Se espera que se congreguen familias de 120 países.
Santa Misa presidida por el Papa León XIV – 1 junio 2025. En el Jubileo de las familias, niños y abuelos.
Jubileo: la Fiesta de la Familia cierra el mes mariano en San Juan de Letrán. En el corazón de Roma, música, oración y testimonios familiares se unen en una vigilia con el rezo del Rosario. En la plaza, se repartieron diez mil ejemplares de la nueva “Biblia del Niño”, de la Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre.
Comienza el Jubileo de las Familias con miles de peregrinos del mundo entero. Más de 60 mil fieles de 120 países se reúnen desde hoy en Roma para celebrar el Jubileo de las Familias. Durante tres días, la capital italiana se transforma en un espacio de fe, oración y comunión, culminando con la Misa presidida por el Papa León XIV en la Plaza de San Pedro.
Roma celebra este fin de semana el Jubileo de las Familias: «Una gracia tremenda». Este fin de semana en Roma se celebra el Jubileo de las Familias para que miles de padres, abuelos e hijos de todo el mundo puedan cruzar la Puerta Santa en la Ciudad Eterna. Entre las familias que acudirán, muchas son españolas, hoy en ‘Ecclesia Al Día’ de TRECE, hemos hablado con Aurora y Miguel Ángel un matrimonio de Jerez con 6 hijos que se ha desplazado a Roma con todos los retoños.
Programa
Sábado 31 de mayo
18:30-20:00: “Fiesta de la Familia” y Vigilia de oración (Piazza S. Giovanni in Laterano)
• con rezo del Rosario en conclusión del mes mariano
Domingo 1 de junio
– 10:30: Santa Misa presidida por el Santo Padre (Plaza de San Pedro)
Más info del Programa.
60 mil fieles camino a Roma para participar en el Jubileo de las familias, niños y abuelos.
Se espera que en los 3 días de jornadas se congreguen familias de 120 países. El domingo, el Papa presidirá la Celebración Eucarística.
Este fin de semana, del 30 de mayo al 1 de junio, Roma acogerá a más de 60 mil peregrinos para celebrar, de forma especial, el Jubileo de las familias, niños, abuelos y ancianos.
Un evento que se espera congregue a personas y familias de 120 países. Países como Italia, España, Portugal, Estados Unidos y Polonia, contarán con una representación, sin embargo, diversas naciones latinoamericanas harán acto de presencia por medio de sus peregrinos.
Tres días marcados por la oración y la celebración
“Serán tres días repletos de actividades y propuestas, marcados por momentos de oración, reflexión, celebración y encuentro”, explican desde el Dicasterio para la Evangelización. Entre las actividades destacan peregrinaciones hacia las Puertas Santas, encuentros interculturales, diálogos y momentos de oración.
La primera jornada, el 30 de mayo, desde las 8:00 hasta las 17:00 horas, las familias van a peregrinar a las Puertas Santas; posteriormente, se llevarán a cabo los “los Diálogos con la ciudad: eventos de carácter cultural, artístico y espiritual en las plazas del centro histórico de Roma, organizados por diversas instituciones, asociaciones y movimientos vinculados a la pastoral familiar”.
El segundo día, el 31 de mayo, las peregrinaciones continuarán en el mismo horario, sin embargo, la Puerta Santa de San Pedro no estará disponible desde las 8:00 hasta las 14:00. Sin embargo, “el momento culminante del sábado será por la tarde, de 18:30 a 20:00, en la Plaza San Juan de Letrán, con la Fiesta de la Familia y la Vigilia de Oración”, el evento tendrá un ambiente de festividad a través de la música y de los testimonios que serán compartidos.
La celebración incluirá la distribución de 10 mil copias de la nueva edición de la “Biblia del Niño” en cinco idiomas, español, inglés, italiano, francés y portugués, en los accesos a la Plaza San Juan.
Finalmente, para concluir el Jubileo dedicado a las familias, el Santo Padre presidirá la Celebración Eucarística a las 10:30 el domingo 1 de junio.
Fuente: cope.es – Ana Palacios de Elías – Madrid – 29 may 2025.
Las familias inician su Jubileo en la soleada Roma.
Este viernes comienza el Jubileo de las Familias, un gran acontecimiento que reunirá en Roma a unos 60 mil padres, hijos y abuelos. Aleteia fue a su encuentro en la Piazza Pia, punto de partida obligatorio para los peregrinos que pretenden atravesar la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro
Al final de la Via della Conciliazione, las campanas de la Basílica de San Pedro marcan las nueve en punto. En el otro extremo de la famosa avenida, en la Piazza Pia, varios miles de peregrinos esperan para hacer el corto peregrinaje hasta la Puerta Santa.
