Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional.
El 3 de octubre de 2018 comienza la 15ª Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos. Una asamblea dedicada a analizar la realidad de “los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. Una reunión de obispos y expertos con una nueva metodología y en torno a un tema vital para el futuro de la Iglesia. Concluirá en el Vaticano el domingo 28 de Octubre.
¿QUÉ ES EL SÍNODO?
El Sínodo es una asamblea de obispos que representan a sus conferencias episcopales. Lo convoca el Papa para consultar cuestiones concretas.
Los más recientes han sido sobre la Eucaristía, la Biblia, la Nueva Evangelización y la Familia.
Nació tras el Concilio Vaticano II. Se reunió por primera vez en 1969, y esta es la edición número 15.
Francisco ha dado más importancia al periodo de preparación del encuentro, durante el que los obispos han consultado a las personas sobre los temas del sínodo.
MONS. FABIO FABENE. Subsecretario del Sínodo de Obispos.
“En este Sínodo, por primera vez se hizo una reunión preparatoria con 300 jóvenes. Este ha sido el momento fundamental y principal para escucharles. Allí pudieron hablar y de ahí salió un documento para los padres sinodales”.
¿QUIÉN PARTICIPA?
Participan 267 obispos y sacerdotes. Por primera vez asisten dos obispos de la China Continental.
La mayoría de los obispos han sido presentados pos sus países o presiden un departamento del vaticano. Además, el Papa ha nombrado a otros 41.
Asisten también 49 expertos, 24 hombres y 25 mujeres, de los que 34 son jóvenes.
¿QUÉ HARÁN?
A lo largo de 25 días debatirán partiendo de un documento de trabajo, preparado a partir de 221.000 sugerencias enviadas a los organizadores.
Al final redactarán una serie de propuestas que serán votadas por los participantes.
¿DE QUÉ HABLARÁN?
La idea principal es cómo ayudar a los jóvenes a vivir la fe y descubrir la vocación.
Intercambiarán experiencias sobre actitudes e itinerarios de formación útiles para mostrar la fe a los jóvenes, de un modo creíble, atractivo y cercano.
Además, buscarán cómo ayudar a los jóvenes tomar decisiones definitivas para la vida: desde el sacerdocio o la vida religiosa, hasta el matrimonio o el celibato laical.
¿QUÉ DICEN LOS DOCUMENTOS DE TRABAJO?
Según el secretario general del Sínodo, los jóvenes. quieren que la Iglesia les escuche y les tenga en cuenta. Pero no sólo eso.
CARD. LORENZO BALDISSERI. Secretario General, Sínodo de los Obispos.
“¿Qué es lo que quiere la gente joven en la Iglesia? Quieren transparencia, honestidad, apertura, acogida y credibilidad. Estas son las cuestiones que han surgido en los últimos años”.
En definitiva, los jóvenes quieren participar activamente en la Iglesia y en la sociedad; quieren que los sacerdotes y obispos sean creíbles y alegres; y quieren puntos de referencia, pero no quieren sentirse bloqueados por normas rígidas.
Fuente: Rome reports.
El Papa inaugura Sínodo de los jóvenes: Espíritu Santo nos dé la capacidad de soñar.
“Que el Espíritu nos dé la gracia de ser Padres sinodales ungidos con el don de los sueños y de la esperanza para que podamos, a su vez, ungir a nuestros jóvenes con el don de la profecía y la visión”: fueron las palabras del Papa Francisco en la misa inaugural de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que centrará sus trabajos en “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, tema de la Asamblea.
Obispos capaces de soñar y contagiar esperanzas
En una soleada plaza de San Pedro, Francisco se dirige a los presentes congregados invocando, al comienzo de la homilía, al Espíritu Santo para que, en este «momento de gracia» que es el Sínodo, «ayude a hacer memoria y a reavivar las palabras del Señor» y suscite «el ardor y la pasión por Jesús». “Memoria que puede despertar y renovar en nosotros la capacidad de soñar y esperar. Porque sabemos – asegura el Papa – que nuestros jóvenes serán capaces de profecía y visión en la medida en que nosotros, ya adultos o ancianos, seamos capaces de soñar y así contagiar y compartir los sueños y esperanzas que llevamos en nuestros corazones”.
