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Pueblos de colonización. Miradas a un paisaje inventado. Expo 2024.

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Se expone el testimonio de 33 pueblos de un total 300.

El Museo ICO presenta “Pueblos de colonización. Miradas a un paisaje inventado”, una exposición que muestra la cara oculta de la historia de nuestro país y la transformación agrícola llevada a cabo por el INC.

Una España de los años 40, 50 y 60 en la que miles de familias abandonaron sus hogares con la esperanza de encontrar trabajo y mejorar sus estilos de vida. Sin embargo, lo que se encontraron fue todo lo contrario.

Más información: https://bit.ly/3IBIUUU

Apunte personal

Yo, José Luis Miguel González, nací en Linares de La Vid (Burgos), uno de los 200 pueblos de colonización que se crearon en España en los años 40, 50 y 60. En la actualidad sigo muy en contacto con el pueblo y sus habitantes, gracias a mi familia. Agradezco a los comisarios de la exposición, Ana  Amado y Andrés Patiño, su brillante trabajo. Confío que en próximas ediciones de la exposición el pueblo sea tenido en cuenta. Este año 2024 el pueblo de La Vid ha cumplido el 75 Aniversario de su fundación y lo ha celebrado con un programa de actos conmemorativos. Ver nota especial.

Pueblos de colonización en Castilla y León, entre ellos Guma y La Vid en Burgos.

Producida por la Fundación ICO y comisariada por Ana  Amado y Andrés Patiño, esta exposición muestra la intensa transformación del paisaje agrícola español llevada a cabo entre 1939 y 1971 por el Instituto Nacional de Colonización (INC), organismo estatal que, partiendo de la necesidad de una reforma agraria, planificó la construcción de nuevas infraestructuras hidráulicas y más de 300 nuevos pueblos en el entorno rural en los que confluyen novedades urbanísticas, arquitectónicas (Alejandro de la Sota, José Luis Fernández del Amo, José Antonio Corrales, Antonio Fernández Alba, Fernando de Terán, Carlos Arniches…) y artísticas (Manolo Millares, Antonio Hernández Carpe, Juana Francés, Manuel Hernández Mompó…). 

El recorrido comienza explicando el contexto histórico en el que nacen los nuevos pueblos y cómo transformaron el paisaje, exponiendo también el uso propagandístico realizado por el poder político, para pasar a los bloques de arquitectura y arte, finalizando con una sección dedicada a sus actuales habitantes. 

La exposición está formada por cerca de 200 obras originales entre fotografías, documentos, dibujos, planos y otras tantas reproducciones fotográficas y una serie de publicaciones que muestran al visitante una panorámica global de las actuaciones del INC, del estado actual de los pueblos y de la vida que en ellos continúan desarrollando los colonos.

Los pueblos de la colonización. Fuente: Telediario 21h00 RTVE 05/11/2021.

Del 14 de febrero de 2024 al 12 de mayo de 2024

Comisariada por Ana Amado y Andrés Patiño, esta exposición mostrará la intensa transformación del paisaje agrícola español llevada a cabo entre 1939 y 1971 por el Instituto Nacional de Colonización, organismo estatal que, partiendo de la necesidad de una reforma agraria, planificó la construcción de nuevas infraestructuras hidráulicas y más de 300 pueblos en el entorno rural en los que confluyen novedades urbanísticas, arquitectónicas y artísticas. El recorrido se iniciará explicando el contexto histórico en el que nacen los nuevos pueblos y cómo transformaron el paisaje, exponiendo también el uso propagandístico realizado por el poder político, para pasar a los bloques de arquitectura y arte abstracto, finalizando con un bloque dedicado a los actuales habitantes de los pueblos. 

rtve play La aventura del saber. Pueblos de colonización. Miradas a un paisaje inventado

02/05/2024. Recorremos la historia del Instituto Nacional de Colonización, un organismo que construyó más de 300 pueblos, de la nada, durante la dictadura.

Sinopsis

Pueblos de colonización. Miradas a un paisaje inventado. Durante los años cuarenta, cincuenta y sesenta, el Instituto Nacional de Colonización creó, de la nada, casi 300 pueblos. Esta operación colosal proporcionó un hogar a 60.000 familias y transformó para siempre el territorio español. Una exposición en el Museo ICO, comisariada por los arquitectos Ana Amado y Andrés Patiño, analiza las distintas facetas de este singular programa de colonización.