Para pasar el tiempo, un grupo de unos cincuenta suizos del Tesino -el único cantón de habla italiana de Suiza- empiezan a cantar «Laudato si'», el famoso himno de san Francisco de Asís. Entre ellos se encuentra Sonia, que viene por tercera vez a Roma con su marido y sus tres hijos, y que está encantada de poder «vivir aquí la experiencia de la Iglesia universal».

Esta madre es miembro de «Famiglia in rete», que significa «Familia en red». Esta es una organización que cada año realiza eventos para que las familias católicas puedan reunirse más a menudo para compartir su fe juntas.
«Para las familias, es importante tener puntos de referencia, poder conocer a otras familias que intentan educar a sus hijos con los mismos valores», explica, testimoniando que a menudo se encuentra «aislada» como católica en una sociedad cada vez más laica.
«Por encima de todo, nuestras familias necesitan paz»
Delante de los suizos, los peregrinos se hicieron fotos para inmortalizar el momento. Entre ellos, el Padre Samuel, de Camerún, está especialmente orgulloso de haber conseguido traer a 50 peregrinos de su país. «Es un momento intenso de oración, encuentro y camino espiritual», explica.
Él y su grupo han pasado los últimos días en Asís, siguiendo las huellas de san Francisco, antes de dirigirse a Roma para iniciar su recorrido por las principales basílicas. «Estamos deseando que llegue la Misa para recibir su bendición», dice.

Junto a él, Teresa, responsable de la pastoral familiar de la Conferencia Episcopal de Camerún, está encantada de poder «experimentar la gracia del Jubileo».
«En nuestro país, nuestras familias necesitan ante todo la paz, para poder vivir en un clima de comprensión, sin las guerras fratricidas que desgarran nuestras regiones», insiste, explicando que reza para que las próximas elecciones se desarrollen pacíficamente y traigan la serenidad a las familias camerunesas.
«Luz, esperanza, alegría y jabón»
En la larga cola que espera bajo el sol del verano en Via della Conciliazione está Gabriele, un joven scout de Palagonia, en Sicilia. Ha venido con su familia para unirse a un grupo creado por su parroquia, y ha hecho un poco de repaso antes de explicar qué significa para él el Jubileo. «¡El Jubileo es luz, esperanza, alegría y jabón!» El sacerdote que le acompaña se echa a reír: «¡El jabón es para ilustrar el perdón, que lava nuestros pecados!», explica.
Gabriele está deseando estar en Roma con sus amigos, visitar la ciudad y pasar bajo las puertas santas de las grandes basílicas. Está impaciente por asistir a la Misa celebrada por León XIV, que le parece «muy amable».

El reto de la transmisión
Cada dos minutos, un grupo se dirige a la Puerta Santa, pero la cola es larga. Detrás de la veintena de grupos hay algunos franceses, los últimos en llegar. Entre ellos está Grégory, de 47 años, ordenado diácono hace ocho meses para la diócesis de Arras y también muy contento de conocer al nuevo Papa este domingo. «Con este paso de las antorchas tras la muerte del Papa Francisco, tenemos a la vez emoción y curiosidad por ver al Papa León XIV en carne y hueso», subraya.
Acudió como parte de un grupo diocesano con su mujer, pero sin sus hijos. «Vienen este verano para el Jubileo de los Jóvenes, y como no podíamos venir con ellos, decidimos hacer nuestra peregrinación durante el Jubileo de las Familias», explica.

Para él, el reto más importante para las familias es el de la «transmisión»:
«Como padre y como diácono, el reto importante para nuestras familias es conseguir transmitir la fe a nuestros hijos. Después, ellos pueden hacer lo que quieran con ella, pero nosotros tenemos que darles lo mejor de lo que creemos, aunque no sea fácil en la sociedad actual», subraya.
Mientras Grégory se reúne con su grupo, los peregrinos brasileños empiezan a caminar detrás de una cruz hacia la puerta santa de la Basílica de San Pedro y comienzan la letanía de los santos en portugués.
Fuente: es.aleteia.org
Jubileo: Vivir la alegría del estar juntos al estilo de la familia Martin.
