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El Papa León XIV abrió el 188º Capítulo General agustino.

Con esta celebración se dio inicio oficialmente a los trabajos que se prolongarán hasta el 18 de septiembre y que tendrán como punto central la elección del nuevo prior general de la orden.

En este nuevo encuentro se han reunido 73 delegados con derecho a voto y procedentes de 46 países. El pontífice se dirigió a todos ellos primero en inglés, su lengua materna…

LEÓN XIV
A todos vosotros, hermanos agustinos, hermanos y hermanas, aquí presentes, antes de comenzar la homilía formal que tengo preparada, solo quiero saludaros a todos. Y a aquellos que entendéis inglés, pero no italiano, rezad por el don del Espíritu Santo.

Y después, en italiano. De esta forma les invitó a vivir los días de Capítulo bajo la guía del Espíritu Santo:

LEÓN XIV
El Espíritu Santo habla hoy como en el pasado. Lo hace en lo más profundo del corazón y a través de los hermanos y de las circunstancias de la vida. Por eso es importante que el clima del Capítulo, en armonía con la tradición secular de la Iglesia, sea un clima de escucha, escucha de Dios y de los demás.

El Pontífice subrayó tres actitudes necesarias para el discernimiento comunitario. Señaló la importancia de dejarse guiar:

LEÓN XIV
Escucha, humildad y unidad: estos son tres consejos útiles que la liturgia les ofrece para los próximos días. La invitación es a hacerlos suyos, renovando la oración que hemos dirigido al Señor al inicio de esta celebración

La apertura coincidió además con el aniversario del ingreso de León XIV en el noviciado agustino, el 1 de septiembre de 1977.

Fuente: romreports.com – BAM.

Celebración eucarística presidida por el Papa León XIV

Desde la Basílica de San Agustín en Campo Marzio, celebración eucarística para la inauguración del Capítulo General de la Orden de San Agustín presidida por el Papa León XIV.

HOMILÍA DEL SANTO PADRE LEÓN XIV.

Desde la Basílica de San Agustín en Campo Marzio en Roma, celebración eucarística para la inauguración del Capítulo General de la Orden de San Agustín presidida por el Papa León XIV.

➡ El Papa pide a los agustinos «saber escuchar» para promover la unidad dentro de la Orden

➡ León XIV ha presidido la misa de apertura del Capítulo General de los agustinos, que deben elegir a su nuevo prior general, en la basílica de la orden en Campo Marzio de Roma.

El Papa pide a los agustinos escucha, humildad y unidad en su Capítulo General

En la misa de apertura del Capítulo General de la Orden de San Agustín, esta tarde en Roma, León XIV exhorta a los delegados de las circunscripciones agustinas en todo el mundo a dejarse inspirar, más que por la “lógica humana”, por el Espíritu Santo para que el clima de los trabajos se viva con un “sincero esfuerzo por comunicarse y comprenderse”. El saludo al Santo Padre estuvo a cargo del Prior General saliente, el padre Alejandro Moral.

Son casi un centenar y representan a casi tres mil agustinos en el mundo, convocados en Roma para evaluar su actuación y su trabajo conjunto guiados, como les encomienda el Papa, por el Espíritu Santo, donde el Señor “prevalezca sobre toda lógica humana” y que sea la escucha, “la humildad y la unidad, la que marque, en los próximos días, “el clima del capítulo en armonía con la tradición secular de la Iglesia y la escucha de Dios y de los demás. La Basílica de San Agustín en Roma, fue el escenario de la celebración eucarística, presidida, esta tarde, por el Papa León XIV, en la apertura del 188º capítulo general de la Orden de San Agustín, a la que pertenece, desde 1977, cuando precisamente, un 1 de septiembre, inicia su noviciado en la provincia de Nuestra Señora del Buen Consejo, de Saint Louis, Misuri, en Estados Unidos.

