Familia y vida

Papa Francisco: «María, una chica normal». Podemos ser como ella. Ave María.

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Francisco reivindica el Ave María: “Cualquier mujer del mundo puede imitar a María”.

Imagen de portada: Nuestra Señora de Bellavista venerada en la Parroquia Ntra. Sra. de Bellavista. Aljaraque (Huelva) España.

Papa Francisco habla de la Virgen María y su “normalidad” en los 11 episodios que forman el programa “Ave María” de la televisión de la Conferencia Episcopal italiana Tv2000.

Después del éxito que tuvo el año pasado el programa “Padre Nuestro” en el que el Papa Francisco conversaba a cerca de dicha oración con el capellán de la cárcel de Padua, Marco Pozza, Tv2000 (el canal de televisión de la Conferencia Episcopal Italiana) en colaboración con el Dicasterio para la comunicación del Vaticano, ha querido repetir el encuentro, aunque en esta ocasión será la oración del “Ave María” la que ocupe el tema de diálogo.

El próximo 16 de octubre dará inicio el primero de los 11 episodios en los que el Papa Francisco hablará de la Virgen, su «normalidad» y su santidad; diálogos que se emitirán cada martes, y que están recogidos en un libro que sale hoy a la vente en Italia y que en España, bajo la Editorial Romana y LEV, estará disponible en las librerías a partir del 23 de octubre.

«La Virgen es una muchacha normal, una muchacha de hoy, una muchacha no puedo decir de ciudad porque no estaba en la ciudad, sino en un pueblito, normal, educada normalmente, abierta a casarse, a formar una familia», explica Francisco en la emisión «Ave María».

Explicar el “Ave María”: la oración más querida en el mundo

El objetivo del programa es explicar la oración mariana más extendida en el mundo a través de entrevistas a mujeres relacionadas con el mundo de la cultura y del espectáculo, tales como la modelo y presentadora de televisión Michelle Hunziker, la periodista italiana Federica Angeli, así como historias de madres, esposas e hijos que contarán cómo la figura de María ha influido en sus vidas.

Esquema del programa

Cada uno de los once episodios – nueve dedicados al Ave María y dos al Magnificat – serán trozos de la entrevista al Papa Francisco, que se transmitirá integral el domingo 23 de diciembre. «Cualquier mujer en este mundo» – explica el Pontífice – «puede decir ‘pero yo puedo imitar a María’, porque es normal. Incluso su matrimonio virgen, casto, ha sido un matrimonio normal: trabajar, hacer la compra, hacer las tareas domésticas, educar al niño, ayudar al marido».

El «escándalo de la santidad»

El Papa Francisco explica cómo la santidad de Nuestra Señora «es fácil de decir; no de entender, pero sí de decir. Es la plenitud del Espíritu Santo en sí mismo. Es el Espíritu Santo quien la llenó, ella es consecuente con eso». Citando al escritor francés Joseph Malègue, el Papa explica cómo «el escándalo y la dificultad no es entender si Dios existe, sino comprender que Dios se convirtió en Cristo». Este es el escándalo. Y la Virgen está allí en el centro del escándalo. La santidad está en el centro de este escándalo. Tu no puedes entender la santidad sin entender este escándalo: que Dios se hizo Cristo, es decir ungido, hombre como nosotros».

José y María, una «hermosa pareja»

El Pontífice también habla del marido de María, San José: «Él era el esposo. Ella nunca le dijo a José: ‘Yo soy la madre de Dios, tú eres el empleado de Dios’, sino ‘tú eres mi marido’” explica el Papa. Ella – continúa – “le hacía la comida, hablaba con él, hablaban del hijo, compartieron la angustia cuando el niño a los 12 años se quedó en Jerusalén. Y ella escuchaba a José y obedecía a José. Las grandes decisiones las tomaba José, era normal en ese tiempo. Ella es la llena de gracia, él es el justo. El hombre observante de la palabra de Dios, justo. Hermosa pareja».

