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«Yo rezo una hora al día, incluso más… Espero que mis oraciones sean escuchadas».

El compositor comparte detalles íntimos de su fe… como que la oración diaria fue por años recitar el rosario con su madre.

Pincha aquí para saber lo que pensaba Morricone sobre Dios y la fe.

Ennio Morricone es un enamorado de Dios que busca aproximarse a Él y aproximarlo a todo ser humano, en sus creaciones. La osadía de los que aman, pero con la sabiduría del anciano es lo que regala el destacado compositor italiano en esta entrevista a Credere y que Portaluz ha traducido…

“La música -inicia comentando el maestro Morricone- es un arte que para convertirse en esposa o hermana de la película necesita el mismo elemento que caracteriza a la película: el tiempo. La temporalidad hermana al cine y la música. ¿Pero de dónde viene la música?: De otro lugar, misterioso».

Menos misterioso es saber que la fe es muy importante en su vida Maestro…
Provengo de una familia cristiana. Mi fe nace en la familia. Mis abuelos eran muy religiosos. Con mi madre y mis hermanas siempre orábamos antes de ir a la cama. Recuerdo la época de la guerra. Durante esos años terribles rezábamos el Rosario. Todos estábamos muy impactados. Me veo a mí mismo, ahora, como en un sueño, respondiendo el Ave María de mi madre. Siempre hemos sido religiosos. Los domingos íbamos a misa y nos acercábamos al sacramento de la Comunión».
 
¿Qué revela en un hombre su identidad creyente?
Si es honesto, altruista, respetuoso de Dios y el prójimo. Ama a los demás, incluso si la palabra amor significa renuncia; pero es así. Esto es importante. Realmente buscar el bien de los demás y no dañar al prójimo con mis actos. Me parece perfectamente normal y expresa respeto, hacer algo por la persona con quien me encuentro.

Son valores que le ha transmitido su familia…
Sí, y también la capacidad de sacrificio. En este tiempo es urgente sacrificarnos aún más… Con mi esposa, que es una persona bondadosa, dedicada, hemos habituado a nuestros hijos a vivir la generosidad. No digo que mis hijos ya lo han logrado plenamente, no sé, pero sé que son muy buenos niños… Amar a los demás como te amas a ti mismo; aquí (en su familia), esto es una forma normal de ser.

¿Cuánto puede la música acercarnos a Dios Padre?

La música es sin duda cercana a Dios. La música se proyecta al mismo tiempo en el alma y en el cerebro del hombre. Le permite orar… La música es el único arte verdadero que realmente nos acerca al Padre eterno, a la eternidad. Me digo a mí mismo, también se lo he dicho a mi esposa, que la música ya existía, ¡toda! La música que se escribe y se escribirá. El compositor solo la toma y se la lleva…

El público en general sabe poco de su extraordinario repertorio de música contemporánea, como usted lo ha descrito… que estos sonidos tienen a menudo una llamada a lo espiritual.
El director Luciano Salce, en cuyas manos puse música para varias películas, con quien éramos amigos -permanecimos como amigos hasta su muerte-, un día me llamó y me dijo: «Tengo que dejarte»… «¿Por qué?», le dije… «Porque yo hago comedias y tú haces una música espiritual, sagrada. Estoy obligado a dejarte», respondió. Este episodio me marcó mucho. Gracias a él empecé a razonar sobre ello. Probablemente a veces expreso lo sagrado incluso cuando no es mi intención hacerlo…

De hecho, en su repertorio también encontramos música sacra, explícita. Hace algunas semanas presentó la Missa Papae Francisci, un homenaje al Papa Francisco de intensa y particular belleza.
En verdad se me pidió como una composición para coro de la iglesia de Santa María de los Ángeles en Roma con motivo de un Festival al que asistirían seis coros, provenientes de todo el mundo. Decidí componer una ópera, donde se cantase sólo la palabra «Amén», pero debía involucrar a los seis coros. Luego Egisto Macchi me pidió que escribiera un Vía Crucis. Yo le respondí que sí. Yo había escrito hacía poco además una música sobre la Creación. El aire, la luz, el agua, el fuego, la tierra, el hombre. Entonces, la torre de Babel de la que brota, en hebreo, una multitud de voces… vino en un ‘crescendo’ cada vez más imponente.

¿Cuál es la historia bíblica que ama a recordar?

Las parábolas de Cristo, sin lugar a dudas. La historia de las Bodas de Caná me emociona mucho. ¿Cómo no recordar la Pasión? Momento importante para la vida de Cristo y para todos nosotros.