El Papa es recibido a las puertas de la Basílica de San Agustín en Roma por el padre Alejandro Moral, prior general saliente de los agustinianos
El Papa es recibido a las puertas de la Basílica de San Agustín en Roma por el padre Alejandro Moral, prior general saliente de los agustinianos   (@Vatican Media).

Que el Espíritu Santo prevalezca sobre toda lógica humana

Después de de sus palabras improvisadas en inglés, para saludar a todos los presentes, invitándolos a rezar «para recibir el don del Espíritu Santo» y «el don de escuchar, el don de ser humildes y el don de promover la unidad, dentro de la Orden «, León XIV abrió su homilía pidiendo que sea el Espíritu Santo, quien guíe día a día los trabajos del Capítulo General, y que el espíritu del Señor, “prevalezca sobre toda lógica humana, de manera abundante e irresistible”, en los días venideros.

“El Espíritu Santo habla, hoy como en el pasado. Lo hace en los ‘penetralia cordis’ y a través de los hermanos y las circunstancias de la vida. Por eso es importante que el clima del Capítulo, en armonía con la tradición secular de la Iglesia, sea un clima de escucha, de escucha de Dios y de los demás”.

Miembros del Cuerpo de Cristo, que habla todas las lenguas

Y haciendo referencia a la meditación de San Agustín sobre Pentecostés y el signo de la “glosolalia” ocurrido en Jerusalén y por el que “ahora, el conjunto de los creyentes habla en todas las lenguas”, el Santo Padre recordó a los agustinos, que “juntos, son miembros del Cuerpo de Cristo, que habla todas las lenguas”, quizá no todas las del mundo, pero sí las que para Dios son necesarias y nos confía para la realización del bien.

“Vivan, por tanto, estos días en un sincero esfuerzo por comunicarse y comprenderse, y háganlo como respuesta generosa al gran y único don de luz y gracia que el Padre Celestial les hace al convocarlos aquí, precisamente a ustedes, por el bien de todos”.

León XIV en oración ante la tumba de Santa Mónica, Madre de Sán Agustín
León XIV en oración ante la tumba de Santa Mónica, Madre de San Agustín   (@Vatican Media).

Que nadie piense que tiene todas las respuestas

Hacer todo con humildad, es el segundo punto tocado por el Santo Padre que, siempre orientado por las palabras de San Agustín, recuerda su invitación para que todos se hagan “pequeños ante la libertad y la imperscrutabilidad de la acción de Dios”

“Que nadie piense que tiene todas las respuestas. Que cada uno comparta con franqueza lo que tiene. Que todos acojan con fe lo que el Señor inspira, conscientes de que ‘como los cielos son más altos que la tierra’, así sus caminos son más altos que nuestros caminos y sus pensamientos más que nuestros pensamientos”.

El Santo Padre rponuncia la homilía enla Misa por la apertura del Capítulo General de la Orden de San Agustín
El Santo Padre pronuncia la homilía en la Misa por la apertura del Capítulo General de la Orden de San Agustín   (@Vatican Media).

La unidad, signo de la presencia del Espíritu Santo

León XIV, tomando en cuenta la primera lectura de hoy, en la que San Pablo habla a los Corintios habló del valor de la unidad. En particular, cuando el Apóstol  afirma que “a cada quien se le da una manifestación particular del Espíritu para el bien común” y que todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, forman un solo cuerpo en Cristo.

“Que la unidad sea un objetivo ineludible de sus esfuerzos, pero no solo eso: sea también el criterio para evaluar su actuación y su trabajo conjunto, porque lo que une es de Él, pero lo que divide no puede serlo”.

Un objetivo, el de la de la unidad, que el Papa completa nuevamente rememorando a San Agustín comentando el milagro de Pentecostés cuando decía que “así como entonces las diferentes lenguas que un hombre podía hablar eran el signo de la presencia del Espíritu Santo, ahora es el amor por la unidad, el signo de su presencia”.

