Conmovedor relato de humanidad.

El largometraje de animación El niño y el mundo (2013) dirigido por Alê Abreu fue nominado a la mejor película de animación en los premios óscares. 

El otro cine.

Un niño que sufre por la falta de un padre, deja su aldea y descubre un mundo fantástico, dominado por animales-máquinas y seres extraños. ‘El Niño y el Mundo’ es una película de animación extraordinaria, con muchas técnicas distintas, que aborda los problemas del mundo moderno a través de los ojos de un niño. Realizada con animación tradicional, y prescindiendo de los diálogos, el film propone dejar volar la imaginación a través de imágenes sencillas y asombrosas.

Desde ‘Blancanieves’ (1937) hasta ‘Persépolis’ (2007), nada cautiva nuestra imaginación como las películas animadas. Nos fascina la creación de mundos originales, únicos, que no podrían ser representados de ninguna otra forma. Es lógico, por lo tanto, que muchas veces nos encontremos viendo películas animadas que presentan mundos fantásticos, de ciencia ficción, mundos que no necesariamente se acercarían al nuestro.

Sin embargo, existen las películas animadas que buscan representar el mundo en que vivimos a través de otro enfoque, verlo como si no fuera propio y mostrarnos realidades que, de otra forma, podríamos desconocer. Este es el caso de ‘El Niño y el Mundo’ (‘O menino e o mundo’), una película brasilera dirigida por Alê Abreu que se estrenó el 2013 y fue nominada a los premios Oscar en la categoría de Mejor Película en Lengua Extranjera.

Fiel a su título, la animación de esta película está creada para asemejarse a los dibujos de un niño. Esta propuesta lleva a una animación que parece simple, pero se va complejizando a medida que avanza la historia. El uso del color sobre el fondo blanco mantiene nuestra mirada fijada en los pensamientos del niño, lo que él ve y lo que imagina. Por otro lado, nos encontramos con las fuerzas externas y antagonizantes, representadas más que nada en forma de collage a través de recortes de revistas.

Si bien la animación es indiscutiblemente genial, ‘El Niño y el Mundo’ pierde al espectador debido a su longitud (probablemente habría resultado mejor como un corto) y a la forma muy poco sutil en que busca hacer llegar su mensaje. En muchas ocasiones, los directores eligen tomar una posición más directa respecto a lo que buscan demostrar, y logran muy bien su objetivo. Sin embargo, para lograr que esto no se sienta fuera de lugar, es necesario mezclar elementos que sean coherentes con la narración, con la forma y el fondo de la película. Esto es algo que lamentablemente no se logra en ‘El Niño y el Mundo’, ya que el mensaje interrumpe en vez de hacer fluir la historia.

Por otro lado, la total falta de diálogo sí es coherente con la historia, incluso a pesar de su innecesaria longitud. La increíble música de Ruben Feffer y Gustavo Kurlat nos permite adentrarnos en el mundo del niño, marcando tato los silencios como las melodías de tal forma que su significancia tiene repercusiones importantes dentro de la historia. La misma narrativa nos llama a prestarle atención, y realmente la merece. En su totalidad, ‘El Niño y el Mundo’ es un proyecto muy ambicioso y de alta calidad que asombrará a muchos por su calidad técnica, a pesar de haberse perdido dentro de su propia complejidad.