Recemos para que vivamos el sacramento de la reconciliación con renovada profundidad y para saborear el perdón y la infinita misericordia de Dios. Y recemos para que Dios dé a su Iglesia sacerdotes misericordiosos y no torturadores.
Cuando yo voy a confesarme es para sanarme, para curar mi alma.
Para salir con más salud espiritual. Para pasar de la miseria a la misericordia.
El centro de la confesión no son los pecados que decimos, sino el amor divino que recibimos y que siempre necesitamos.
El centro de la confesión es Jesús que nos espera, nos escucha y nos perdona.
Recuerden esto: En el corazón de Dios estamos nosotros antes que nuestras equivocaciones.
Y recemos para que vivamos el sacramento de la reconciliación con renovada profundidad y para saborear el perdón y la infinita misericordia de Dios. Y recemos para que Dios dé a su Iglesia sacerdotes misericordiosos y no torturadores.
Por la Red Mundial de Oración del Papa (Apostolado de la Oración):
Papa Francisco pide que los sacerdotes muestren la misericordia de Dios
El Video del Papa de marzo ha sido publicado con la intención de oración que el Santo Padre confía a toda la Iglesia Católica a través de la Red Mundial de Oración del Papa.
Se trata de un mensaje lleno de esperanza, en el que invita a redescubrir la fuerza de renovación personal que tiene el sacramento de la confesión en nuestra vida. «Recemos para que vivamos el sacramento de la Reconciliación con renovada profundidad y para saborear el perdón y la infinita misericordia de Dios», pide Francisco.
El video de este mes se abre con él mismo yendo a confesarse, «para sanarme, para curar mi alma».
«Jesús nos espera, nos escucha y nos perdona»
«En el corazón de Dios estamos nosotros antes que nuestras equivocaciones», dice el Santo Padre en El Video del Papa; destacando una vez más la fuerza que tiene el amor de Dios sobre nuestro ser y nuestro actuar.
Recibir este sacramento no se trata de erigirse ante un juez, sino de acudir a un encuentro de amor ante un Padre que nos recibe y nos perdona siempre. “El centro de la confesión no son los pecados que decimos, sino el amor divino que recibimos y que siempre necesitamos”, agrega Francisco.
Y ese amor está antes que todo, antes que los errores, las reglas, los juicios y las caídas.
El P. Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, recordó las últimas palabras de Francisco: «Recemos para que Dios dé a su Iglesia sacerdotes misericordiosos y no torturadores«.
Y agregó: «No es la primera vez que el Papa pide esta gracia. Como el buen pastor conoce el sufrimiento de la gente, sus pecados, su necesidad de encontrar ‘ministros de la misericordia’.»
Fuente: Aleteia.