Por lo tanto, concluye, el Santo Padre, sus tres sugerencias para los próximos días del Capítulo General son “escucha, humildad y unidad”, y la invitación a que las hagan suyas con la oración dirigida al Señor al comienzo de la celebración, tomada del Misal Romano: “Que el Espíritu Paráclito, que procede de ti, oh Padre, ilumine nuestras mentes y, según la promesa de tu Hijo, nos guíe a toda la verdad”.

Presentes en la misa los más de 70 delegados capitulares y representantes de la familia agustiniana - religiosos, monjas y laicos -en el mundo
Presentes en la misa los más de 70 delegados capitulares y representantes de la familia agustiniana – religiosos, monjas y laicos -en el mundo   (@Vatican Media).

Saludo del Prior saliente, Padre Moral

Participaron en la misa, miembros de las diferentes realidades de la Familia Agustiniana: los Priores Generales, las monjas, los religiosos de las congregaciones agregadas, los laicos de las fraternidades, además de los delegados capitulares que representan a las 41 circunscripciones de la orden representan a los agustinos que, con sus 395 casas, están presentes en los cinco continentes y que, en esta ocasión, están llamados a elegir al nuevo prior general, tras los 12 años de gobierno del padre Alejandro Moral.

Y es precisamente, el padre Moral quien dirige un saludo al Pontífice destacando la “gracia” de su elección como Sucesor de Pedro, siendo “también el hermano que compartió con nosotros el camino cuando era Prior General, testimoniando cercanía y entrega”. Pero, además, lo significativo de su presencia en la Basílica de San Agustín, junto a las reliquias de Santa Mónica, donde , desde hace ocho siglos, “resuena la voz de nuestro Padre, maestro espiritual y fundador, recordándonos que la Iglesia es la verdadera madre que genera y alimenta a sus hijos en la fe”.

«Su presencia nos anima a continuar nuestro camino con confianza. Nos llama a una misión vivida con humildad y dedicación, pero también con audacia y esperanza». «Gracias, Santo Padre, por el don de su cercanía»- concluyó Moral.

El saludo del padre Alejandro Moral al Santo Padre, tras concluir su saludo al final de la Misa
El saludo del padre Alejandro Moral al Santo Padre, tras concluir su saludo al final de la Misa   (@Vatican Media).

Fuente: vaticannews.va – Alina Tufani Díaz – Ciudad del Vaticano.

Ante sus hermanos agustinos, el Papa León XIV hace de la unidad un “objetivo ineludible”

El Papa León XIV celebró la Misa inaugural del Capítulo General de los Agustinos este lunes 1 de septiembre. Durante su homilía, pidió a sus hermanos de comunidad que la unidad sea su objetivo esencial

El Papa León XIV elogió la unidad durante la Misa inaugural del Capítulo General de la Orden de San Agustín, en la Basílica Romana de Sant’Agostino en Campo Marzio, el 1 de septiembre de 2025. Para el ex prior de los agustinos, que había acogido al Papa Francisco en esta iglesia doce años antes, la unidad debe ser un «objetivo» y un «criterio de verificación» de la acción cristiana.

Al llegar alrededor de las 17:30 al barrio de Piazza Navona, en el corazón de Roma, el Papa León XIV encontró una iglesia que conocía perfectamente, la de Sant’Agostino en Campo Marzio, confiada a los Agustinos, orden en la que emitió los votos religiosos en 1981. En 2013, cuando todavía era prior de esta comunidad, que hoy cuenta con 2 mil 300 miembros, el hermano Robert Francis Prevost recibió al Papa Francisco en esta basílica para la inauguración del Capítulo General Agustino.

Doce años después, ya como Papa, el clérigo entró en esta iglesia barroca, que alberga la tumba de santa Mónica, madre de San Agustín. Entre los asistentes se encontraban los 73 agustinos que elegirán al 98.º Prior General de la Orden en los próximos días.