“La Misión” es, tal vez, la película que le ha permitido exponer con mayor intensidad la conversión de la conciencia humana. Mientras se narra un doloroso período padecido por la Iglesia, su música crece entre canción y canción, llegando a picos de muy alto poder espiritual que expresan una fuerte petición de perdón…
El co-productor de la película, Fernando Ghia, me llevó a Londres para ver la película. Antes del final, yo estaba llorando; en la masacre de los indios y jesuitas a manos de portugueses y españoles. Tenía ante mí al director con los dos productores y yo dije: «No, yo no haré la música, ya es hermoso así». Creo que estuve llorando media hora. Y ellos insistieron. Hasta que me di por vencido: «Bien… haré la música». Yo no quería hacerla, porque si era incorrecta, podía arruinar la película. Trabajé en tres elementos distintos que no podía ignorar, el oboe del padre jesuita Gabriel, la música coral y la de la etnia india; creo que fue un milagro poder componer esa música en la que tres combinaciones independientes de sonidos trabajan simultáneamente.

La música puede ser una intensa oración.

¡Cierto! Pero más allá de la música se necesitan palabras, intenciones, concentración. Yo rezo una hora al día, incluso más. Es lo primero que hago. También durante el día, si se da la ocasión. Por la mañana me paro frente al Cristo (en el gran salón, iluminado por una ventana, hay una hermosa imagen de Jesús) y al anochecer. Espero que mis oraciones sean escuchadas

50 Años de logros y premios en la tierra…

Ennio Morricone nació en Roma el 10 de noviembre de 1928. Se graduó en el Conservatorio de trompeta y composición. Se hizo famoso en todo el mundo con la música para las película del Oeste “Por un puñado de dólares” (1964), “Por unos pocos dólares más” (1965), “El bueno, el malo y el feo” (1966), “Érase una vez Occidente” (1968) y “Por un puñado de dinamita” (1971). Ha creado la música para más de 400 películas, trabajando con directores como Gillo Pontecorvo, Pier Paolo Pasolini, Bernardo Bertolucci, Giuseppe Tornatore, Brian De Palma, Roman Polanski, Oliver Stone, Pedro Almodóvar, Roland Joffé. Recibió 27 Golden Records, 7 discos de platino, 7 David di Donatello, 3 Globos de Oro, un premio Grammy, así como el León de Oro y un Oscar por toda su carrera.

Fuente: Portaluz.

Morricone, uno de los grandes compositores de la historia del cine

Lo que quizás muchos no conocían de este inigualable genio es que Ennio Morricone era un hombre de fe. Procedente de una familia cristiana, cada día recitaba rosarios con su madre cuando Ennio aún era un chiquillo: “Mi fe ha nacido en mi familia”, ha confesado en alguna ocasión.

Rezaba antes de acostarse

Sus abuelos tenían profundas creencias religiosas. De ahí que, antes de acostarse, rezaba junto a sus hermanas y su madre. Oraciones que eran especialmente intensas en los duros años de la Segunda Guerra Mundial, de la que Italia fue una de las protagonistas con el régimen fascista de Mussolini: “Durante esos años rezábamos el rosario. Estábamos todos muy impresionados. Me veo de nuevo, medio dormido, respondiendo a los Ave Maria de mi madre. Siempre hemos sido religiosos. Los domingos íbamos a misa y comulgábamos”, explicaba el mítico compositor.

Así definía Morricone al buen cristiano

A su juicio, la honestidad, el altruismo o el respeto a Dios y al prójimo son tres características que definían a una persona religiosa como su caso. Confesaba en ocasiones que le preocupaba realmente el bien de los demás.

Unos valores que trató de inculcar a su familia, junto al del sacrificio: “Yo mismo algunas veces me sacrifico para ayudar a las personas que están en paro, a las muchas preocupaciones que agobian. Con mi esposa, que es una buena persona, escrupulosa, hemos acostumbrados a nuestros hijos a esta generosidad”.

Sobre la música, consideraba que era un agente muy cercano a Dios. De hecho, definió este arte “como el único que se acerca verdaderamente al Padre eterno y a la eternidad”. Por ello, parte de los sonidos que componen su repertorio musical tienen tintes espirituales.

Homenaje al Papa Francisco

Aquello le permitió en el año 2015 homenajear al Papa Francisco, cuando Morricone digirió la Missa Papae Francisci. Así evocaba la manera en la que surgió aquella día singular.

“Se me pidió Amen como composición para un coro para la iglesia de Santa María de los Ángeles de Roma, con ocasión de un Festival en el que participaban seis coros procedentes de todo el mundo. Decidí componer una obra donde sólo una palabra, ‘Amen’, fuera cantada pero con la idea de implicar a los seis coros. Egisto Macchi me pidió que escribiera un Via Crucis. Le respondí que sí”.

