En el último día del encuentro sobre Protección de Menores, el Prior General de la Orden de San Agustín (OSA) reflexiona sobre los trabajos de estos días, y llega a una conclusión.
En el sábado 23 de febrero, casi en la conclusión del encuentro de Protección de Menores, el padre Alejandro Moral, Prior General de la Orden de San Agustín, realizó una pequeña reflexión de los días de trabajo de los Obispos, Superiores y Superioras Generales y miembros de la Curia en el Vaticano.
“Los tres días de trabajos”, han ayudado a “ahondar y profundizar en la conciencia de este tema en la sociedad y en la Iglesia”. Y “tomar conciencia”, dice el Prior General, significa “entrar en el dolor de las otras personas, y buscar cómo evitar este dolor, evitar que haya casos”.
“Es difícil que desaparezca absolutamente todo esto, es un pecado gravísimo, y el pecado va a estar presente. Pero tenemos que tratar de quitarlo desde la raíz lo más posible”.
El sacerdote señala que se han buscado las causas que pueden provocar este pecado, y “las medidas, protocolos, respuestas», para “actuar en concreto”, y así “evitar que se den estos casos, que se reduzcan lo más posible, y si es para que se desaparezcan, mucho mejor”.
Enfrentar el mal en su totalidad, Iglesia y sociedad
“Como agustino, que tenemos experiencia en trabajar temas de comunidad – señala – creo que en la Iglesia los protocolos, las conclusiones, las normas que se nos impongan o se nos digan son muy importantes. Pero creo que la Iglesia tiene que anunciar el Evangelio, y el Evangelio significa anunciar la vida, y anunciar la vida no sólo significa convertirse, que es el primer paso, pedir perdón, que es otro paso más. Crear vida significa que tenemos que liderar en la sociedad algo que está escondido y que ha salido hasta ahora en la Iglesia, pero que aún no ha salido a nivel social. La Iglesia puede ser el 3%, de este caso. Pero, ¿ dónde está el 97% del resto que sale muchísimo menos?”.
Entonces, – reflexiona aún el Prior General – la sociedad debe tomar conciencia, sobre todo los que tienen la oportunidad de gobernar. Tenemos que tomar todos conciencia de que esto está escondido, y que hay un dolor enorme en la sociedad y hay que liberar este dolor sobre todo a los menores, a las personas débiles, a las personas vulnerables.
Iglesia debería liderar la Protección de Menores
La Iglesia – afirma – debería liderar este trabajo como fuente de sanación, como fuente de vida, anunciando el Evangelio, y ayudando en la medida de lo posible. […]Asumimos nuestro pecado, pero vamos a asumir algo más: liberar a la sociedad de este pecado.
“Al menos es el pensamiento que tengo y la reflexión después de estos días”, concluye.
Fuente: Vathican news. Griselda Mutual – Ciudad del Vaticano.