«Que la unidad sea un objetivo esencial de sus esfuerzos», les dijo durante la homilía. «Que sea también el criterio para verificar sus acciones y su trabajo común», continuó, asegurándoles que «lo que une» viene de Dios, «pero lo que divide no puede venir de él». Citando extensamente a san Agustín, el Papa distinguió a los «hombres espirituales» que gozan de unidad de los «seres carnales [que] siempre buscan la oposición».

La unidad es el núcleo de la espiritualidad del Papa León XIV, de la que hizo su lema. Su escudo de armas ostenta esta máxima inspirada en San Agustín: «In illo uno unum» («En Aquel que es uno, seamos uno»).

En su homilía, pronunciada en italiano y brevemente resumida en inglés, León XIV también instó a sus hermanos a escuchar y ser humildes. Dado que su capítulo elegirá a un nuevo prior, les dejó una especie de instrucción: «Que nadie piense que tiene todas las respuestas por sí solo. Que cada uno comparta abiertamente lo que tiene».

Tras ingresar al noviciado agustino el 1 de septiembre de 1977, Robert Francis Prevost siempre se ha mantenido muy unido a su comunidad. Es posible que León XIV decida pronto mudarse a los aposentos papales del Palacio Apostólico con algunos frailes agustinos para mantener la vida comunitaria.

Fuente: es.aleteia.org

Escuchar, ser humildes, trabajar por la unidad: 3 consejos del Papa a sus hermanos agustinos

Los agustinos, la congregación a la que pertenece el Papa León XIV, celebran estos días su Capítulo General en Roma, en la que hablan de sus retos como congregación y en la que elegirán un nuevo superior general. Son casi unos 3.000 en todo el mundo, aunque en el Capítulo participan sus representantes, casi un centenar de ellos.

En la tarde del lunes, el Papa León XIV, agustino como ellos, ha presidido la eucaristía inaugural en la basílica romana de San Agustín. Precisamente, también fue un 1 de septiembre cuando un joven Robert Prevost en 1977 entraba como novicio en la provincia de Nuestra Señora del Buen Consejo, en San Luis, Misuri (EEUU).

Escucha a Dios y recibir el Espíritu Santo

El Papa animó a los agustinos llegados a Roma a rezar «para recibir el don del Espíritu Santo» y «el don de escuchar, el don de ser humildes y el don de promover la unidad, dentro de la Orden». 

León XIV abrió su homilía pidiendo que sea el Espíritu Santo, quien guíe día a día los trabajos del Capítulo General, y que el Espíritu del Señor “prevalezca sobre toda lógica humana, de manera abundante e irresistible”, en estos días de encuentros y debates.

“El Espíritu Santo habla, hoy como en el pasado. Lo hace en los ‘penetralia cordis’ y a través de los hermanos y las circunstancias de la vida. Por eso es importante que el clima del Capítulo, en armonía con la tradición secular de la Iglesia, sea un clima de escucha, de escucha de Dios y de los demás”.

San Agustín escribió sobre Pentecostés, el fenómeno en que los apóstoles hablaban en su lengua pero gente de todas las naciones les entendían. También los agustinos “juntos, son miembros del Cuerpo de Cristo, que habla todas las lenguas”, o al menos, matizó, las que Dios confía a estos religiosos para hacer el bien. “Vivan, por tanto, estos días en un sincero esfuerzo por comunicarse y comprenderse, y háganlo como respuesta generosa al gran y único don de luz y gracia que el Padre Celestial les hace al convocarlos aquí, precisamente a ustedes, por el bien de todos”.

Humildad: nadie tiene todas las respuestas

También pidió León XIV trabajar con humildad. Citó a San Agustín: que todos se hagan “pequeños ante la libertad y la imperscrutabilidad [es una versión en desuso de «inescrutabibilidad»] de la acción de Dios”.

