pedro, no podrían dudar de mi fidelidad al Papa. He ratificado una vez más que moriré, primero Dios, y fiel al Vicario de Cristo».

No resulta extraño que, vuelto de Roma, monseñor Romero expresara en esa Misa dominical sus profundos pensamientos y sentimientos hacia el Papa Pablo VI, a quien amaba entrañablemente: «Cuando veía circular junto a la tumba de san Pedro peregrinaciones llegadas de todas partes del mundo, me parecían como el torrente sanguíneo de la humanidad, que pasa por el corazón para oxigenar después a toda la Iglesia. Porque eso es el Papa: ¡El corazón de la Iglesia! Todo aquel que oxigena su sangre es un miembro sano de esta Iglesia, que esta mañana vivimos en esta catedral de San Salvador y a través de la radio, junto a tantos que no han podido venir pero que siente este momento de plegaria que estamos elevando al Señor por nuestro Pontífice Paulo, en el 15 aniversario de su elección. ¡Ese hombre de Dios es un santo! Es un santo en su fragilidad, en sus 81 años atormentados por la artritis, casi arrastrando sus pasos, ¡pero con una mente lúcida! Y sobre todo un corazón que es todo un volcán de amor para la humanidad. El Papa es un hombre que no vive para sí, un hombre para el que todas las palpitaciones de su amor son para sentirse padre, conductor, guía, pastor de la humanidad. Un hombre con un corazón tan sensible que le hacen llorar las ingratitudes de sus malos hijos, pero le hacen sonreír el cariño de quienes lo aman y tratan de corresponderle. Un hombre bueno y santo, que sabe que el precio de amar al Señor es apacentar al mundo entero con un corazón gigante que no se acobarda ante las embestidas de tanta maldad, de tanta indiferencia de un mundo que se desacraliza, que le da la espalda a lo divino».

Estas fueron palabras muy sentidas de aquel arzobispo llamado Óscar Romero, que buscó siempre caminar por los senderos de santidad y de justicia que Dios le fue trazando, hacia un Papa que fue siempre inspiración para su vida sacerdotal y para hacer de su oficio episcopal una expresión viva de Jesús, el Buen Pastor. Felicidades a estos dos grandes santos de nuestro tiempo. Seguramente, si monseñor Romero viviese hoy, tendría los mismos sentimientos hacia el Papa Francisco. Y viéndolo ejercer su ministerio petrino, le diría: «Santidad, me basta verlo, en la plaza San Pedro y en cada viaje apostólico que realiza, amando a Dios con todo su corazón y a su rebaño con expresiones del pastor cercano que conoce a su ovejas y da la vida por ellas pero, sobre todo, porque usted es el Vicario de Cristo, aquel que me confirma en la fe y me enseña a amar con su propia vida, a dar la vida por sus ovejas. Ánimo Santo Padre, Él lo constituyó la roca sobre la que edificó su Iglesia y le prometió su presencia para siempre: “Yo estaré contigo hasta el fin de los tiempos, y las puertas del infierno no prevalecerán sobre ella”. Esté seguro de que siempre rezamos en El Salvador por usted. Que Dios le dé muchos años».

Monseñor Rafael Urrutia. Postulador de la causa de monseñor Romero.

Fuente: Alfa y Omega

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Sacerdote católico y agustino (OSA). Pedagogo, educador, evangelizador digital. Aljaraque (Huelva) España. Educación: Universidad Pontificia Comillas.
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