No dejarse asfixiar por los propios límites
El Papa reza al Espíritu para que los Padres sinodales no se dejen «asfixiar y aplastar por los profetas de calamidades y del infortunio» o por sus propios «límites, errores y pecados», sino que sean capaces «de encontrar espacios para inflamar el corazón y discernir los caminos del Espíritu».
Afectuosa bienvenida a los obispos de China Continental
Después de haber dado una «cálida bienvenida» a los dos obispos de China continental que «por primera vez» pueden participar en un Sínodo, el Papa espera que este «nuevo encuentro eclesial» pueda ser «capaz de ensanchar horizontes, dilatar el corazón y transformar aquellas estructuras que hoy nos paralizan, nos separan y nos alejan de nuestros jóvenes, dejándolos a la interperie y huérfanos de una comunidad de fe que los sostenga, de un horizonte de sentido y de vida (cfr. Exhortación a los Apóstoles Evangelii Gaudium, 49)».
Romper con el conformismo del «siempre ha sido así»
«La esperanza nos desafía -dice el Papa-, nos moviliza y rompe el conformismo del ‘siempre ha sido así’, y nos pide que nos levantemos para mirar de frente el rostro de los jóvenes y las situaciones en las que se encuentran. La misma esperanza nos pide que trabajemos para revertir las situaciones de precariedad, exclusión y violencia a las que están expuestos nuestros muchachos.
No dejar solos a los jóvenes
Los jóvenes, fruto de muchas de las decisiones tomadas en el pasado, nos llaman a asumir junto con ellos el presente con mayor compromiso y a luchar contra lo que de alguna manera impide que sus vidas se desarrollen con dignidad. Nos piden y reclaman una entrega creativa, una dinámica inteligente, entusiasta y esperanzadora, y que ‘no los dejemos solos’ en manos de tantos mercaderes de la muerte que oprimen sus vidas y oscurecen su visión.
Alertas ante la lógica de la autopreservación
Francisco pide a los Padres sinodales que se escuchen unos a otros “para discernir juntos lo que el Señor está pidiendo a su Iglesia». Y esto – señala el Pontífice – requiere que estar alertas y velar para que no prevalezca la lógica de la autopreservación y la autorreferencialidad, que termina convirtiendo en importante lo superfluo y haciendo superfluo lo importante».
Escuchar a Dios, para no caer en posturas eticistas o elitistas
Es necesario «escuchar a Dios, escuchar con él el clamor del pueblo; escuchar al pueblo, hasta respirar en él la voluntad a la que Dios nos llama» (cf. Discurso en la vigilia de oración de preparación al Sínodo sobre la Familia, 4 de octubre de 2014). Hay que evitar la «tentación de caer en posiciones eticistas o elitistas y también en la atracción por ideologías abstractas que no se corresponden nunca con la realidad de nuestro pueblo.
La luz que alumbra el porvenir de los jóvenes
El Papa cita el Mensaje a los jóvenes de Pablo VI al final del Concilio Vaticano II: «Durante cuatro años la Iglesia ha trabajado para rejuvenecer su rostro, para corresponder mejor al designio de su fundador, el gran Viviente, Cristo, eternamente joven. Y al final de esta impresionante «reforma de vida», se dirige a vosotros: es para vosotros, jóvenes, sobre todo para vosotros, que la Iglesia con su Concilio acaba de encender una luz, luz que alumbrará el porvenir, vuestro porvenir” (PABLO VI, Mensaje a los jóvenes al final del Concilio Vaticano II, 8 de diciembre de 1965). Y concluye:
Fuente: Vatican news. María Cecilia Mutual – Ciudad del Vaticano.