“Que nadie piense que tiene todas las respuestas. Que cada uno comparta con franqueza lo que tiene. Que todos acojan con fe lo que el Señor inspira, conscientes de que ‘como los cielos son más altos que la tierra’, así sus caminos son más altos que nuestros caminos y sus pensamientos más que nuestros pensamientos”.

Unidad, en la diversidad de dones

León XIV después se refirió a la lectura del día sobre los muchos dones que participan en una comunidad unida. San Pablo dice a los corintios que “a cada uno se le da una manifestación particular del Espíritu para el bien común” y que todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, forman un solo cuerpo en Cristo. 

El Papa pidió “que la unidad sea un objetivo ineludible de sus esfuerzos, pero no solo eso: sea también el criterio para evaluar su actuación y su trabajo conjunto, porque lo que une es de Él, pero lo que divide no puede serlo”.

También en el milagro de Pentecostés, señaló San Agustín, “así como entonces las diferentes lenguas que un hombre podía hablar eran el signo de la presencia del Espíritu Santo, ahora es el amor por la unidad, el signo de su presencia”.

Los asistentes de la familia agustiniana

Escuchaban al Papa distintos representantes de la Familia Agustiniana: los Priores Generales, las monjas, los religiosos de las congregaciones agregadas, los laicos de las fraternidades, además de los delegados capitulares que representan a las 41 circunscripciones de la orden representan a los agustinos que, con sus 395 casas, están presentes en los cinco continentes.

En este encuentro elegirán nuevo prior general, tras los 12 años de gobierno del padre Alejandro Moral, burgalés del pueblo de La Vid. 

Alejandro Moral señaló la importancia del momento, junto a las reliquias de Santa Mónica (devota cristiana, madre de San Agustín y modelo de madre cristiana con hijos díscolos). Recordó que Prevost fue también Prior General, como él mismo, y que San Agustín sigue inspirando como «maestro espiritual y fundador, recordándonos que la Iglesia es la verdadera madre que genera y alimenta a sus hijos en la fe. Su presencia nos anima a continuar nuestro camino con confianza. Nos llama a una misión vivida con humildad y dedicación, pero también con audacia y esperanza». 

Fuente: religionenlibertad.com

«Escucha, humildad y unidad»: La receta de León XIV para el Capítulo General de los Agustinos

El Papa agustino presidió la misa de inicio de la asamblea, que se prolongará hasta el 18 de septiembre.

Por primera vez en muchos años, el agustino Robert F. Prevost no participará en en capítulo General de su orden -el 188º de esta emblemática congregación- que hasta el 18 de septiembre reúne en Roma a 83 capitulares que habrán de elegir al sucesor del español Alejandro Moral Antón tras doce años de gobierno como prior general.

Pero quien también fue su prior general y ahora es el papa León XIV, quiso presidir la eucaristía con la que esta tarde se ha inaugurado esta asamblea, y en donde les invitó a que el ambiente de ese capítulo «sea de escucha: de escucha a Dios y a los demás».

Desde la Basílica Romana de Sant’Agostino en Campo Marzio, donde se celebró la misa, el Papa invitó a sus hermanos –que representan a unos 2.500 frailes y unas 700 monjas de 41 circunscripciones en una cincuentena de países- a que vivan estas casi tres semanas de encuentro «con un esfuerzo sincero por comunicarse y comprender, y háganlo como una respuesta generosa al gran y único don de luz y gracia que el Padre Celestial les da al llamarlos aquí, a ustedes, para el bien de todos».

«Hagan todo esto con humildad», le dijo a continuación el Papa, buen conocedor de estos capítulos. «Que nadie crea tener todas las respuestas. Que cada uno comparta abiertamente lo que tiene. Que todos acojan con fe lo que el Señor inspira», señaló Prevost.

Por primera vez en muchos años, el agustino Robert F. Prevost no participará en en capítulo General de su orden -el 188º de esta emblemática congregación- que hasta el 18 de septiembre reúne en Roma a 83 capitulares que habrán de elegir al sucesor del español Alejandro Moral Antón tras doce años de gobierno como prior general.

