Vive la Pascua Dominical en la Eucaristía en Casa y en la Parroquia.
Viste tu corazón de Fiesta. Jesús te invita a un banquete.
Mt 22, 1-14. Jesús nos invita a un banquete, a una fiesta muy especial. Una fiesta organizada para la boda del hijo de un rey. Y, sin embargo, muchos de los invitados no quieren acudir. ¡Increíble! El rey, entonces, convida a otros invitados, pero alguno no va con el traje adecuado. No se ha enterado de la importancia de la fiesta. ¡Qué pena! ¡Cuánta gente despistada! El rey invitando a algo sin parangón y ¡qué poca respuesta!
Vistamos nuestro corazón de fiesta. Seamos conscientes del gran don que recibimos. Que este revestimiento nos lleve luego a actitudes concretas de fraternidad, como nos pide el papa Francisco en esa gran encíclica que es Fratelli tutti:
«Soñemos como una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos, cada uno con la riqueza de su fe o de sus convicciones, cada uno con su propia voz, todos hermanos» .
Papa Francisco, FT,8.
Fuente: Revista 21. Dibujo: Patxi Velasco FANO – Texto: Fernando Cordero,ss.cc.
Tienes una invitación – 28º Domingo Tiempo Ordinario, Ciclo A
Mt 22,1-14. Todos estamos invitados al banquete de Dios. Todo el mundo. Y nos jugamos mucho si vamos a la fiesta de Dios con prejuicios y dejando de lado a nuestros hermanos. Cuidado con considerar a alguna persona indigna de asistir a esta fiesta, cuidado con actuar de jueces y fiscales. En la fiesta de Dios solo se pide llevar un corazón esponjado, abierto, acogedor, suave y enternecido. Prepárate, no sea que te llegue la invitación y no estés preparado.
Fuente: Editorial Verbo Divino – EVD.