Ama Biografía

Mirada de gratitud. Junto a ti buscaré otro mar. En el 60 aniversario de nacimiento.

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La alegría de vivir y amar… en España y América. Gratitud por el medio siglo y una década.

Dedicatoria

A mis padres, hermanos, amigos,… A Dios, fuente de la Vida y de todos los Dones… A Jesús, el Amigo que siempre acompaña con su Amor… A María, Madre del Buen Consejo y de Bellavista… A san Agustín, padre y maestro espiritual,… A santa Rita, san Nicolás de Tolentino, santa Clara, y a tantos amigos, en la tierra y en el cielo. ¡Gracias, de corazón por tanto compartido y amado en 60 años de vida entregada!

José Luis Miguel González, OSA

Al final del camino me dirán: —¿Has vivido? ¿Has amado? Y yo, sin decir nada, abriré el corazón lleno de nombres. (Pedro Casaldáliga).

Felicitaciones en facebook.

Oración para pedir por nuestros amigos de Facebook.

“Ahora están aquí, en mi muro, como hermanas y hermanos, agregados en mi ruta virtual. Te los confío, Señor, uno por uno…”

En este rincón del mundo digital, Señor, hay cientos de nombres pegados a las paredes de un “muro” que existe solo en la pantalla y en mi imaginación. Yo los llamo “amigos”, pero a muchos de ellos los conozco muy poco, a otros solo de vista, otros son poco más que rostros… A alguno nunca lo conocí, otro vive al otro lado del mundo. Con alguno comparto mucho, con otros poco o nada. A algunos los elegí. Otros me han elegido. Y ahora están aquí, en mi muro, como hermanas y hermanos, agregados en mi ruta virtual. Te los confío, Señor, uno por uno. Te confío sus esperanzas, sus miedos, sus proyectos de felicidad. Hazme, para ellos, imagen -aun desvanecida- de tu amor paciente y misericordioso. Hazme verdadero amigo, dispuesto a escuchar, a compartir, a estar. Te agradezco Señor, por estos encuentros que quizás no sean tan casuales. Sin embargo, Señor, te pido que no dejes que me ahogue en este mar de falsa compañía. Despierta en mí el deseo de salir ahí fuera, de escuchar voces reales, abrazar a personas auténticas hacer amistades verdaderas. Amén.

Toma y lee. “La vida comienza a los 60”.

“Ustedes que atraviesan los 60 años quizás lo ignoran, pero son la más afortunada de las generaciones. Pronto se enumerarán, con un sincero acompañamiento de envidia, las ventajas que están por disfrutar. El mundo entero ha sido modelado de nuevo para mayor gloria de ustedes… Después de los 60 cada día trae algo nuevo que aumenta la alegría de la vida. El atardecer de la vida es más resplandeciente, más tibio, más lleno de armonía; y mucho antes que las sombras se alarguen, todos los frutos madurarán”.

El ensayo cita este párrafo de “La vida comienza a los 40”, obra escrita en 1933 por Walter B. Pitkin y dirigida a la “reorientación de los adultos”. La sustitución de “cuarenta” por “sesenta” tiene que ver con el núcleo de la tesis de Favier: los 60 de hoy son los 40 de antes de la Segunda Guerra Mundial y, como tales, hay que vivirlos.

Es que en plena era de la globalización y la digitalización, y tras los grandes avances en la ciencia médica, después de cumplir 60 años -y durante una década y media, dos décadas o más- existe una vida “merecedora de ser vivida con plenitud”.

Una nueva generación letra “A”

Tras repasar la clasificación de las diversas generaciones según su banda etaria, el autor rescata la idea -elaborada en varios trabajos que cita- de una nueva generación no vinculada a la edad sino a cómo se siente la gente frente al paso del tiempo; la generación de los “amortales” o de los “atemporales”, a la que elige llamar generación “A”.

Ese concepto fue enunciado, recuerda, por Catherine Mayer, quien en 2009 utilizó el término “amortales” para describir a las personas que vivían la vida sin pensar que la edad era un referente que señale el comienzo o término de ciertas etapas.

Un par de años más tarde, en “Amortalidad: los placeres y peligros de vivir sin edad”, Mayer resume como rasgo principal de estas personas “el cambio en la imagen que devuelve el espejo, materializada en la cara, ropa y actitud, lo que nos confunde y nos impide encasillar a alguien dentro de una determinada edad o comportamiento”.

Sostiene el ensayo que hoy vivimos más, nos casamos y nos separamos a edades que antes hubieran parecido absurdas y buscamos maximizar la idea de felicidad. Esto ayuda a liberarnos de los estereotipos de la edad que confinan o marginan a la gente por su edad, privándolos -a ellos y a los demás- de su contribución social, personal e intelectual.

Esta mirada, esta actitud, no tiene que ver con la negación de la edad o el culto a la eterna juventud. Es necesario asimilar y vivir con amor propio la inevitabilidad del paso del tiempo, asumiendo en toda su dimensión la nueva etapa, pero retirarse de la vida a los 60 perdió sentido. Una persona está, en ese momento, en total plenitud, y tiene mucho para aportar.

Fuente: buenavibra.

Generar procesos más que dominar espacios” (Amoris laetitia, 261).

Más info: Memoria agradecida. Rutas vitales al servicio de la Misión. José Luis Miguel.

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Sacerdote católico y agustino (OSA). Pedagogo, educador, evangelizador digital. Aljaraque (Huelva) España. Educación: Universidad Pontificia Comillas.
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