Pero quien también fue su prior general y ahora es el papa León XIV, quiso presidir la eucaristía con la que esta tarde se ha inaugurado esta asamblea, y en donde les invitó a que el ambiente de ese capítulo «sea de escucha: de escucha a Dios y a los demás»

Por primera vez en muchos años, el agustino Robert F. Prevost no participará en en capítulo General de su orden -el 188º de esta emblemática congregación- que hasta el 18 de septiembre reúne en Roma a 83 capitulares que habrán de elegir al sucesor del español Alejandro Moral Antón tras doce años de gobierno como prior general.

Pero quien también fue su prior general y ahora es el papa León XIV, quiso presidir la eucaristía con la que esta tarde se ha inaugurado esta asamblea, y en donde les invitó a que el ambiente de ese capítulo «sea de escucha: de escucha a Dios y a los demás».

Desde la Basílica Romana de Sant’Agostino en Campo Marzio, donde se celebró la misa, el Papa invitó a sus hermanos –que representan a unos 2.500 frailes y unas 700 monjas de 41 circunscripciones en una cincuentena de países- a que vivan estas casi tres semanas de encuentro «con un esfuerzo sincero por comunicarse y comprender, y háganlo como una respuesta generosa al gran y único don de luz y gracia que el Padre Celestial les da al llamarlos aquí, a ustedes, para el bien de todos».

«Hagan todo esto con humildad», le dijo a continuación el Papa, buen conocedor de estos capítulos. «Que nadie crea tener todas las respuestas. Que cada uno comparta abiertamente lo que tiene. Que todos acojan con fe lo que el Señor inspira», señaló Prevost.

Junto a ello, quiso destacar, de acuerdo con la Liturgia de la Palabra del día, el valor de la unidad. «Que la unidad sea un objetivo indispensable de sus esfuerzos, pero no solo eso: también debe ser el criterio para evaluar sus acciones y su trabajo conjunto, porque lo que une proviene de Él, pero lo que divide no puede», afirmó el Papa.

Finalmente condensó en una frase todo lo que León XIV, de agustino a agustinos, quería decirles a sus hermanos de cara a la elección de quien será el 98º prior general, pero también al nuevo consejo que saldrá del capítulo general: «Escucha, humildad y unidad: estas son tres sugerencias útiles que la liturgia te ofrece para los próximos días. Os invitamos a hacerlas vuestras»!.

Homilía del Papa

Queridos hermanos, celebramos esta Eucaristía al inicio del Capítulo General, un momento de gracia para la Orden Agustiniana y para toda la Iglesia.

En la Misa votiva del Espíritu Santo, pedimos que Él, por quien el amor de Cristo habita en nuestros corazones (cf. Rm 5,5), guíe su trabajo día a día.

Un antiguo autor, hablando de Pentecostés (cf. Hch 2,1-11), lo describe como un «triunfo abundante e irresistible del Espíritu» (Dídimo el Ciego, De Trinitate, 6, 8: PG 39, 533). Pedimos al Señor que sea lo mismo para ustedes: que su Espíritu prevalezca sobre toda lógica humana, de manera «abundante e irresistible», para que la Tercera Persona de Dios se convierta verdaderamente en la protagonista de los días venideros.

El Espíritu Santo habla, hoy como en el pasado. Lo hace en la «penetralia cordis» y a través de los hermanos y las circunstancias de la vida. Por ello, es importante que el ambiente del Capítulo, en armonía con la tradición centenaria de la Iglesia, sea de escucha: de escucha a Dios y a los demás.