Cazarabet conversa con…   Ana Amado y Andrés Patiño, autores de “Pueblos de colonización. Miradas a un paisaje inventado” (Asimétricas)

Una mirada de miradas de Ana Amado y Andrés Patiño que Ediciones Asimétricas nos acerca de una forma sublime…

Se trata de una especie de paseo desde el instrumento de un libro, con una fotografía excelente, por la transformación que fue sufriendo el campo español entre 1939 y 1971.

Estos pueblos de colonización fueron lugares inventados, como bien dice el subtítulo, n los que la arquitectura que allí se impuso contrastó, para siempre, con la que no había en un campo agrícola prometedor, pero yelmo…

El libro, como les explicábamos, lo ha editado Asimétricas junto con el Instituto de Crédito Oficial.

La sinopsis del libro:

 Los pueblos de colonización, creados entre 1940 y 1971, constituyen una de las más significativas transformaciones territoriales producidas en la España del siglo XX. La modernidad, siempre atenta a su ámbito más propio —lo urbano—, encontrará en el territorio rural un nuevo e imprevisto ámbito de expresión nacido de la imperiosa necesidad de desarrollo tras la Guerra Civil, pero también del anhelo largamente postergado de la reforma del campo español. Tras los más de cincuenta años transcurridos desde la finalización del programa del INC, se vuelve a estos pueblos con una mirada actual a su origen, su paisaje y sus habitantes.

Cazarabet conversa con Ana Amado y Andrés Patiño

-Amigos, ¿por qué sentís la necesidad de escribir y mostrarnos con imágenes desde vuestras miradas estos pueblos de colonización que emergieron desde la nada en el pleno franquismo?

-Bueno, este es nuestro trabajo en realidad. Quisimos visitar estos pueblos y como nuestra herramienta de comunicación es la fotografía, pues fue nuestra forma de mostrar a los demás la actualidad de estos pueblos. Segunda pregunta, ¿qué suponen esos pueblos de colonización que casi podríamos entender como pueblos artificiales? Bueno, los pueblos de colonización suponen una intervención en el mundo rural, una intervención moderna por parte de arquitectos, por parte de políticas hidráulicas que vienen de más atrás del franquismo pero que intervienen de una forma actual, contemporánea, en un mundo habitualmente apartado de los ámbitos de la actuación de la arquitectura y del urbanismo moderno.

-¿Quizás poblados desde otros lares haciendo uso de esa inmigración interior que era echada por los pantanos o porque las situaciones simplemente en muchos lugares se hacía insostenible?

 -Bueno, no entiendo muy bien esta pregunta. Realmente los poblados nosotros consideramos que cuando están en la mesa de dibujo se llaman poblados, después se constituyen como pueblos, son pueblos actualmente, son pueblos y el término poblados es un término que habitualmente se utilizaba peyorativamente.

Y bueno, los pueblos se construyeron, los poblados, que ahora ya son pueblos, se construyeron después de la guerra civil para alojar a agricultores que se necesitaban como mano de obra para crear nuevas tierras de cultivo dentro de ese programa integral que promovió la dictadura, como decís vosotros, también por el tema de los pantanos. Sí, los pantanos fueron la cara más visible del programa, la que todo el mundo recuerda, pero la construcción de los pantanos obedece a la necesidad de llevar agua a estas nuevas tierras de producción. También es verdad que hubo casos en que a los colonos, bueno, a los pobladores se les movilizaba forzosamente por la construcción de estos pantanos y esto también forma parte del programa de colonización.

-¿Se incentivaba que esa ciudadanía fuese a vivir a estos pueblos de colonización? ¿Cómo y de qué manera?

