Papa Francisco

Papa Francisco: Reconozcamos y erradiquemos los ídolos.

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Prometen felicidad pero nos tienen esclavizados.

Después de la pausa estival, el Papa ha vuelto a celebrar la Audiencia General, en esta ocasión, en el Aula Paolo VI a causa del intenso calor en Roma.

Francisco continuó con su ciclo de catequesis sobre los mandamientos. Se centró en el primer mandamiento, “No tendrás otros dioses frente a mí”. El Papa explicó en qué consiste la tentación de la idolatría, que afecta por igual a creyentes y no creyentes. Dijo que es divinizar aquello que no es Dios y que acaba por convertirse en una obsesión. 

Francisco dijo que hay ídolos como el dinero, la belleza o la fama que prometen la felicidad pero que en realidad, roban la misma vida. Por eso, pidió a cada peregrino que descubra cuál es el objeto de su idolatría. 

RESUMEN DE LA CATEQUESIS DEL PAPA EN ESPAÑOL:

Queridos hermanos y hermanas:

El primer mandamiento del decálogo, que dice: “No tendrás otros dioses frente a mí” (Ex 20,3), nos lleva a reflexionar sobre el tema de la idolatría, que es de gran actualidad. Al dar este mandamiento, Dios añade: “No te fabricarás ídolos ni figura alguna, […] no te postrarás ante ellos, ni les darás culto” (Ex 20,4-5).

El ser humano, sea creyente o no, es propenso a crearse ídolos. La palabra “ídolo” en griego viene del verbo “ver”. Un ídolo es una “visión” que llega a ser una fijación, una obsesión sobre algo que pudiera responder a las propias necesidades y, por tanto, se busca y se hace todo por alcanzarla, pensando que en ella está la felicidad.

Sin embargo, los ídolos exigen un culto y a ellos se sacrifica la propia vida con tal de alcanzarlos. Se antepone el dinero, la fama o el éxito a la familia, a los hijos y a la integridad de la vida. Los ídolos son mentirosos, prometen felicidad, pero no la dan, sino que esclavizan y terminan haciéndose dueños de nuestra existencia. En cambio, el verdadero Dios no nos ofrece ilusiones ficticias ni hace despreciar el momento presente, sino que enseña a amar a los demás y a vivir la realidad de cada día.

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española venidos de España y Latinoamérica. Los animo a que entren en su interior para reconocer y erradicar los ídolos que los tienen esclavizados y, en su lugar, pongan al verdadero Dios, que los hará libres y plenamente felices.

Tras la pausa veraniega, los peregrinos tenían muchas ganas de volver a encontrarse con el Papa durante la Audiencia General y parece que Francisco también. Repartió saludos, sobre todo entre los más pequeños, recibió regalos y, bebió el mate que le ofrecieron estos peregrinos.

El Papa retomó su ciclo de catequesis sobre los mandamientos. Reflexionó sobre el primero, recogido en el libro del Éxodo: “No tendrás otros dioses frente a mí”. El Papa explicó en qué consiste la tentación de la idolatría, que afecta por igual a creyentes y no creyentes. 

FRANCISCO
“Por ejemplo, nosotros los cristianos podemos preguntarnos, ¿realmente cuál es mi Dios?, ¿es el Amor, Uno y Trino, o es mi imagen o mi éxito personal quizá dentro de la Iglesia?”

Francisco lamentó que hoy en día las personas tengan a disposición un auténtico “supermercado” de ídolos, entre los que se encuentra una tentación muy concreta y de la que advirtió seriamente.

FRANCISCO
“Os pregunto, ¿cuántos de vosotros habéis ido a que os echaran las cartas para ver el futuro?, ¿cuántos de vosotros, por ejemplo, habéis ido a que os leyeran la mano para ver el futuro en lugar de rezar al Señor?”

El Papa enumeró otros ídolos tales como la belleza, la fama o el dinero que prometen la felicidad pero que, en realidad, roban la propia vida. 

FRANCISCO 
“Los ídolos prometen la vida pero, en realidad, la quitan. El Dios verdadero no pide la vida sino que la da. El Dios verdadero no ofrece una proyección de nuestro éxito sino que nos enseña a amar. El Dios verdadero no pide a los hijos sino que nos da a su Hijo”.

Por eso, invitó a cada peregrino a reconocer cuál es la idolatría de la que es esclavo para así librarse de ella.

FRANCISCO
“Llevad esto en el corazón. Los ídolos nos roban el amor. Los ídolos nos vuelven ciegos al amor. Y para amar de verdad es necesario ser libre de cualquier ídolo. ¿Cuál es mi ídolo? Quítatelo y tíralo por la ventana”.

Por último, Francisco recordó que los ídolos hacen despreciar el presente porque solo crean ilusiones de futuro mientras que Dios enseña a vivir el día a día.

Vaticannews. Texto: Griselda Mutual – Ciudad del Vaticano.

«Los ídolos esclavizan. Prometen felicidad, pero no la dan; y nos encontramos viviendo para esa cosa o esa visión, atrapados en un vórtice autodestructivo, esperando un resultado que nunca llega», dijo Francisco en la catequesis del primer miércoles de agosto.

En la memoria de san Alfonso María de Ligorio este primero de agosto, el Papa Francisco reanudó sus Audiencias Generales en el Aula Pablo VI del Vaticano, tras la pausa estival. El Romano Pontífice impartió su catequesis sobre los diez mandamientos. Tras haber escuchado junto con los peregrinos presentes el primer mandamiento del decálogo, tomado del Libro del Éxodo el cual reza:  «No tendrás otros dioses frente a mí» (Ex 20,3), hizo el punto en el tema de la idolatría. Se trata de un tema “de gran actualidad”, dijo, que afecta a todos los seres humanos, creyentes o no.