En el marco del evento jubilar dedicado a las familias, la Comunidad del Emmanuel, originaria de Francia, organizó un encuentro en la iglesia de «Trinità dei Monti» con oración, juegos y reflexión, inspirados por el ejemplo de la familia Martin.
Construir «día a día un ambiente lleno de fe y amor». En estas palabras, el Papa Francisco reconoció el corazón de la santidad doméstica, representada por Louis Martin y Marie-Azélie Guérin —Zélie, como la llamaban—, los primeros esposos canonizados juntos, el 18 de octubre de 2015. Desde ese hogar impregnado de oración y dedicación, “nacieron” las vocaciones de sus hijas, entre ellas, santa Teresa de Lisieux, como recordó el Papa: “quien fue, entre otras, la flor que brotó de esa tierra sagrada”.
Su ejemplo inspira los días del Jubileo dedicados a la familia, los niños, los abuelos y los mayores. Entre los eventos que enriquecen Roma estos días, y en el marco de los «Diálogos con la ciudad», la Comunidad del Emmanuel organizó este viernes 30 de mayo una serie de actividades en la iglesia de Trinità dei Monti, dedicada justamente a “Santa Teresina”, a quien el Papa Francisco tenía en gran estima, tanto que su presencia simbólica, a través de una rosa blanca, está presente en su tumba en la basílica de Santa María la Mayor.
«Crear comunidad»
Bertrand, un voluntario de la Comunidad del Emmanuel, que reúne laicos —casados, célibes, consagrados— y sacerdotes de todo el mundo comprometidos con la misión de la Iglesia a través de la adoración, la compasión y la evangelización, compartió con los medios vaticanos el propósito de esta actividad: “Crear comunidad”. Esta es una misión que, como él enfatiza, interpela “a cada uno de nosotros”.
Mientras turistas y peregrinos, sin que el sol romano les impida su paso, suben las famosas escaleras hacia la iglesia, entre las seis capillas laterales, se pueden ver grupos de personas, fácilmente identificables por las bandanas del Jubileo que llevan al cuello. El italiano se va desvaneciendo, dando paso al francés, como si las mismas piedras de la iglesia quisieran recordar las raíces galas que la nutren.
«Frente al altar», comenta Bertrand, «hemos recibido un relicario que llegó desde Lisieux». Dentro, un hueso del pie de Santa Teresa, la cadena de Zélie y el reloj de Louis. Objetos humildes, pero llenos de eternidad. «Una familia que desea inspirar a otras». Al lado del relicario, sacerdotes ponen sus manos sobre familias, parejas, niños: un gesto simple, pero cargado de Espíritu. Algunos comparten sus historias en voz alta, otros las dejan escritas en pequeños papeles junto al relicario. A cambio, reciben una cita bíblica para llevar consigo, como una caricia, en muchos idiomas diferentes.
El juego infantil
Mientras tanto, los niños no dejan de jugar. No por distracción, sino porque el jardín cercano les llama con la voz alegre del juego. “De lo espiritual, a la diversión, al estar juntos”, resume Bertrand. El espacio verde junto a la iglesia se convirtió en un pequeño epicentro infantil: gritos de alegría interrumpen suavemente el silencio del claustro, que alberga una exposición fotográfica dedicada a Santa Teresa, y del refectorio de los Mínimos, la orden fundada por San Francisco de Paola, primer custodio de este lugar.
Un fútbol humano, ajedrez gigante. “Esta mañana le decía a los otros voluntarios: no sé cuántas personas vendrán. Tal vez pocas, tal vez muchas… bueno”, sonríe Bertrand mientras pasa un balón a los niños que improvisan una partida, “creo que hemos superado todas las expectativas”.
La fe vivida en familia
Después del juego, llega el agua fresca y el jarabe de menta, un recuerdo líquido de Francia. Para quienes buscan un momento más íntimo, la capilla de la Mater Admirabilis, con su fresco de 1844 pintado por la joven novicia Pauline Perdreau, es un refugio silencioso donde la oración se convierte en mirada y respiración. “Nos gustaría que siempre fuera así”, concluye Bertrand, “porque es en familia, en comunidad, donde la fe se vive de verdad”.
El atardecer acaricia la ciudad mientras comienza la misa vespertina, seguida por una vigilia de oración introducida por Gabriella Gambino, subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. El evento concluyó con una mesa redonda titulada con la claridad de una promesa: “Cómo vivir la alegría de la esperanza como familia, como pareja, siguiendo el ejemplo de la familia Martin”.
Fuente: vaticannews.va – Edoardo Giribaldi – Roma.