Loading

Migrantes, misioneros de esperanza. Materiales.

En la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado 2025, te contamos la historia de Soulayman y Ricardo, que con su trabajo, sus valores, su fe y su vida, revitalizan la realidad social y eclesial de España.

«Migrantes, misioneros de esperanza» es el lema de la Jornada mundial del migrante y del refugiado, que este año se celebra el domingo 5 de octubre para hacerlo coincidir con el Jubileo de los migrantes en Roma.

Los obispos de  La Subcomisión Episcopal para las Migraciones y Movilidad Humana invitan a poner de relieve que las personas migrantes son portadoras de esperanza en un doble sentido para las comunidades que los acogen. En primer lugar, son un ejemplo porque vienen con “la esperanza de conseguir la felicidad y el bienestar más allá de sus propios confines, que los lleva a confiarse totalmente en Dios». Los migrantes «nos muestran y enseñan el coraje de la vida desde la certeza de que Dios los acompaña en sus tribulaciones y duelo para alcanzar un futuro mejor”.

Por otra parte, los migrantes y refugiados son portadores de esperanza también porque «están revitalizando con su juventud, sus valores, su trabajo, sus vidas, sus familias, su fe, sus ideales, la realidad social y eclesial de nuestro país”.

MENSAJE DE LOS OBISPOSMENSAJE DEL PAPA LEÓN XIVSUBSIDIO LITÚRGICOSUBSIDIO PARA EL MONITORCATEQUESIS PARA EL JUBILEOREVISTA DE MIGRACIONES

Mensaje del papa León XIV para la Jornada

El Papa León XIV, en su mensaje para esta Jornada, expresa este reconocimiento de la presencia de los migrantes en nuestra sociedad : «En un mundo oscurecido por guerras e injusticias, incluso allí donde todo parece perdido, los migrantes y refugiados se erigen como mensajeros de esperanza. Su valentía y tenacidad son un testimonio heroico de una fe que ve más allá de lo que nuestros ojos pueden ver y que les da la fuerza para desafiar la muerte en las diferentes rutas migratorias contemporáneas».

«En efecto, con su entusiasmo espiritual y su dinamismo, -añade el Santo Padre- pueden contribuir a revitalizar comunidades eclesiales rígidas y cansadas, en las que avanza amenazadoramente el desierto espiritual. Su presencia debe ser reconocida y apreciada como una verdadera bendición divina, una oportunidad para abrirse a la gracia de Dios, que da nueva energía y esperanza a su Iglesia».

Migrantes, misioneros de esperanza

Con este lema, los obispos indican, en clave de esperanza, que «solo un conocimiento, aproximación y cercanía ante sus historias concretas nos pueden ayudar a seguir avanzando en la construcción de «comunidades acogedoras y misioneras», como propusieron en su exhortación pastoral».

También invitan a fijarnos en la palabra «misioneros». Los migrantes son también misioneros. En nuestro contexto los misioneros tienen una percepción muy positiva que embellece la tarea de la Iglesia. «Reconocer que los migrantes son también misioneros nos ayuda a descubrirlos como portadores de una buena noticia, de algo positivo«, apuntan.

Cartel en castellano. Descargar en castellano.

Cartel 2025.

Fuente: conferenciaepiscopal.es

Migrantes y refugiados: León XIV insta a promover políticas de reconciliación

El Papa con la hermana Norma Pimentel, «ángel» de los migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México, entre los participantes en la conferencia del Augustinianum “Refugiados y migrantes en nuestra casa común”.  (@Vatican Media).

El Papa León XIV recibe a los participantes en la Conferencia Internacional «Refugiados y migrantes en nuestra casa común» que se está celebrando en el Augustinianum y hace un llamamiento a la acción ante la emergencia de más de 100 millones de personas afectadas por la migración. El Pontífice, citando a Francisco, pide que se promueva «una cultura de reconciliación» como antídoto contra la «globalización de la impotencia», especialmente en tierras heridas por los conflictos.