 -Bueno, un poco como acabo de decir, los colonos se desplazaban a los pueblos de forma voluntaria, excepto en los casos de la construcción de pantanos en los que se anegaba un pueblo y claro, a esa gente sí que se la obligaba forzosamente a abandonar su pueblo, pero en general lo habitual era que los colonos apuntaran una lista para acceder a esas casas y a esos lotes de casa y parcela y normalmente procedían de pueblos cercanos en la mayor parte de los casos. Siguiente pregunta, este libro no sería lo que es si no fuese por la potente presencia de la fotografía, ¿verdad? Bueno, nosotros hemos hecho una investigación que no es sólo una investigación fotográfica, pero también es una investigación fotográfica en la medida en que hemos revisitado con una visión actual pues estos pueblos, unos pueblos que han quedado un poco olvidados y dejados un poco del mundo vinculados sólo al mundo académico prácticamente y alejados un poco de la notoriedad que quizás le corresponda en un momento como el que estamos viviendo, en donde se está debatiendo sobre qué hacemos con el mundo rural, qué hacemos con la España vacía, qué posibilidades de desarrollo tienen estos lugares. Entonces pues realmente volver a estos lugares, hablar con los colonos sobre todo, fotografiar estos pueblos, sus luces y sus sombras, explicarlos a un público amplio y divulgar todo este proceso ha sido un poco el trabajo que nos ha guiado, el espíritu que nos ha guiado para hacer este trabajo.

Y además hay que darse cuenta de que la fotografía es uno de los medios de comunicación más potentes, como utilizáis vosotros la palabra potente y es verdad que es el lenguaje que utilizamos todos hoy en día más, cada vez utilizamos más la imagen, la fotografía para comunicarnos, entonces utilizar digamos esa herramienta que a todos nos es familiar pues sí hace que llegue de una forma mucho más directa al público.

-¿Qué lugares hay, geográficamente hablando, potencialmente señalados o sensibles a ser potencias en lo de ser pueblos de colonización?

– No entiendo muy bien esta pregunta, los pueblos de colonización se disponían como hemos dicho en lugares, en fincas de grandes terratenientes que se expropiaban y que tenían pues algún pequeño, una pequeña indicación geográfica, dos casitas o un cruce de caminos y más o menos en lugares que nunca existieron poblaciones, es decir, no entiendo bien lo que… Bueno, los criterios que se… o sea, cuando un lugar potencialmente podía ser un pueblo de colonización, bueno, había primero un estudio por parte de los peritos y sobre todo estaban siempre muy ligados a los pantanos, a las fuentes de agua, entonces… Y la cercanía de las nuevas tierras de cultivo especialmente porque todo esto se hacía para cultivar nuevos regadíos, en lugares donde la tierra pues se explotaba con secano, con cultivo de secano o donde nunca se había trabajado la tierra pues llegaba el agua a través de las canalizaciones y entonces se establecían unas nuevas tierras de cultivo y ahí dominando ese espacio, ese nuevo espacio agrícola se disponía un pueblo y se colocaba un pueblo.

-Muchos de esos pueblos de colonización eran como cortados a patrón, hasta parecidos por la disposición y demás, ¿según qué?

 -Bueno, esto es un viejo tópico que existe sobre los pueblos de colonización, realmente los pueblos de colonización son todos diferentes, diferentes no solo entre ellos, sino también con diferencias notables en cuanto a su ubicación geográfica, son distintos los pueblos del norte, de los pueblos de Castilla, de los pueblos de Galicia, de los pueblos de Andalucía o de Extremadura, hay unas constantes, digamos, en los programas de los pueblos, la iglesia, el ayuntamiento, la casa del partido, la cooperativa, había un programa común que había que cumplir, especialmente en los primeros años 40, que era un poco más duro todo desde el punto de vista ideológico, pero realmente la formalización de estos pueblos, y ahí está parte del atractivo del programa de colonización, pues se dejaba un tanto al servicio de arquitectura dirigido por José Tamés, que precisamente buscaba que los pueblos fuesen diversos, que fuesen distintos, incluso en su definición material y física, y los arquitectos que trabajaron en el programa, arquitectos jóvenes por aquel entonces, pues experimentaron un poco con formas arquitectónicas, con formas urbanas, para crear algunas obras muy singulares. No todos los pueblos de colonización son pueblos u obras magníficas, pero sí son todos ejemplos valiosos de trazado de la época.

– ¿Primaba por encima de cualquier cosa que fuesen pueblos que cumpliesen ciertas necesidades, que fuesen prácticos y funcionales?

-Bueno, por encima de cualquier cosa, realmente todos ellos sí que tenían que cumplir esta condición.