Fuente: COPE.

La evocación del genial compositor Ennio Morricone realizada por un cardenal de la Iglesia

Ravasi ha recordado dos acontecimientos significativos de su vida: la estancia en Polonia, cuando preparó un oratorio para Juan Pablo II y la entrega de la Medalla de Oro del Pontificado en nombre del Papa Francisco en abril de 2019. El cardenal recuerda que Morricone le confió más de una vez que para él la música era, en cierto modo, el lenguaje de la trascendencia, el lenguaje que narra el Misterio. Incluso cuando la temática era secular, su belleza nos lleva paso a paso hacia lo eterno y lo infinito.

En una ocasión el cardenal le invitó a una sesión plenaria del Consejo Pontificio para la Cultura para hablar sobre la belleza y entonces habló de dos grandes experiencias: la auditiva, donde la escucha es fundamental, y la visual, que es el descubrimiento de cómo la música evoca, hace intuir, consigue representar los hechos de forma eficaz. Esto se ve muy claro si repasamos las películas de las que compuso la banda sonora. Hay un hilo musical que va de la mano de la imagen, por ejemplo en “La Misión”. El cardenal Ravasi concluye diciendo que debemos estar agradecidos a Ennio Morricone por haber sido capaz de expresar lo inefable y lo invisible al mismo tiempo, que son el alma de la religión.

Fuente: COPE.

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La Misión, una banda sonora que despierta el alma

Un proyecto inesperado, una música inspirada y un Óscar robado enmarcan una de las bandas sonoras más populares de la historia. Una música para la eternidad del gran Ennio Morricone, en el quinto aniversario de su muerte, este mes de julio.

Los Ángeles, 30 de marzo de 1987. La actriz Bette Midler fue la encargada de entregar el Óscar a la mejor banda sonora, abrió el sobre y ante la estupefacción general leyó: Herbie Hancock, por Round Midnight. El público comenzó a abuchear y la gran favorita, La Misión, se quedó sin la estatuilla en una de las decisiones más controvertidas de la historia del premio. El compositor Ennio Morricone abandonó la sala decepcionado por la injusticia de la decisión dado que gran parte de la música de Hancock no cumplía con las bases del concurso. 

Morricone recibió el proyecto cuando estaba pensando en retirarse del cine y el director Roland Joffé lo llamó para mostrarle las escenas finales de La Misión. Durante el pase Ennio se hundió en el asiento, lloró durante media hora, y finalmente dijo: “Es perfecta, no necesita música”, impresionado por el sacrificio final de los jesuitas que mueren con los indios. Sin embargo, de pronto apareció un día con un tema mítico: Gabriel’s Oboe, que hoy es parte de la cultura popular. Más adelante, escribió otro tema con ritmo étnico y un motete según las normas del Concilio Vaticano ii. Entrelazando estos tres temas disímiles construyó una banda sonora prodigiosa con gran presencia de música sacra: Ave María guaraní, Te Deum guaraní, Miserere, y otras piezas inolvidables. Ennio contó más adelante que la compuso como si no la controlara, lo que no le había pasado nunca. Esto apunta a una inspiración divina, propia de un hombre que siempre empezaba su jornada con una hora de oración ante el Cristo que tenía en su casa, y cuya música siempre estuvo impregnada de lo trascendente, como reconocía el productor David Puttnam:  “Incluso si no crees en Dios, escuchas la música de Ennio y piensas que debe haber algo”.

Una fe y un amor sincero

Tardíamente le fue concedido un Óscar honorífico en 2007, y otro a la mejor BSO en 2016.  La dedicatoria del primero fue  “a mi amada María, que me ama muchísimo, y lleva tantos años a mi lado, y yo la amo de la misma manera”.  

La fe siempre sostuvo el amor en su familia, desde el rosario que rezaba todas las noches con sus padres y hermanos, hasta el larguísimo matrimonio que compartió con su esposa. Esto lo percibió la cantante portuguesa Dulce Pontes: “Ennio tiene algo muy espiritual, te despierta el alma”. 

El arte que acerca a Dios

Para cerrar el círculo, Morricone introdujo temas de La Misión en el “finale” de su Misa del Papa Francisco (2015), encargada para celebrar el bicentenario de la restauración de la Compañía de Jesús, en contrapunto a la trama de la película que trataba de los hechos de su disolución. En una entrevista del mismo año expresaba su motivación: “La música es el único arte real que se acerca verdaderamente al Padre eterno y a la eternidad”.

Fuente: revistamision.com – Rubén Risco – .