Diez cosas para saber todo del Sínodo de los Jóvenes
Vida Nueva repasa 10 datos esenciales para seguir este encuentro con las claves necesarias.
1. Catorce asambleas de experiencia
Sin contar las asambleas extraordinarias y las especiales, el sínodo de los jóvenes será la edición número 15 del sínodo de los obispos. Muchos temas se han puesto sobre la mesa en estos encuentros que se iniciaron en 1967 con el tema: “Preservación y fortalecimiento de la fe católica, su integridad, su fuerza, su desarrollo, su coherencia doctrinal e histórica”. A este le siguieron cuestiones como el sacerdocio, la evangelización, el catecismo, la familia, el perdón, los laicos, la formación sacerdotal, la vida consagrada, el episcopado, la eucaristía o la Palabra de Dios.
En este tiempo se han afianzado los mecanismos de consulta, la dinámica en el aula, el papel de los auditores e invitados… todo al servicio de la corresponsabilidad de la comunidad cristianacon el sucesor de Pedro en el gobierno de la Iglesia. Se cumple así el objetivo con el que se recuperó el sínodo: “mantener vivo el espíritu de colegialidad nacido de la experiencia conciliar”.
2. Los jóvenes, un tema para tomarse en serio
Aunque en estas semanas se ha despertado cierta polémica sobre si el sínodo debería suspenderse o reorientarse para tratar una temática más vinculada a la crisis de los abusos sexuales que vive la Iglesia, no se puede decir que la pregunta por los jóvenes en la Iglesia no sea pertinente. Una mirada a una celebración dominical cualquiera nos dará una evidencia.
Pero, ¿quiénes son los jóvenes? Disquisiciones sociológicas a parte, el sínodo hace su apuesta: de 19 a 29 años. Es decir, no se hablará en este Sínodo de esos o esas jóvenes catequistas que rozan sensiblemente los 50, ni de los jóvenes que han hecho la confirmación a los 12 años…, ni de cualquier otra situación que sirva de pasajero consuelo frente a una generación que ha desaparecido del tempo –visto esto desde el contexto europeo.
La Iglesia es consciente de conocer “lo que hace la fuerza y el encanto de la juventud: la facultad de alegrarse con lo que comienza, de darse sin recompensa, de renovarse y de partir de nuevo para nuevas conquistas”, decía el mensaje del Concilio Vaticano II a los jóvenes. Estas palabras pueden ser más actuales que nunca.
3. Una pastoral más allá de las JMJ
La voluntad de que se celebre una asamblea sin vetos o cortapisas a los jóvenes puede dar pie a que se abran espacios para reivindicar diferentes modelos de pastoral con jóvenes. El camino posconciliar ha estado lleno de muchas iniciativas pastorales audaces y rebosantes de protagonismo juvenil… hasta que, en parte, fueron ensombrecidas con la explosión de las Jornadas Mundiales de la Juventud, las JMJ.
La asamblea puede aportar la serenidad para contemplar que la JMJ ha sido un revulsivo vocacional y ha impulsado muchas acciones de pastoral juvenil. Pero la pastoral juvenil de la Iglesia no puede quedar centrada en un macroacontecimiento puntual.
4. Documentos de referencia
En este tiempo de preparación, desde que el papa Francisco convocó el sínodo, se ha elaborado el ‘documento preparatorio’ con los cuestionarios –elemento que tuvo tanta repercusión el sínodo sobre la familia– y tras recopilar las respuestas canalizadas por las iglesias locales y las principales congregaciones implicadas en el mundo juvenil se ha redactado el ‘Instrumentum laboris’.
Sin embargo, no se pueden olvidar dos encuentros que han sido definitivos en este tiempo de preparación y cuyas aportaciones ya están presentes en el borrador que los participantes encontrarán hoy en el aula: en el seminario internacional celebrado en septiembre de 2017 y la reunión presinodal del pasado mes de marzo.
5. El discernimiento como actitud
Uno de los temas propuestos para el sínodo es el “discernimiento vocacional”. Pero el discernimiento pretende ser algo más que un tema a tratar, busca imponerse como método de desarrollo de la propia asamblea.