Al final de todo, eran células de habitar y de trabajo autosuficientes. Tenían que ser funcionales, tenían que ser prácticos. Se observaba ciertas reglas, por ejemplo, lo que se llamaba el módulo carro, que era la distancia máxima que podía haber entre la casa del agricultor y su parcela, para que no perdiesen muchísimo tiempo los trabajadores en ir a trabajar al campo.

Y sí que se observaba siempre el tema de la funcionalidad, y se intentaba que la vida de los colonos fuese lo más, digamos, ponerse la vida lo más fácil posible a los colonos, y sobre todo en el caso de los pueblos mejor diseñados. Pero luego había más ideas y más funciones que tenían que cumplir. Pero bueno, sí que es verdad que sean prácticos y funcionales era una de las principales máximas.

Por otro lado, la funcionalidad es una de las características y las premisas del proyecto moderno, del proyecto de arquitectura y de urbanismo. Por lo tanto, estos pueblos nacen precisamente con esa voluntad de construir pueblos en entornos rurales desde los principios de la arquitectura moderna. Recordemos que en esa época España era un país aislado de las corrientes internacionales, pero estos arquitectos jóvenes intentaron huir de los requisitos que les fijaba el régimen de historicismo, de imperialismo, de neoherrerianismo en los trazados y buscar unos trazados modernos que sirviesen al colono, que sirviesen a la vida de la familia en unas casas que nacen desde el espíritu de la arquitectura moderna.

– ¿Nos puedes hacer un retrato de los pobladores de estos pueblos de colonización?

-Bueno, nosotros, la verdad es que si hubiese que definirlos con una palabra, diríamos generosidad. La verdad es que son personas muy abiertas, con un cierto rasgo como de optimismo, de emprendimiento, de generosidad y de apertura a los demás.

Todos los pueblos que hemos visitado, que estuvimos en unos 45, nos recibieron de una forma muy amable. No nos conocían de nada y enseguida nos abrieron las puertas de sus casas, nos contaron su vida, compartieron con nosotros cosas muy íntimas, memorias de sus familias y para nosotros es lo que podemos destacar de ellos. Desde luego, la capacidad de trabajo, porque lo que nos contaron del trabajo tan tremendo y tan intenso que desarrollaron en el campo durante muchísimas décadas, también es una característica que hay que destacar.

Esa capacidad de trabajo, capacidad también de unirse, de crear como una nueva colectividad, una nueva familia entre todos, una nueva memoria, y eso obviamente se hace solamente con generosidad y apertura. También es así que los vínculos que establecieron entre ellos nacen desde la solidaridad, el esfuerzo y ayudaron también a construir ese otro pueblo, el pueblo inmaterial, el pueblo que no es estrictamente físico, de ladrillo, sino que es el pueblo que construye los habitantes, los pueblos de colonización.

-Este libro además de atractivo, de localizar los principales pueblos de colonización, también es un estudio sociológico y etnológico….

-Bueno, nuestro libro no pretende realmente agotar el tema, no hemos abordado nuestro trabajo desde un punto de vista casi académico, en plan como si fuese un estudio. Nuestro libro, nuestro proyecto, es fundamentalmente divulgativo, lo que pretende es hacer un mapeado general del programa de colonización, que es un programa que tiene tantos subtemas, que agotar cada uno de esos subtemas, entre ellos el estudio sociológico, nos llevaría mucho tiempo y desde luego no fue el objetivo de nuestro trabajo, más que nada nosotros pretendemos ofrecer un panorama general acompañado por imágenes actuales y vídeos también actuales de los pueblos de colonización.

También repetir que hemos estado nada más en 45 de los 300, con lo cual sí que nosotros hemos extraído ciertas características sociológicas, pero están mucho mejor desde el punto de vista de la sociología, hay tratados y hay tesis muchísimo más completas que lo que nosotros hemos hecho. Pero sí es verdad que si se quiere mirar desde la sociología, desde el estudio sociológico, el programa de colonización desde luego da para mucho, porque si es verdad que dentro de las características sociales de los colonos hay patrones y hay ciertos rasgos que se repetían, por ejemplo, que los colonos tenían que ser… Hay normas que están recogidas en una de las circulares del ENC, normas de selección de colonos, que establecían ciertas reglas, como que los colonos no podían tener un pasado contrario al régimen, tenían que estar limpios sus pasados, entre todas las comillas del mundo, y luego que se favorecía a las familias numerosas. Los colonos tenían que ser una pareja de hombre y mujer casados, y tenían que tener hijos, y cuantos más, mejor.

