Servicio de Información de la Diócesis de Huelva (sidh). 1-7/12/2018.
Con la misma expectación de un niño, la Iglesia nos invita en este tiempo de Adviento que comenzamos a despertar los sentidos, aturdidos de tanto estímulo y fascinación. Cuando todo se tiene, ¿qué podemos esperar? Algo en el ambiente huele a repetido, a lo mismo de siempre en estos previos navideños. Pero los profetas siguen gritando, elevando su voz en favor de los desfavorecidos; los ángeles, que ahora deben manifestarse por medios digitales, anuncian la inminencia de una Buena Noticia que debería hacerse viral.
El mundo sigue dando vueltas y 821 millones de personas hambrientas comparten hogar con quienes banqueteamos en cenas de motivo confuso. Mientras, los sondeos electorales no garantizan el servicio del bien común, se necesita -con urgencia- gente de sentidos abiertos, atentos a la voz del Maestro cuya lección es el amor entregado en lo pequeño, que quieran seguir sirviendo la mesa y alegrando la fiesta. Hombres y mujeres que quieran vivir y anunciar este gozo. Sólo la reconocerán los niños, o los que son como ellos. Estemos atentos, porque se acerca una alegre noticia.
Fuente: Diócesis de Huelva. SIDH_nº 377.