Portada: El Papa junto al agustino Robert Prevost. Conferencia Episcopal Peruana.
El agustino Robert Prevost sustituye al cardenal Marc Ouellet el frente de la Congregación de Obispos.
27 agosto 2013. Los agustinos se reúnen en Roma para elegir prior general y definir planes de futuro.
Uno de los cargos más importantes en la Curia vaticana es el de prefecto de la «Congregación de Obispos». Su principal tarea es seleccionar a los nuevos obispos, responsables del gobierno de la Iglesia católica en las diócesis. Desde hace casi trece años se encargaba el cardenal Marc Ouellet, de 78 años. El Papa ha aceptado este lunes su renuncia «por motivos de edad» y lo ha sustituido con el ex prior general de los agustinos, Robert Prevost, de 67 años, y hasta ahora obispo de Chiclayo, en Perú.
Se trata de un cargo tradicionalmente ocupado por un cardenal, y por eso el nombramiento abre las puertas a un posible consistorio exprés para crear nuevos purpurados en los próximos meses, quizá después del verano.
Prevost tiene un currículum impecable para la visión internacional que exige su nueva tarea. Nació en Chicago (EE.UU.) en 1955. Su padre era de ascendencia franco italiana y su madre de ascendencia española. Antes de hacerse religioso, estudió Matemáticas y Filosofía en la Universidad Villanova de Pennsylvania. Se ordenó sacerdote a los 26 años y poco después marchó como misionero en Perú.
En 2001, a los 46 años, fue elegido prior general de los agustinos, cargo que desempeñó hasta 2013. Tuvo a su cargo una orden religiosa con presencia en más de 50 países de todos los continentes. En 2014 el Papa Francisco lo nombró primero «administrador apostólico» obispo de Chiclayo, en Perú, con la difícil misión de calmar las aguas en la conferencia episcopal, muy dividida en aquel periodo. Debió hacerlo bien, porque esta vez pone en sus manos uno de los dicasterios más delicados. De sus decisiones depende la marcha de la Iglesia a nivel local.
A partir de ahora se ocupará de «consultar y verificar» los candidatos para gobernar diócesis. El cardenal Marc Ouellet explicó en abril de 2021 que cada tres años los obispos de las archidiócesis metropolitanas presentan una lista «de promovendis», o sea, de sacerdotes que consideran aptos para el episcopado. Con ella, el nuncio abre una serie de «consultas reservadas» sobre las personas que aparecen en la lista y transmite su veredicto a la la «Congregación de Obispos», que trabaja con estas candidaturas para cubrir las sedes vacantes. La decisión final es del Papa.
Aunque Robert Prevost no se incorporará al trabajo hasta el 12 de abril, ya desde Perú podrá empezar a preparar su tarea. Tendrá también mucho que hacer en España, donde hay cinco diócesis vacantes, otras doce en las que el obispo ha cumplido la edad de jubilación (75 años), y otras cuatro en las que el obispo cumplirá 75 años en los próximos meses.
Fuente: abc.es – Javier Martínez-Brocal – 30/01/2023.
Nuevo Prefecto del Dicasterio para los Obispos y Presidente de la CAL
Tras la renuncia presentada por el Cardenal Marc Ouellet, por límite de edad, el Santo Padre ha designado como sucesor para ambas funciones a Monseñor Robert Francis Prevost, O.S.A, quien hasta ahora se desempeña como obispo de Chiclayo, en Perú.
Al mediodía de Roma de este lunes 30 de enero, la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha informado, en su boletín diario, que el Papa Francisco ha aceptado la renuncia presentada, por límite de edad, por el Cardenal Marc Ouellet de los cargos de Prefecto del Dicasterio para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, la CAL.
El Santo Padre ha llamado para sucederle en ambos a cargos a Monseñor Robert Francis Prevost, O.S.A., hasta ahora Obispo de Chiclayo (Perú), confiriéndole al mismo tiempo el título de Arzobispo – Obispo Emérito de Chiclayo. Tomará posesión de su cargo el 12 de abril de 2023.
Señas biográficas
Mons. Robert Francis Prevost, de 67 años, nacido en Chicago, Illinois (EE.UU.), el 14 de septiembre de 1955, entró en el noviciado de la Orden de San Agustín (OSA) en 1977, en la provincia de Nuestra Señora del Buen Consejo, en San Luis. Emitió sus votos solemnes el 29 de agosto de 1981. Estudió en la Catholic Theological Union-Chicago, donde se licenció en Teología.