Si hay un perfil común de colono, podríamos definirlos un poco así, como lo que acabamos de decir.

-¿Cómo es el presente hoy en unos pueblos que viven mucho del sector primario y que van volviendo a desangrarse, aunque sea poco a poco?

– Es un presente que no es muy distinto de cualquier población rural, que depende mucho de su ubicación geográfica, hay lugares y pueblos que le han ido mejor que a otros, porque a lo mejor los cultivos de la zona han sido más rentables, se ha variado el cultivo en muchos casos, y además, en el caso de los pueblos de colonización, se mezcla también el asunto patrimonial, que también existen los pueblos históricos, llamémoslo, entre comillas, en cómo se preserva este legado de arquitecturas, que en algún caso son muy valiosas, que deben de ser conservadas y que deben de ser protegidas para que sigan manteniendo su naturaleza.

En el caso de los pueblos de colonización, al ser arquitecturas modernas, todavía parece que no ha calado esa filosofía de preservar esas arquitecturas, y encontramos algunos casos de alteraciones notables en algunos pueblos y en otros que están mejor conservados. Pero el presente de estos pueblos no es muy diferente al presente de cualquier pueblo en la España rural.

-¿Hay o se produce un choque generacional?, ¿por qué y en qué consideraciones?

-Bueno, nosotros hemos visto que generacionalmente es curioso, porque una de las características que hemos comprobado en los pueblos de colonización es que las distintas generaciones que se superponen, ya incluso cuarta generación en muchos casos, todas sienten este orgullo de ser colonos.

Incluso los niños conocen muy bien la historia del pueblo, cosa que en un pueblo normal y corriente o en una ciudad, los niños en general no conocen la historia de dónde viven. Y eso se ha fraguado por este orgullo, esta unión de haber trabajado entre todos, haber sacado adelante y haber creado entre todo un pueblo. En cuanto a los choques generacionales, lo que sí hemos visto, como decía Andrés antes, que no en todos los pueblos se han evolucionado bien, en el sentido de que no en todos ellos se ve que se haya fijado la población, en muchos casos las generaciones más jóvenes han emigrado a ciudades o a pueblos más grandes de las cercanías, eso sí que lo hemos visto.

Realmente no hemos estado en tantos pueblos que gocen de una salud tal que veas que las parejas más jóvenes se quedan y siguen trabajando la agricultura, eso lo hemos visto realmente en pocos. Pero sí que en general los hemos visto habitados y sí que las parejas más jóvenes vuelven con asiduidad, en el caso de que se hayan ido del pueblo, vuelven. O sea, que son realmente puntos de atracción, eso sí que lo hemos visto.

– ¿Cómo ha sido el proceso de colaboración entre vosotros para llevar a cabo este magnífico libro que parece toda una enciclopedia de la colonización en España? ¿Cómo lo arreglasteis?

-Nosotros, además de arquitectos y fotógrafos, somos pareja y también utilizamos durante tantos años, como hemos establecido este proyecto, que son ocho en este momento, tirando de nuestros ahorros, tirando de nuestros medios en un principio, y tirando sobre todo de nuestro tiempo libre y de nuestras vacaciones. Vivimos entre Madrid y Galicia y entonces también utilizábamos estos pequeños viajes a la España interior como viajes de conocimiento y como momentos en los que estar juntos.

Tenemos recuerdos maravillosos de todas estas visitas a los pueblos y vinculados también a nuestra historia personal, obviamente. En cuanto a cómo lo arreglamos, siempre con… Con mucha paciencia. Con el cuidado necesario cuando se trabaja con tu pareja, pero realmente… Además, tenemos nuestros respectivos oficios y profesiones, tanto en Madrid como en Galicia, y entonces teníamos que ocuparnos de esto en nuestros tiempos libres, en la investigación, en las fotografías, en el tratamiento de todos estos documentos, y tuvimos esa fortuna de llegar a publicar el primer libro, que es Habitar el agua, con el Ministerio de Agricultura y la editorial Turner, y después interesar al ICO en nuestro trabajo para hacer esta exposición de Madrid y este catálogo.