Meditando sobre Pentecostés, nuestro Padre Agustín, respondiendo a la provocativa pregunta de quienes preguntaban por qué, hoy, no se repite el extraordinario signo de la «glosolalia», como en su día en Jerusalén, ofrece una reflexión que creo les será muy útil en el mandato que están a punto de cumplir. Dice: «Al principio, cada creyente […] hablaba en todas las lenguas […]. Ahora el cuerpo de los creyentes habla en todas las lenguas. Por lo tanto, incluso ahora, todas las lenguas son nuestras, pues somos miembros del cuerpo que habla» (Sermo 269, 1).

Queridos hermanos, aquí juntos, son miembros del Cuerpo de Cristo, que habla todas las lenguas. Si no todas las del mundo, ciertamente todas las que Dios sabe que son necesarias para el cumplimiento del bien que, en su sabiduría providente, les confía.

Vivan estos días, por tanto, con un esfuerzo sincero por comunicarse y comprender, y háganlo como una respuesta generosa al gran y único don de luz y gracia que el Padre Celestial les da al llamarlos aquí, a ustedes, para el bien de todos.

Y llegamos a un segundo punto: hagan todo esto con humildad. San Agustín, al comentar la variedad de maneras en que el Espíritu Santo se ha derramado sobre el mundo a lo largo de los siglos, interpreta esta multiplicidad como una invitación a humillarnos ante la libertad e inescrutabilidad de la acción de Dios (ibíd., 2). Que nadie crea tener todas las respuestas. Que cada uno comparta abiertamente lo que tiene. Que todos acojan con fe lo que el Señor inspira, sabiendo que «tan altos como los cielos sobre la tierra» (Is 55,9), tan altos son sus caminos sobre nuestros caminos y sus pensamientos sobre nuestros pensamientos. Solo así el Espíritu podrá «enseñar» y «recordar» lo que Jesús dijo (cf. Jn 14,26), grabándolo en sus corazones para que su eco se extienda desde ellos en la singularidad e irrepetibilidad de cada latido.

Sin embargo, hay un punto de reflexión más que quisiera destacar en lo que la Liturgia de la Palabra nos ofrece hoy: el valor de la unidad. En la primera lectura, san Pablo, hablando de la comunidad de Corinto, ofrece una descripción fácilmente aplicable a esta asamblea. De hecho, también aquí, «a cada uno se le da la manifestación del Espíritu para el bien común» (1 Co 12,7); también aquí «todo esto lo obra un mismo Espíritu, que reparte a cada uno como quiere» (v. 11); y de ustedes también puede decirse que «así como […] el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, aunque muchos, son un solo cuerpo, así sucede con Cristo» (v. 12).

Que la unidad sea un objetivo indispensable de sus esfuerzos, pero no solo eso: también debe ser el criterio para evaluar sus acciones y su trabajo conjunto, porque lo que une proviene de Él, pero lo que divide no puede. En este sentido, san Agustín nos ayuda de nuevo, comentando el milagro de Pentecostés: «Así como entonces las diferentes lenguas que un hombre podía hablar eran signo de la presencia del Espíritu Santo, ahora el amor a la unidad […] es signo de su presencia» (ibíd., 3). Y continúa: «Así como los hombres espirituales se alegran de la unidad, los hombres carnales siempre buscan el conflicto» (ibíd.). Por lo tanto, pregunta: «¿Qué fuerza mayor que la piedad es el amor a la unidad?» y concluye: «Tendrás el Espíritu Santo cuando permitas que tu corazón se aferre a la unidad mediante la caridad sincera» (ibíd.).

Escucha, humildad y unidad: estas son tres sugerencias útiles que la liturgia te ofrece para los próximos días. Os invitamos a hacerlas vuestras, renovando la oración que dirigimos al Señor al inicio de esta Celebración: «El Espíritu Paráclito, que procede de ti, oh Padre, ilumine nuestras mentes y, según la promesa de tu Hijo, nos guíe hacia la verdad completa» (cf. MISAL ROMANO, Misa Votiva del Espíritu Santo, B, Colecta).

Fuente: religiondigital.org –  José Lorenzo – 01.09.2025.

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