84.000 voluntarios con 3 millones de personas vulnerables.
Cáritas Española destinó 353 millones de € a combatir la pobreza dentro y fuera del país. 8.6 millones de personas padecen exclusión social.
La Memoria 2017 de Cáritas Española, presentada esta en Madrid bajo el lema “Compartiendo compromiso” [DESCARGAR], es el relato detallado del viaje compartido en las 70 Cáritas Diocesana de todo el país por 84.000 voluntarios y más de 5.000 trabajadores remunerados con los más de 3 millones de personas vulnerables y en situación de exclusión social a las que se ha acompañado.
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¿Cuáles son los retos que tenemos como sociedad?
En el informe, se apuntan como retos a abordar en el corto y medio plazo los siguientes:
1. La igualdad entre hombres y mujeres. La brecha de sexo repunta en el espacio de la exclusión. En 2018 encontramos situaciones de exclusión en el 16% de los hogares donde la figura del sustentador principal es masculina, mientras que ese porcentaje asciende hasta el 20% cuando la sustentadora principal es una mujer, una brecha del 25% que duplica la brecha que existía en 2013.
2. La integración social y económica de los más jóvenes. Los hogares con menores y jóvenes sufren mayores niveles de exclusión social. En la actualidad el 23% de los menores de edad se encuentran en hogares en situación de exclusión social, cifras superiores a las de antes de la crisis (18%). La misma dinámica se repite entre los menores de 30 años donde un 23% están en situación de exclusión, frente al 14% en 2007.
3. La inserción laboral de los adultos mayores. Los adultos mayores que se desconectan de la recuperación también son protagonistas negativos, en concreto el grupo de entre 45 y 64 años, que ha pasado de un nivel de exclusión del 13.1% en 2007 al 18.4% actual. Son un colectivo prioritario para las políticas públicas de empleo e inclusión social.
4. La protección de las familias más débiles. Las familias numerosas y monoparentales reflejan una vulnerabilidad especial. El riesgo de exclusión social se multiplica por 1.9 entre las familias con o 3 o más hijos y por 1.6 en aquellas familias con un solo progenitor. Su presencia en el espacio de la exclusión es tan preocupante como la falta de políticas de apoyo suficiente a la familia.
5. La convivencia e integración para todas las personas. La situación de desventaja de la población extranjera se hace crónica. El riesgo de exclusión social se multiplica por 2.6 entre la población extracomunitaria, afectada el 47% de exclusión social y el 26% de exclusión social severa.
6. La respuesta de las políticas sociales. Asistimos a una protección social insuficiente, pero ahora en época de bonanza económica. La reducción de la tasa de cobertura ha pasado del 74% en 2008 al 56% actual. A ello se añada la reducción de las cuantías de la prestación por desempleo, así como la reciente reducción de las diferentes prestaciones monetarias en relación al PIB per cápita. Destaca la tímida evolución de los perceptores del sistema de rentas mínimas, que, de continuar con la evolución actual, tardaría 50 años en proteger al millón y medio de hogares en exclusión social severa.
La coyuntura de bonanza económica constituye una oportunidad para generar los apoyos necesarios a quiénes a día de hoy se encuentran peor, como son, con toda claridad, los grupos descritos, que deberían tener prioridad desde las políticas sociales del momento.
Fuente: Cáritas.
Caritas España: «la crisis deja una sociedad poco empática con los pobres».
A pesar de la disminución del índice del paro en España y la fuerte mejora del empleo, la inequidad social no se recupera con la misma intensidad que caracterizó la salida de las recesiones económicas anteriores.
A diez años de la crisis, más desigualdad social
«Diez años después de la primera embestida de la crisis económica en este país, sus efectos dejan una estructura social diferente, una sociedad con una integración social más débil y una exclusión social aumentada”, así lo anuncia Cáritas, al constatar que 8,6 millones de personas padecen exclusión social en España, es decir 1,2 millones más que en 2007, según los datos de la encuesta de la Fundación FOESA –realizada en 11.500 hogares de las 17 comunidades autónomas– y publicada el 26 de septiembre en la sede central de Cáritas, en Madrid.