Sí, además se une un poco con la última pregunta que comentáis y cómo fue colaborar con la edición de Asimétricas, siempre tan rigurosa y pulcra, y con el Instituto de Crédito Oficial. Bueno, pues se enlaza un poco con esto último que está diciendo Andrés, porque después de eso, de esta primera parte de nuestro proyecto, hasta llegar a publicar Habitar el agua, pues eso fue un poco lo que nos abrió las puertas a la colaboración con el ICO, y de forma que finalmente produjo nuestra exposición y el catálogo al que os referís, que fue el catálogo que ha coproducido Asimétricas con el ICO. También en el diseño ha participado Felipe Trillo, que es un colaborador nuestro habitual, con el que fue el encargado de diseñar el anterior libro, Habitar el agua.

-Pero en este caso, los editores fueron Asimétricas, en colaboración con el ICO, y ¿cómo fue?

-Bueno, pues fantástico, imaginaos. Primero, tener al ICO ahí respaldándote, que es, como decís vosotros, una institución muy rigurosa y pulcra, y después la experiencia también y el buen saber de Asimétricas, pues dio como resultado este catálogo, que nosotros estamos muy contentos. Fue un proceso también que llevó mucho trabajo, porque tuvimos que reunir nuestras imágenes, o sea, nuestro trabajo de visita, de trabajo de campo de visita a estos pueblos, con un número bastante considerable de material de archivo, que es el que podéis ver, el que se pudo ver en la exposición, y obviamente es una selección solamente de ese material de archivo, pero en el libro lo que hicimos fue conjugar, en las mismas páginas, en el mismo espacio, nuestras fotografías, que son el estado actual, con el mismo material de archivo, un poco como el pasado y el presente están conviviendo en las mismas páginas, de una forma que el libro sea muy divulgativo y apoye a lo que se pudo ver en la exposición, que ahí sí que, por ejemplo, el pasado estaba en la planta baja, el material de archivo, y el presente estaba en la planta alta.

Sin embargo, en el libro conviven, así que el catálogo es un apoyo, es como un complemento a la exposición. Bueno, pues hasta aquí, esperemos que no habernos enrollado mucho, muchísimas gracias por vuestro interés, disculpad que nos hayamos enviado esto antes, hemos estado completamente desbordados, nos fue imposible escribíroslo todo, pero bueno, seguramente podéis extraer vosotros aquellas partes que os interesen más de esta entrevista.

Biblioteca pública  Ana Amado y Andrés Patiño, Habitar el agua.22/06/202257:13

Biblioteca Pública – Ana Amado y Andrés Patiño analizan la creación de 300 poblados y la vida de sus habitantes en Habitar el agua. La colonización en la España del siglo XX

(Entrevista de Manuel Sollo). En octubre de 1939, seis meses después de terminada la guerra civil, el gobierno dictatorial de Franco creó el Instituto Nacional de Colonización, que perduró hasta 1971. En esas tres décadas, este organismo público construyó más de 300 poblados en zonas de regadío y movilizó a unas 55.000 familias para ocuparlos. La arquitecta y fotógrafa Ana Amado y el arquitecto Andrés Patiño recorrieron una treintena de ellos. Su investigación quedó recogida en Habitar el agua. La colonización en la España del siglo XX, libro promovido por el Ministerio de Agricultura y editado por Turner. Buscaban su novedosa arquitectura, sus paisajes, los avances hidráulicos y agrarios, y se encontraron con las voces de los colonos, que vivieron situaciones de extrema necesidad. Ellos son los auténticos protagonistas de uno de los principales movimientos migratorios interiores de la España de la pasada centuria. Este estudio ofrece una mirada reflexiva, analítica y contemporánea sobre aquel proceso. El volumen combina fotografías y textos de escritores, sociólogos y arquitectos. Obtuvo el Premio FAD 2021 de Crítica y Pensamiento, que concede la asociación de Fomento de las Artes y el Diseño, y fue seleccionado para el premio al Mejor Libro del Año por PHotoESPAÑA 2020.

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Sacerdote católico y agustino (OSA). Pedagogo, educador, evangelizador digital. Aljaraque (Huelva) España. Educación: Universidad Pontificia Comillas.
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