Pascua Dominical. Eucaristía en Casa y en Parroquia.
En camino con el Bautista
Mc 1,1-8. Al que prepara el camino al Mesías, Juan el Bautista, le toca barrer los caminos, quitar obstáculos, limpiar, arreglar la senda para que se pueda transitar sin dificultad. Copiémonos de Juan. Vayamos detrás de él, intentemos prender luz de la llama de su profunda fe que se nos ha otorgado por el bautismo. ¡Pongámonos en camino, con ánimo, incansablemente! Merece la pena el esfuerzo. No podemos quedarnos parados. Con el Bautista aprendemos a no ser protagonistas sino servidores, gente que señala dónde está Belén, dónde está el misterio del Dios que se encarna y se hace pobre para compartir nuestra vida. La esperanza del Adviento nos impulsa, es dinámica, no se puede quedar quieta. ¡Adelante!
Oración:
¡Adelante! Adelante con sueños, dificultades, promesas, deseos, retos… Adelante en el camino hacia Belén. Que nadie nos pare. Preparémonos por las sendas de la oración y de la entrega.
Fuente: Dibujo: Patxi Fano – Texto: Fernando Cordero ss.cc.
El regalo de soñar – 2º Domingo de Adviento, Ciclo B. Mc 1, 1-8
Mc 1, 1-8. Soñar es más que una simple fantasía, soñar al estilo de Jesús es la capacidad de ver un futuro mejor en medio de todo lo que rodea el día a día abrazando la esperanza de la fe. Nosotros también tenemos el derecho de soñar. Tenemos el derecho de soñar con un mundo en el que el amor sea la fuerza que une a la humanidad. Tenemos el derecho de soñar con un futuro en el que la compasión sea nuestra respuesta ante el sufrimiento. Tenemos el derecho de soñar con un mundo en el que el perdón superen el odio. En este tiempo de Adviento el «Derecho de soñar» es un regalo divino que nos invita a ser portadores de la esperanza y del amor de Dios en un mundo.
Fuente: Editorial Verbo Divino (EVD).