«Inmóviles, silenciosos y quizás tristes» ante el sufrimiento de los inocentes, pensando que a estas alturas «ya no se puede hacer nada». Es ahí donde se corre el riesgo de la «globalización de la impotencia», una actitud tan peligrosa -o quizá más- que la «globalización de la indiferencia». León XIV toma el testigo de una «vieja» expresión del Papa Francisco, que ha quedado impresa en el imaginario colectivo, para relanzar esta nueva expresión -ya utilizada en el videomensaje para Lampedusa- que advierte de un posible peligro: la resignación, el inmovilismo e incluso la costumbre de que el sufrimiento ajeno ya ni siquiera «intentamos más aliviar». Algo que, ante la cifra estimada de 100 millones de personas afectadas por la migración y el desplazamiento, no podemos permitirnos en absoluto. El Pontífice se dirige a los participantes en la conferencia internacional Refugiados y migrantes en nuestra casa común, que, organizada por la Universidad de Villanova (a la que asistió el propio Robert Francis Prevost), está reuniendo en el Augustinianum -en estos días previos al Jubileo del mundo misionero y migrante- a representantes de universidades, ONG y socios comunitarios para elaborar planes de acción que respondan a las causas estructurales de los fenómenos migratorios.

La invitación del Papa Francisco

Es, en efecto, un sentido agradecimiento el que el Papa dirige a los organizadores de estas jornadas de debate, reflexión y colaboración, así como a los participantes por su contribución. Una contribución que se concretará en un proyecto trienal centrado en cuatro pilares fundamentales: «Enseñanza, investigación, servicio y apoyo».

De este modo, aceptan la invitación del Papa Francisco a las comunidades académicas para ayudar a satisfacer las necesidades de nuestros hermanos y hermanas desplazados centrándose en las áreas de su competencia.

La dignidad humana siempre en el centro

Estos pilares forman parte de una misma misión: «Reunir a las voces más autorizadas de diversas disciplinas para responder a los urgentes desafíos que plantea el creciente número de personas, estimado actualmente en más de 100 millones, que se ven afectadas por la migración y el desplazamiento», subraya el Papa León. A continuación, asegura sus oraciones para que todos estos «esfuerzos» puedan producir «nuevas ideas y enfoques, buscando siempre poner la dignidad de toda persona humana en el centro de cualquier solución».

Reconciliación y esperanza

Hay dos temas en particular que el Obispo de Roma señala para los planes de acción: la reconciliación y la esperanza. Reconciliación porque «uno de los obstáculos que surgen a menudo cuando se afrontan dificultades de esta magnitud es la actitud de indiferencia tanto por parte de las instituciones como de los individuos”.

Mi venerado predecesor hablaba de la «globalización de la indiferencia», en la que nos acostumbramos al sufrimiento ajeno y ya no intentamos aliviarlo. Esto puede conducir a lo que antes llamé la «globalización de la impotencia», cuando corremos el riesgo de quedarnos inmóviles, silenciosos y tal vez tristes, pensando que no se puede hacer nada ante el sufrimiento de inocentes.

No a la «globalización de la impotencia»

Y así como Francisco habló de la «cultura del encuentro» como antídoto contra la globalización de la indiferencia, «también nosotros -alienta el Papa León- debemos comprometernos a afrontar la globalización de la impotencia promoviendo una cultura de la reconciliación”.

Debemos encontrarnos sanando nuestras heridas, perdonándonos el mal que hemos hecho y también el que no hemos hecho, pero cuyos efectos soportamos. Esto requiere paciencia, disposición a escuchar, capacidad de identificarse con el dolor ajeno y el reconocimiento de que tenemos los mismos sueños y esperanzas.

Testigos privilegiados de la esperanza

Por ello, el Papa anima a «proponer modos concretos para promover gestos y políticas de reconciliación, especialmente en las tierras donde existen profundas heridas causadas por conflictos de larga duración». No es una tarea fácil, admite el Pontífice, «pero para que los esfuerzos en favor de un cambio duradero tengan éxito, deben incluir formas de tocar los corazones y las mentes». Además, añade León XIV, en la formulación de los planes de acción es importante recordar que «los migrantes y los refugiados pueden ser testigos privilegiados de esperanza a través de su resiliencia y su confianza en Dios.

A menudo conservan su fuerza en la búsqueda de un futuro mejor, a pesar de los obstáculos que encuentran.

En vista del Jubileo dedicado a ellos, el Papa invita a «dar relieve a estos ejemplos de esperanza en las comunidades de aquellos a quienes sirven», para «ayudarles a desarrollar formas para hacer frente a los retos que se les han presentado en sus vidas».