La recuperación de la crisis no llega a todos
“Esta es la factura que nuestra sociedad ha pagado tras una crisis de 6 años y otros 4 de recuperación”, señalan los expertos a la luz de la encuesta – presentada por Jesús Fernández, obispo responsable de Cáritas; Manuel Bretón, presidente de Cáritas; Natalia Peiro, secretaria general; y Raúl Flores, coordinador de Estudios de la organización–, la cual muestra la existencia de “una recuperación a dos velocidades, que provoca un mayor distanciamiento entre los que viven una participan social integrada y quienes transitan por los espacios más alejados de la exclusión”.
“Hemos recuperado los niveles en cuanto a integración social, pero no en cuanto a exclusión social”, señaló Flores, quien también confirmó que la recuperación de la crisis no está llegando a las personas en situación de exclusión severa:
«Seis millones viven tan al día que cualquier empeoramiento de indicador económico hacen que sus posibilidades de caer en la exclusión sean muy altas”, añadió.
El empleo no saca de la exclusión
Asimismo, Cáritas reconoce que la mitad de la población “disfruta de integración plena y no se encuentra afectada por ningún riesgo de vulnerabilidad social”, así como que “la integración plena ha aumentado del 34% al 48% en 2018, lo que significa una mejora del 42%”, igualando la situación en 2007.
Sin embargo, la organización hace hincapié en que las medidas adoptadas hasta el momento, no son suficientes.
“Una vez recuperada la senda del crecimiento económico –señalan–, se confiaba en que la gran cantidad de empleo que se está creando tendría suficiente impacto sobre las situaciones de vulnerabilidad descritas, pero no está teniendo el efecto deseado ya que la calidad del empleo es insuficiente para cubrir las necesidades de los hogares”, declaró Flores.
Además, las administraciones públicas tampoco están respondiendo con políticas sociales adecuadas.
“Asistimos -señala el avance del estudio FOESSA– a una protección social insuficiente, pero ahora en época de bonanza económica. La reducción de la tasa de cobertura ha pasado del 74% en 2008 al 56% actual”.
Una sociedad sin empatía por el pobre
“Diez años después de la crisis, hay un 18% de población que vive en situación de exclusión y volvemos a no querer verles, a esconderlos en las cifras de la recuperación. Sube la gravedad de las personas que acude a nosotros, mostrando una sociedad desligada, con poca empatía hacia las personas que viven en situación de pobreza”, aseguró por su parte Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas.
A pesar de estos datos, la solidaridad del pueblo Español sigue existiendo y poniéndose en práctica de manera concreta y comprometida.
Mirar desde fuera, sin comprometerse
Así lo señaló, Mons. Jesús Fernández, obispo auxiliar de Santiago de Compostela y responsable de Cáritas en la Comisión Episcopal de Pastoral Social hablando sobre el trabajo que realizan los 84.000 voluntarios de Cáritas repartidos por las 6.000 Cáritas parroquiales en las 70 diócesis; así como la gran labor de los 5.000 contratados.
“Hoy vivimos en la cultura de la sospecha que lleva a maliciar que detrás de la pobreza hay una manera de vida fraudulenta, lo que nos conduce a una indiferencia ante la lamentable situación que está viviendo una parte de la humanidad, sin olvidar la indiferencia ante Dios, de la cual brota la indiferencia ante el prójimo y lo creado, como dice el papa Francisco”, señaló.
Iglesia de hoy: la mayor red de solidaridad
El prelado, también indicó que está más de moda «mirar desde la rendija o el visillo del balcón que salir a la calle y cooperar» y por ello invitó a «poner todos los medios para crear comunidades que sean sacramento del amor de Dios y compartir lo que tiene al servicio de los hermanos para la transformación del mundo”.
Igualmente, Manuel Bretón, presidente de Cáritas, señaló que la institución eclesial conforma hoy “la mayor red, extensa y tupida, de acogida a las personas que hay en nuestro país”, ofreciendo “un servicio solidario y comprometido, clara plasmación del mensajes del Evangelio en nuestro día a día”.
Fuente: Vatican news. Sofía Lobos- Ciudad del Vaticano.