El ser humano, sea creyente o no, es propenso a crearse ídolos

“El mandamiento prohíbe crearse ídolos o imágenes de cualquier tipo”, explicó en primer lugar. “Porque todo –  añadió-puede ser usado como ídolo”. “Se trata de una tendencia humana que no ahorra ni a creyentes ni a ateos”. La idolatría – recordó citando el catecismo de la Iglesia Católica – no se refiere sólo a los cultos falsos del paganismo. Es una tentación constante de la fe. Consiste en divinizar lo que no es Dios.

Hablando en español se expresó de esta manera:

El primer mandamiento del decálogo, que dice: «No tendrás otros dioses frente a mí» (Ex 20,3), nos lleva a reflexionar sobre el tema de la idolatría, que es de gran actualidad. Al dar este mandamiento, Dios añade: «No te fabricarás ídolos ni figura alguna, […] no te postrarás ante ellos, ni les darás culto» (Ex 20,4-5).

Los “ídolos” esclavizan. Pero, ¿qué es un “dios” a nivel existencial?

A la pregunta Francisco respondió explicando que es aquello que está en el centro de la vida y de lo que uno depende y piensa. “Uno puede crecer en una familia nominalmente cristiana, pero centrada, en realidad, en puntos de referencia ajenos al Evangelio”, dijo. Y explicó que esto sucede porque los seres humanos no viven sin enfocarse en algo:

El ser humano, sea creyente o no, es propenso a crearse ídolos. La palabra “ídolo” en griego viene del verbo “ver”. Un ídolo es una “visión” que llega a ser una fijación, una obsesión sobre algo que pudiera responder a las propias necesidades y, por tanto, se busca y se hace todo por alcanzarla, pensando que en ella está la felicidad.

El ídolo – se explayó Francisco en italiano- en realidad es una proyección de uno mismo en objetos o proyectos: y es ésta la dinámica que utiliza la publicidad. No veo el objeto en sí mismo, sino que percibo ese automóvil, el teléfono inteligente, ese rol u otras cosas, como un medio para realizarme y responder a mis necesidades esenciales.

Es así como “lo busco, hablo de eso, pienso en eso” y “la idea de poseer ese objeto o realizar ese proyecto, llegar a esa posición, parece una forma maravillosa de alcanzar la felicidad, una torre para alcanzar el cielo (véase Gen 11,1-9), y todo se vuelve funcional para ese objetivo”, dijo. 

Los ídolos arruinan vidas y familias

“Sin embargo, los ídolos exigen un culto y a ellos se sacrifica la propia vida con tal de alcanzarlos. Se antepone el dinero, la fama o el éxito a la familia, a los hijos y a la integridad de la vida. Los ídolos prometen felicidad, pero no la dan, sino que esclavizan y terminan haciéndose dueños de nuestra existencia”: así el Pontífice puso en guardia sobre el poder nocivo que ejercen los ídolos en nuestras vidas, dando, además, algunos ejemplos de estos ídolos, a saber: la fama, la belleza, la carrera, el dinero.

“Los ídolos piden sangre”, aseguró. Y  “las estructuras económicas sacrifican vidas humanas por mayores ganancias”. De este modo las vidas se arruinan, las familias se destruyen y los jóvenes quedan en manos de modelos destructivos, sólo para aumentar las ganancias.

“En cambio, el verdadero Dios  – iluminó el Papa a los presentes – no nos ofrece ilusiones ficticias ni hace despreciar el momento presente, sino que enseña a amar a los demás y a vivir la realidad de cada día”.

Reconocer las propias idolatrías es un inicio de gracia

Porque el Dios verdadero no pide la vida sino que la dona, reconocer las propias idolatrías es un inicio de gracia que pone en el camino del amor sostuvo Francisco, explicando asimismo que, de hecho, el amor es “incompatible” con la idolatría: si algo se vuelve absoluto e intocable, entonces es más importante que un cónyuge, un hijo o de una amistad. El apego a un objeto o a una idea nos ciega al amor. 

En cambio “para amar de verdad”, uno “debe ser un ser libre de los ídolos”.

Reconozcamos y erradiquemos los ídolos que nos tienen esclavizados

En los saludos que dirigió a los fieles en los distintos idiomas, hablando en italiano se dirigió en particular, y como lo hace habitualmente, a los jóvenes, los ancianos, los enfermos y los recién casados, y recordando la memoria litúrgica de San Alfonso María de Ligorio “celante pastor que conquistó los corazones de la gente con mansedumbre y ternura, frutos de la relación con Dios, bondad infinita”, les animó a que su ejemplo les ayude a vivir con alegría la fe en las acciones sencillas de cada día.

Mientras que en la conclusión de la catequesis que impartió en nuestro idioma animó a todos a entrar en el propio interior “para reconocer y erradicar los ídolos que los tienen esclavizados”  y para poner en su lugar “al verdadero Dios, que los hará – dijo – libres y plenamente felices”.

Catequesis sobre el segundo mandamiento:

«No tomarás el nombre de Dios en vano». Invitación a vivir sin hipocresía.

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Sacerdote católico y agustino (OSA). Pedagogo, educador, evangelizador digital. Aljaraque (Huelva) España. Educación: Universidad Pontificia Comillas.
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