Pascua Dominical. Eucaristía en Casa y la Parroquia.
Un entusiasmo no pasajero
Lc 14, 25-33. Seguir a Cristo no es una decisión superficial ni un entusiasmo pasajero. Es una elección que exige conciencia y profundidad. Supone darlo todo, todo. Jesús no oculta la seriedad de su llamada: invita a ponerlo en el centro incluso por encima de los afectos más íntimos y de los propios planes. No se trata de despreciar lo que amamos, sino de ordenarlo todo desde el amor que Él nos ofrece. Cuando Cristo ocupa ese lugar primero, todo lo demás encuentra su justa medida. El corazón deja de estar dividido.
Cargar la cruz no significa buscar el sufrimiento por sí mismo. Es asumir con libertad las consecuencias de vivir en la verdad. La cruz se convierte en el lugar donde aprendemos la fidelidad y donde la gracia transforma lo que parece pérdida en camino de plenitud. Quien calcula este “costo” descubre que, lejos de ser una renuncia vacía, es una inversión en la única riqueza que permanece.
Dibu: Patxi Fano. Texto: Fernando Cordero ss.cc.

Perder para ganar – 23º Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C
Lc 14,25-33. En ocasiones vivimos cargados de cosas que nos pesan y no nos dejan avanzar. El Evangelio nos recuerda que seguir a Jesús no es añadir más cargas, sino aprender a soltar para vivir lo esencial. Este vídeo es una invitación a descubrir que en Cristo, perder es ganar y que todo lo que entregamos se transforma en vida nueva.
Fuente: Editorial Verbo Divino (EVD).
COMPARTIR LA ESPERANZA, Domingo XXIII, ciclo C
Fuente: José Cristo Rey García Paredes.