A los 27 años, fue enviado por la Orden a Roma para estudiar Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino (el Angelicum). Fue ordenado sacerdote el 19 de junio de 1982. Obtuvo su Licenciatura en 1984, luego fue enviado a trabajar en la misión de Chulucanas, Piura-Perú (1985-1986).
En 1987 obtuvo el doctorado con la tesis: «El papel del prior local de la Orden de San Agustín». Ese mismo año fue elegido Director de Vocaciones y Director de Misiones de la Provincia Agustiniana ‘Madre del Buen Consejo’ de Olympia Fields, Illinois (EE.UU.). En 1988 fue enviado a la misión de Trujillo como director del proyecto de formación común para los aspirantes agustinos de los vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac. Allí fue prior de comunidad (1988-1992), director de formación (1988-1998) y profesor de profesos (1992-1998). En la Archidiócesis de Trujillo fue vicario judicial (1989-1998), profesor de Derecho Canónico, Patrística y Moral en el Seminario Mayor «San Carlos y San Marcelo».
En 1999 fue elegido Prior Provincial de su Provincia «Madre del Buen Consejo» (Chicago). Al cabo de dos años y medio, el Capítulo General Ordinario le eligió Prior General, ministerio que la Orden le confió de nuevo en el Capítulo General Ordinario de 2007. En octubre de 2013 regresó a su Provincia (Chicago) para ser maestro de profesos y vicario provincial; cargos que desempeñó hasta que el Papa Francisco le nombró administrador apostólico de la Diócesis de Chiclayo (Perú) el 3 de noviembre de 2014, elevándole a la dignidad episcopal de obispo titular de la Diócesis de Sufar. El 7 de noviembre tomó posesión canónica de la diócesis en presencia del nuncio apostólico James Patrick Green; fue ordenado obispo el 12 de diciembre, fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, en la catedral de su diócesis. Es obispo de Chiclayo desde el 26 de septiembre de 2015. El Papa Francisco le nombró miembro de la Congregación para el Clero en 2019 y miembro de la Congregación para los Obispos en 2020.
Fuente: vaticannews.va
Saludo al Papa Francisco del prior general de los Agustinos, P. Prevost.
Saludo del P. Robert Prevost, Prior General de la Orden de San Agustín, en la Santa Misa presidida por el papa Francisco para el inicio del 184 Capítulo General de la Orden Roma, basílica de San Agustín in Capo Marzio 28 de agosto de 2013.
Santo Padre, con gran alegría la Orden de San Agustín representada aquí por los miembros del Capítulo General, quiere expresar todo el agradecimiento por su gentilísima generosa decisión de acoger nuestra petición de acompañarnos en esta celebración de inauguración de los trabajos capitulares. Usted ofrece hoy la espléndida oportunidad de escuchar su palabra, su mensaje, en este momento de gran importancia para la vida de la Orden.
Hoy, solemnidad de Nuestro Padre San Agustín, en esta basílica dedicada a su memoria y donde se veneran los restos mortales de su madre, Santa Mónica, es un momento particularmente significativo para este encuentro. Si Santo Agustín es nuestro Padre, nuestro fundador espiritual, la Santa Iglesia es nuestra verdadera madre e institutriz, como escribía Jordán de Sajonia, uno de los primeros cronistas agustinos. Nuestra institución y nuestro estilo de vida comparten con las otras órdenes mendicantes la misma finalidad y hunden sus raíces en el mismo periodo histórico, pero con una diferencia importante: la institución histórica de la Orden de San Agustín es fruto de la decisión de sus predecesores, los papas Inocencio IV y Alejandro IV, que a lo largo del siglo XIII reunieron en un única orden mendicante tantas comunidades y congregaciones eremíticas que seguían la Regla de San Agustín. El cuidado que la Sede Apostólica ha mostrado por la Orden desde su nacimiento ha marcado de forma específica la vida espiritual, el pensamiento teológico, las acciones de los agustinos que se sintieron siempre comprometidos de forma especial al servicios de la Iglesia universal. Y es de aquí que, como dicen nuestras constituciones, ha nacido la devoción y fidelidad de la Orden a los Sumos Pontífices.
