Loading

Pascua Dominical. Eucaristía en Casa y en Parroquia.

Un hueco para Dios

Lc 6, 17.20-26. Igual que un padre o una madre se vuelcan con el hijo enfermo o con el que más los necesita, así también Dios tiene sus preferidos, cuyos gritos de súplica aparecen frecuentemente en los salmos. Ellos son los pobres y oprimidos, los que tienen un hueco para su amor, que san Lucas concreta en los que tienen hambre, los que lloran o los que son perseguidos. Hemos de convertir también nuestro corazón y nuestras opciones a las de Dios, porque a veces lo tenemos todo tan ocupado, y hacer objeto de nuestra preferencia a los que no cuentan, los que no tienen, los que viven en el desconsuelo o la persecución. Es fácil encontrarnos con todas estas personas que llaman a nuestras puertas y apelan a nuestra compasión. Puede resultar más atrayente contemporizar con los que tienen y su estilo de vida, que con aquellos que viven en precariedad, pero ahí nos jugamos nuestra credibilidad como cristianos. Nuestra credibilidad y nuestra felicidad.

Hazme pobre, Señor, para entender la grandeza de tu Reino y acoger con dicha el programa de las bienaventuranzas.

Fuente: Dibujo: Patxi Fano – Texto: Fernando Cordero ss.cc.

Testigos alegres – 6º Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo C

Lc 6, 17.20-26. Hay experiencias que nos recuerdan que podemos revertir los momentos malos y convertirlos en buenos, que este mundo no es un valle de lágrimas, sino un valle de esperanzas. Si solo vemos problemas, lo malo que nos puede pasar trasmitiremos pesimismo, pereza y contagiaremos desánimo. Hoy toca salir dando gracias por todo lo que nos ocurre, por como lo afrontamos, junto a otros con confianza y optimismo para salir adelante. Eliminemos la queja y quedarnos quietos y salgamos con confianza y fuerza para dar esperanza y hagamos un grupo y un mundo mejor. Seamos testigos alegres de la vida.

Fuente: editorialverbodivino.com

¿EN QUIÉN PONEN SU ESPERANZA? Domingo 6 del tiempo ordinario, ciclo C

Fuente: José Cristo Rey García Paredes.