El documento presinodal aprobado fue presentado al Papa Francisco tras la misa del Domingo de Ramos
(Vatican News). Sofía Lobos – Ciudad del Vaticano
La mañana del sábado 24 de marzo, culminó la reunión presinodal con la aprobación del Documento con las propuestas que los jóvenes presentan a la Iglesia de cara al próximo Sínodo de los Obispos y que será entregado al Papa Francisco el domingo 25 de marzo, tras la celebración de la misa del Domingo de Ramos.
La juventud del mundo pide a la Iglesia que sea más transparente, cercana e interactiva, abierta a sus propuestas, ya que los jóvenes tienen mucho que ofrecer, «quieren ser protagonistas y no simples espectadores».
La presentación fue presidida por el cardenal Lorenzo Baldisseri, actual secretario general del Sínodo de los Obispos, acompañado por un grupo de jóvenes en representación de las distintas comisiones de grupos lingüísticos que integraron los trabajos presinodales, incluida la comisión de los «moderadores online», que trabajaron gestionando las aportaciones recibidas a través de las Redes Sociales.
Puntos fundamentales del documento presinodal
Este documento es un resumen de los aportes de todos los participantes, basado en el trabajo de 20 grupos lingüísticos y en la participación de 15,000 jóvenes conectados online a través de grupos de Facebook.
Se trata de una de las fuentes, entre otras, que conformarán el Instrumentum Laboris, que contribuirá al trabajo del Sínodo de Obispos de 2018 y con el cual se espera que la Iglesia y otras instituciones puedan aprender de este proceso presinodal y «escuchar la voz de los jóvenes«.
Una Iglesia más transparente, cercana e interactiva
A lo largo de la presentación de este documento presinodal, los jóvenes hicieron hincapié en el enorme valor de este encuentro que enriquece a la Iglesia y que estuvo marcado en todo momento por «un ambiente de diálogo, fraternidad y tolerancia», teniendo siempre en cuenta la diversidad de opiniones ya que, dentro de cada grupo, había también chicos y chicas de otras confesiones religiosas, así como no creyentes.
«Pedimos a la Iglesia más transparencia y cercanía para que puedan escuchar a la juventud interactuando verdaderamente con nosotros, ya que tenemos mucho que aportar y podemos hacerlo caminando juntos«, aseguran los jóvenes soñando con una Iglesia unida donde las diferencias generacionales no supongan una dificultad ni un obstáculo en el crecimiento espiritual.
La importancia histórica de los jóvenes en un Sínodo
De todas las intervenciones destacó un aspecto en común que resulta fundamental para comprender la importancia histórica de la participación de los jóvenes en un Sínodo de los Obispos:
«Los jóvenes sueñan con seguridad, estabilidad y plenitud. Muchos esperan una vida mejor para sus familias. En muchos lugares del mundo, esto significa buscar seguridad física; para otros, esto se relaciona más específicamente con encontrar un buen trabajo o un cierto estilo de vida. Un sueño común en todos los continentes y océanos es el deseo de encontrar un lugar al cual el joven pueda sentir que pertenece«.
Jóvenes protagonistas y no espectadores
Y en este sentido la juventud se muestra llena de esperanza y así lo refleja en el documento:
«Vislumbramos mejores oportunidades en una sociedad que es coherente y que confía en nosotros. Buscamos ser escuchados y no meros espectadores en la sociedad sino participantes activos. Buscamos una Iglesia que nos ayude a encontrar nuestra vocación en todos sus sentidos. Tristemente, no todos nosotros creemos que la santidad sea algo alcanzable ni un camino a la felicidad. Necesitamos revitalizar el sentido de comunidad que nos lleva al sentido de pertenencia».
En Vatican News hablamos con el padre Augusto Zampini, sacerdote argentino que trabaja para el Dicasterio del Desarrollo Humano e Integral del Vaticano y uno de los participantes en esta reunión, quien nos más detalles sobre este trabajo presinodal. (Ver Documento Final).