Entre las mujeres del programa, una madre de Plaza de Mayo

Entre las mujeres entrevistadas para «Ave María» destaca una periodista italiana de origen judío de noventa años, que huyó a Argentina en la década de 1930 debido a las leyes raciales y luego se convirtió en una de las madres de Plaza de Mayo por la muerte de su hija de diecinueve años en uno de los «vuelos de la muerte» organizados por la dictadura. «A una mamá que ha sufrido lo que sufrieron las madres de Plaza de Mayo yo le permito todo» – cuenta el Papa – «porque no se puede comprender cuál es el dolor de una mamá. Muchas veces dicen: ¿pero dónde estaba la Iglesia que en ese momento no nos defendió?». «Yo estoy callado, las acompaño. La desesperación de una mamá de Plaza de Mayo es terrible. Debemos acompañar y respetar el dolor, tomarlas de la mano».

Fuente: Vatican newsMireia Bonilla – Ciudad del Vaticano.

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Después del éxito de hace un año de las conversaciones sobre la oración del “Padre nuestro” entre el papa Francisco con el capellán de la cárcel de Padua, al norte de Italia, Marco Pozza, Tv2000 –el canal de televisión de la Conferencia Episcopal Italiana– ha vuelto a reunir a ambos personajes en torno al Ave María. Estos diálogos se transmitirán por televisión cada martes desde el 16 de octubre y están recogidas en un libro a la venta en Italia (Rizzoli y LEV) y que en España (Romana Editorial y LEV) estará disponible en las librerías a partir del 23 de octubre de 2018.

Una muchacha sencilla

En la presentación en Roma se han anticipado algunos de los contenidos de estas conversaciones. Para el Papa, “la Virgen es una muchacha normal, una chica de hoy, que no puede decir que es de ciudad porque ella no vivía en una, sino en una pequeña aldea, normal, educada con normalidad, dispuesta a casarse, a formar una familia…”, aunque el pontífice señala que imagina que “quería las Escrituras, las conocía, era una chica que había hecho su catequesis, pero desde el corazón”.

Esta naturalidad y normalidad de la Virgen hace, para Bergoglio, que “cualquier mujer del mundo puede decir ‘yo puedo ser como María’, porque es normal. También en su matrimonio virginal, casto, ha sido un matrimonio normal: trabajo, hacer la compra, las tareas de la casa, educar al hijo, ayudar al marido”. Algo que está en sintonía con la “clase media de la santidad” que Francisco ha propuesto tantas veces.

El sufrimiento de una madre

En la conversación, las madres están muy presentes. El propio Pozza le ha preguntado a Francisco por las madres de la Plaza de Mayo, a lo que el pontífice ha respondido justificando la “desesperación” de estas mujeres: “A una madre que ha sufrido lo que han sufrido las madres de Plaza de Mayo, yo se lo permito todo. Le permito decir de todo, porque no se puede llegar a entender cuál es el dolor de una madre”. Aunque a renglón seguido ha subrayado la importancia de acompañar el dolor.

Para Marco Pozza esta entrevista es una auténtica “catequesis” y las reflexiones del Papa pueden ayudar a redescubrir esta “hermosa oración” que tantas veces se reza de forma rutinaria.“El papa Francisco, que es capaz de narrar los misterios de Dios con la sencillez de los niños, con su presencia ha enriquecido  con imaginación y espiritualidad este gran viaje realizado bajo el signo de María”, señaló en la presentación en Roma

Fuente: Vida Nueva. Mateo González Alonso. 

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El nuevo libro-entrevista con Francisco dedicado al “Ave María”: «La élite no sabe qué significa vivir en el pueblo».

«Me la imagino como una chica normal, una chica de hoy, abierta a casarse, a crear una familia». El Papa Francisco habla de la Virgen y explica la oración del “Ave María” en el nuevo libro-entrevista con Marco Pozza, capellán de la cárcel de Padua, editado por Rizzoli y la Librería Editrice Vaticana. 

En el texto (algunos fragmentos fueron anticipados por el periódico italiano “Il Corriere della Sera”) Bergoglio dice: «Desde que nació hasta la Anunciación, hasta el momento del encuentro con el ángel de Dios, me la imagino como una chica normal, una chica de hoy, una chica no puedo decir de ciudad, porque ella es de un pueblito, pero normal, normal, educada normalmente, abierta a casarse, a crear una familia. Una cosa que imagino es que amaba las Escrituras: conocía las Escrituras, había hecho la catequesis, pero familiar, desde el corazón. Luego, después de la concepción de Jesús, aun una mujer normal: María es la normalidad, es una mujer que cualquier mujer de este mundo puede decir poder imitar. Nada de cosas raras en la vida, una madre normal: también en su matrimonio virginal, casto en ese marco de la virginidad, María fue normal. Trabajaba, iba a hacer las compras, ayudaba al Hijo, ayudaba al marido: normal». 