Santo Padre, hace algunas semanas, cuando hemos sabido que usted estaría presente con nosotros en esta celebración alguno me ha preguntado: «¿qué querrías que el Papa dijera al Capítulo General?». Ciertamente me ha hecho pensar y no estoy seguro de la respuesta. Pero en uno de los sermones de San Agustín he encontrado palabras que nos podrían servir. Agustín nos recuerda la importancia de caminar juntos, unidos a toda la Iglesia:
«Si para los compañeros de viaje es motivo de alegría recíproca recorrer juntos el camino, qué alegría no tendrán en la Patria. A lo largo de este camino los testigos lucharon y avanzaron siempre en la lucha, al progresar nunca se detuvieron. De hecho, lo que aman avanzan. Y el camino que nosotros recorremos, requiere caminantes. Este camino detesta a tres categorías de hombres: a los que se detienen, a los que retroceden, a los que se desvían. Con la ayuda de Dios nuestro caminar este protegido y defendido contra estas tres categorías negativas. En realidad, haciendo juntos el camino, uno va más lento, otro acelera, pero ambos avanzan» (Sermón 306B)
Santo Padre su presencia hoy con nosotros nos ayudará a renovar nuestro empeño a avanzar con decisión, con amor y reforzar nuestra decisión de caminar junto con toda la Iglesia.
Apenas ha pasado un mes de la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud, en la que muchos de los presentes hemos participado con alegría. Queremos agradecerle, Santo Padre, por todo lo que ha hecho en Rio de Janeiro. El entusiasmo de esos días aún está vivo, y no sólo en el recuerdo. Nuestro deseo es que también hoy el Señor a través de su presencia entre nosotros pueda iluminar nuestras mentes y mover nuestros corazones, inspirar toda nuestra vida, igual que ha sucedido a tantos jóvenes en Brasil para que esta celebración y nuestro Capítulo sean ocasiones propicias para responder con mayor generosidad a las inspiraciones del Espíritu Santo, para servir con gran amor y con coraje a la Iglesia y a los hermanos y hermanas y a todo hombre de nuestro tiempo allá donde más necesidad haya.
Gracias Santo Padre, gracias desde lo más profundo del corazón por este gran don que ha querido hacer a la familia espiritual de San Agustín.
Fuente: cope.es
Apunte personal. Constructores de comunidad y de comunión
Cuando integré la Comunidad de Agustinos de Sevilla, en marzo de 2007, recibimos la Visita oficial del P.Robert Prevost como Prior General de la Orden de San Agustín (OSA). Nos dirigió un mensaje invitándonos a ser Constructores de comunidad y de comunión.
José Luis Miguel González, OSA
A los agustinos y a toda la comunidad educativa del Colegio San Agustín de Sevilla
Estando en visita oficial a la comunidad de los Agustinos en Sevilla, he tenido la oportunidad de ver más de cerca la labor de los agustinos y de los demás colaboradores en el campo de la educación. Ví también las novedades del Colegio por medio de internet, la página web del colegio, donde se ve mucha creatividad en un espacio dedicado a proyectar una imagen amplia hacia el mundo del «cyberspace». En esta ocasión, me hablaron del nuevo «blog» que comenzará a funcionar en los próximos días, y por este motivo, quiero felicitar a los que tienen la responsabilidad por el servicio de la página, por su creatividad y por la dedicación con las cuales están realizando este servicio.
La Palabra es siempre importante en la vida humana. Es medio de comunicación, y entonces, elemento esencial en la construcción de un mundo de paz, diálogo, unidad y amistad. Dios se comunicó a nosotros por medio de su Palabra. Y nos envía a continuar la misión de proclamar el Reino de Dios, también por medio de la palabra. Los medios para comunicar su palabra, y nuestras palabras, pueden servir para dar vida, o para hacer daño. Es mi esperanza que las iniciativas que se realizan en el Colegio, en los estudios, y en todas las demás actividades – contando también con el servicio importante que es la página web – puedan servir siempre para promover los auténticos valores de la vida – para ayudarnos a todos a ser constructores de comunidad y de comunión.
Expreso mis mejores deseos a todos, y pido a Dios que siga bendiciendo la labor de la Comunidad San Agustín en Sevilla.
Fraternalmente,
P. Robert Prevost, O.S.A.
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El agustino Robert Prevost, nuevo prefecto del Dicasterio para los Obispos.