Fuente: vaticanews.va – Salvatore Cernuzio – Ciudad del Vaticano – 03.10.2025

La esperanza a flor de piel: este fin de semana coinciden en Roma los jubileos de los migrantes y los misioneros.

Los dos eventos jubilares tendrán lugar simultáneamente el fin de semana e incluirán congresos, manifestaciones artísticas y celebraciones espirituales.

El sábado 4 de octubre está prevista la audiencia jubilar con el Papa y el domingo 5 la Misa presidida por León XIV, ambas en la Plaza de San Pedro.

El sábado 4 y domingo 5 de octubre se celebrarán en Roma el Jubileo del Mundo Misionero y el Jubileo de los Migrantes, organizados en colaboración con el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y el Dicasterio para la Evangelización, Sección para la primera evangelización y las nuevas Iglesias particulares.

El programa del Jubileo del Mundo Misionero

El evento jubilar, que reunirá peregrinos de alrededor de 100 países, está dedicado de modo especial a todos los misioneros, laicos y religiosos, a los agentes pastorales en misión, a los fidei donum y a las diversas organizaciones vinculadas al ámbito misionero. Entre los países más representados, además de Italia, estarán Estados Unidos, España, Polonia, Suiza, Francia, Argentina, Brasil, México, Colombia, Filipinas, India y Canadá. También llegarán delegaciones de Zambia, Lesoto, China, Costa Rica, Madagascar y las islas Mauricio.

El Jubileo se abrirá la mañana del sábado 4 de octubre con la audiencia jubilar del Papa, programada a las 10:00 en la Plaza de San Pedro. Por la tarde, los participantes realizarán la peregrinación a la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, seguido por el Encuentro Internacional Misionero titulado “La Missio ad gentes hoy: hacia nuevos horizontes”, en la Pontificia Universidad Urbaniana, organizado por el Dicasterio para la Evangelización y las Obras Misionales Pontificias.

La Misa con el Papa

Tras el encuentro, se celebrará una vigilia por las misiones en distintas iglesias cercanas al Vaticano, en varios idiomas: en Santa Maria delle Fornaci (inglés); San Lorenzo in Piscibus (francés); la gran capilla del Colegio Urbano (español); y la capilla del Centro Internacional de Animación Misionera (portugués/alemán/chino). La misa en italiano será celebrada en la capilla de la Casa “Don de María” (cerca de Piazza Sant’Uffizio) y en la iglesia Santa Maria in Traspontina (en Via della Conciliazione).

A las 21:00 tendrá lugar un solemne Rosario Misionero Internacional en la Plaza de San Pedro. El domingo 5 de octubre, a las 10:30, el papa León presidirá la Misa en la Plaza de San Pedro. Por la tarde, en los Jardines de Castel Sant’Angelo, se celebrará la “Fiesta de los Pueblos”, un evento artístico titulado “Migrantes y Misioneros de esperanza entre los pueblos”.

Será una tarde de música, testimonios y espectáculos con migrantes, misioneros y artistas de todo el mundo, entre ellos la comunidad india latina de Roma, el grupo juvenil de la comunidad filipina, los Sorirang de Corea, la International Migrants School de Roma y la asociación cultural PerúFolk. Una verdadera fiesta que une la realidad migratoria con el mundo misionero, expresión de una Iglesia que acoge y abraza. La entrada, gratuita y abierta a todos, será presentada por personalidades de distintas nacionalidades: italiana, afgana e india.

El Jubileo de los Migrantes: el programa

El Jubileo de los Migrantes reunirá a 10.000 peregrinos de unos 95 países, especialmente de Italia, Estados Unidos, Canadá, Suiza, Bélgica, España, Filipinas, Alemania, Portugal, India, México, Brasil, Colombia, Venezuela, El Salvador, Bangladés, Nigeria, Albania, Rumanía, Madagascar, Eritrea, Togo, Cabo Verde y las islas Mauricio.

También este Jubileo prevé la audiencia jubilar del sábado, la peregrinación a la Puerta Santa y la Misa del domingo presidida por el Papa. El evento concluirá por la tarde con la “Fiesta de los Pueblos”, organizada por diversas realidades católicas que trabajan con y para migrantes, refugiados y comunidades misioneras, promovida por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y el Dicasterio para la Evangelización.

Fuente: religiondigital.org