Subrayando el arraigo en el pueblo de María, Francisco retoma uno de los temas recurrentes del Pontificado: «La normalidad es vivir en el pueblo y como el pueblo. Es anormal vivir sin raíces en un pueblo, sin conexión con un pueblo histórico. En esas condiciones nace un pecado que le gusta mucho a Satanás, nuestro enemigo: el pecado de la élite. La élite no sabe qué significa vivir en el pueblo y cuando hablo de élite no me refiero a una clase social: hablo de una actitud del alma. Se puede pertenecer a una Iglesia de élite. Pero, como dice el Concilio en la “Lumen gentium”, la Iglesia es el santo pueblo fiel de Dios. La Iglesia es pueblo, el pueblo de Dios. Y al diablo le gustan las élites». 

«La re-creación comienza con María, con una mujer sola», afirma el Papa Bergoglio: «Podemos pensar en las mujeres solas que sacan adelanta la casa, que educan solas a los hijos. He aquí, María está todavía más sola. Sola comienza esta historia, que prosigue con José y la familia; pero al comienzo la recreación es el diálogo entre Dios y una mujer sola. Sola en el momento de la anunciación y sola en el momento de la muerte del Hijo». 

Francisco recuerda también la trágica historia de su país, Argentina, y los sufrimientos de las madres de los desaparecidos: «A una mamá que ha sufrido lo que han sufrido las mamás de la Plaza de Mayo yo le permito todo. Puede decir todo, porque es imposible comprender el dolor de una mamá. Alguna me dijo: “Quisiera ver por lo menos el cuerpo, los huesos de mi hija, saber en dónde fue sepultada” […] Existe una memoria que yo llamo “memoria materna”, algo físico, una memoria de carne y hueso. También esta memoria puede explicar la angustia. Muchas veces dicen: “Pero, ¿dónde estaba la Iglesia en ese momento, por qué no nos defendió?”. Yo me quedo callado y las acompaño. La desesperación de las mamás de la Plaza de Mayo es terrible. No podemos hacer nada más que acompañarlas y respetar su dolor, tomarlas de la mano, pero es difícil». 

El Pontífice comenta también una frase que dijo el Papa Luciani sobre la maternidad de Dios. «Diciendo que Dios es papá y mamá, el Papa Juan Pablo I no dijo nada extraño. Lo dijo Dios de sí, mediante Isaías y los demás profetas: se presentó como una mamá: “Te cuido como una mamá, una mamá no puede olvidarse de su niño, y aunque lo hiciera, yo no podría hacerlo nunca” (Is., 49, 15)». 

Francisco subraya lo que el arcángel Gabriel le dice a la Virgen en el momento de la anunciación: «El ángel no le dice a María: “Llena eres de intelecto, eres inteligente, eres llena de virtud, eres una mujer ultra-buena”. No: “Llena eres de gracia”, es decir de gratuidad, de belleza. La Virgen es la bella por excelencia. La belleza es una de las dimensiones humanas que demasiado a menudo descuidamos. Hablamos de la verdad, de la bondad y dejamos a un lado la belleza. En cambio, es importante como las demás. Es importante encontrar a Dios en la belleza». 

El Papa explica que «María no puede ser la mamá de los corruptos, porque los corruptos venden a la mamá, venden la pertenencia a una familia, a un pueblo. Solo buscan el propio beneficio, sea económico, intelectual, político o de cualquier tipo. Toman una decisión egoísta, diría satánica: cierran la puerta desde dentro. Y María no logra entrar. Por esto la única oración para los corruptos es que un terremoto los conmueva de tal manera que se convenzan de que el mundo no comenzó ni acabará con ellos […] María es madre de todos nosotros, pecadores, desde el más hasta el menos santo». Y también el Pontífice, como ha hecho en tantas otras ocasiones, se define a sí mismo un pecador: «Es la realidad. Si dijera de mí que no soy un pecador, sería el corrupto más grande». 

Fuente: Lastampa

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Sacerdote católico y agustino (OSA). Pedagogo, educador, evangelizador digital. Aljaraque (Huelva) España. Educación: Universidad Pontificia Comillas.
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