El discernimiento es, para Francisco –enraizado en la tradición jesuita–, una “tarea de toda la Iglesia”. Para el pontífice hay que “discernir, de entre todas las voces, cuál es la voz del Señor, cuál es la voz de Él que nos conduce a la Resurrección, a la Vida, y la voz que nos libra de caer en la “cultura de la muerte”.
6. Protagonismo juvenil
La participación más importante de los jóvenes ha sido a través de los cuestionarios que se marcaban en el documento preparatorio. Estas encuestas incluían una parte específica sobre las diferentes realidades continentales. Además, la secretaría del sínodo se abrió a las redes sociales para canalizar las posibles respuestas de aquellos jóvenes a los que no llegaron las propuestas de las Conferencias Episcopales o de los institutos religiosos.
Pero, aún más, 36 jóvenes de entre 18 y 29 años estarán desde esta mañana en la asamblea sinodal y podrán dirigirse sin cortapisas a los 267 padres sinodales. Aunque sin voto, la normativa que se estrena en este sínodo agiliza los mecanismos de participación en el aula.
7. Tres verbos clave
El método de discernimiento se aplicará, tal como están planificadas las reuniones a partir del ‘Instrumentum laboris’, en tres pasos: reconocer, interpretar y elegir. El primero de ellos se refiere a la escucha de la realidad para hacer una radiografía concreta de la juventud de hoy en día.
El verbo “interpretar” es donde se aplicará más directamente el discernimiento para valorar caminos de futuro. Y, tras este camino, llega el momento de “elegir”, de tomar decisiones de futuro y presentar a Francisco las propuestas que conformarán la futura exhortación apostólica postsinodal.
8. Pablo VI y Romero, en el corazón del sínodo
También durante el sínodo se vivirá una intensa jornada de canonizaciones, el 14 de octubre. Encabezan la celebración el papa Pablo VI, quien restituyó el sínodo en la Iglesia actual, y el obispo mártir Óscar Romero, ejemplo de pastor solícito y defensor de los más débiles.
Junto a ellos, también serán canonizados Francesco Spinelli, fundador del Instituto de las Adoratrices del Santísimo Sacramento; el sacerdote diocesano Vincenzo Romano; Maria Katharina Kasper, fundadora del Instituto de las Pobres Siervas de Jesucristo y la madrileña Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús, fundadora de la Congregación de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia. A estos se les ha unido un joven italiano, el obrero Nuncio Sulpricio, patrono de los accidentes laborales –algo que vivió en sus propias carnes–.
9. La voz de Oriente
El sínodo busca ser un elemento de la colegialidad y la catolicidad de la Iglesia. Por ello el criterio geográfico se ha cuidado mucho en estas décadas desde que Pablo VI rescató esta herramienta eclesiológica.
Con Francisco, que ha mostrado sobradamente esta sensibilidad en sus nombramientos cardenalicios o al formar el C-9, esta apertura traspasará fronteras. Dos prelados chinos estarán sentados en el aula tras el reciente acuerdo entre el Vaticano y el gigante asiático. Acuerdo que se pone en práctica de forma elocuente ya que uno de los padres sinodales es uno de los obispos ordenados en su días sin el mandato papal.
10. Sínodo trasparente
La comunicación en este sínodo se ha reforzado con una comisión potente de expertos, el apoyo de portavoces lingüísticos y, sobre todo con una mayor presencia en la red. La secretaría del sínodo ha puesto en marcha y alimentado en este tiempo diferentes canales de comunicación.
La cara más visible para la información será la página web Synod2018 que contiene materiales es seis idiomas y que reforzará el material informativo que ofrece el Vaticano por sus canales habituales. Además sigue abierto el Facebook, la cuenta de Twitter y la de Instagram así como el número de WhatsApp (solo para enviar mensajes) +39 342 601 5596.
Fuente: Vida Nueva.