Catequesis Papa Francisco

El Papa: todos somos deudores ante Dios, es el misterio de la luna.

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Catequesis del Padrenuestro: “Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.

Francisco ha recordado que «por muy santa que sea nuestra vida, siempre somos deudores ante Dios».

El Papa ha concretado que “somos deudores porque todo lo hemos recibido: la existencia, los padres, la amistad, la belleza de la creación…”.

“De esta manera, si amamos es porque hemos sido amados antes; si perdonamos es porque antes hemos sido perdonados. Y en esta cadena de amor que nos precede reconocemos la presencia providente de Dios que nos ama. Ninguno ama a Dios tanto como Él nos ha amado a nosotros”. 

“Acercándonos cada vez más a las fiestas de Pascua, los animo a no dejar de mirar a Cristo en la cruz, para que su amor purifique nuestras vidas y nos libre del orgullo de pensar que somos autosuficientes”, ha concluido. 

CATEQUESIS DEL PAPA EN ESPAÑOL

Queridos hermanos:

Consideramos hoy la petición del Padre nuestro, que dice: “Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. En toda oración del cristiano se contiene una petición de perdón a Dios, ya que por muy santa que sea nuestra vida siempre somos deudores ante Dios. Por eso la soberbia es la actitud más negativa en la vida cristiana. Se arraiga en el corazón sin que muchas veces nos demos cuenta, e incluso afecta a las personas que llevan una intensa vida religiosa. Nos hace creer que somos mejores que los demás, casi semejantes a Dios, amenazando así con romper la fraternidad.

En definitiva, somos deudores porque todo lo hemos recibido: la existencia, los padres, la amistad, la belleza de la creación… En nuestra vida personal se refleja también como un mysterium lunae. Al igual que la luna no brilla con luz propia sino que refleja la luz del sol, también nosotros reflejamos una luz que no es nuestra, sino que la hemos recibido. De esta manera, si amamos es porque hemos sido amados antes; si perdonamos es porque antes hemos sido perdonados. Y en esta cadena de amor que nos precede reconocemos la presencia providente de Dios que nos ama. Ninguno ama a Dios tanto como Él nos ha amado a nosotros. Basta que miremos a Cristo en la cruz para descubrir la desproporción entre su amor y el nuestro.

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española provenientes de España y América Latina. Acercándonos cada vez más a las fiestas de Pascua, los animo a no dejar de mirar a Cristo en la cruz, para que su amor purifique nuestras vidas y nos libre del orgullo de pensar que somos autosuficientes. Que la gracia de la resurrección de Cristo transforme totalmente nuestra vida. Que Dios los bendiga.

Fuente: Rome reports.

“Si quieres engañarte a ti mismo, di que no has pecado: te estás engañando a ti mismo”.

A pesar de la lluviosa mañana del miércoles 10 de abril, los peregrinos concurrieron numerosos a la plaza de san Pedro, munidos de paraguas e impermeables para la Audiencia General del Papa Francisco.

En  este día el Santo Padre prosiguió con su serie de catequesis sobre el Padrenuestro, adentrándose en “el campo de nuestras relaciones con los demás”, pues, como él mismo dijo, tras pedirle el pan de cada día, Jesús nos enseña a pedirle al Padre el perdón por nuestras ofensas: «Perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden»(Mt 6,12).

Por muy santa que sea nuestra vida siempre somos deudores ante Dios

«Consideramos hoy la petición del Padre nuestro, que dice: “Perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. En toda oración del cristiano se contiene una petición de perdón a Dios, ya que por muy santa que sea nuestra vida siempre somos deudores ante Dios. Por eso la soberbia es la actitud más negativa de la vida cristiana. Se arraiga en el corazón sin que muchas veces nos demos cuenta, e incluso afecta a las personas que llevan una intensa vida religiosa. Nos hace creer que somos mejores que los demás, casi semejantes a Dios, amenazando así con romper la fraternidad».

Francisco señaló que el cristiano que reza, en primer lugar, pide a Dios que le perdone sus deudas, es decir, sus pecados, las cosas malas que hace y esta es la primera verdad de toda oración. Y esto, ¿por qué? Pues, el Pontífice explicó que “estamos en deuda sobre todo porque en esta vida hemos recibido tanto: la existencia, un padre y una madre, la amistad, las maravillas de la creación…. Aunque todos pasemos por días difíciles, debemos recordar siempre que la vida es una gracia, es el milagro que Dios extrajo de la nada”.

Somos deudores por todo lo que hemos recibido: es el mysterium lunae

El arriba mencionado es sólo el primer motivo por el cual estamos en deuda con el Padre. En segundo lugar, el Papa dijo que “somos deudores porque, incluso si logramos amar, ninguno de nosotros puede hacerlo con las propias fuerzas”. Y, ¿cómo es esto? En la catequesis en italiano, subrayó que “podemos amar, pero con la gracia de Dios”. Hablando en español, resumió ambos motivos:

«En definitiva, somos deudores porque todo lo hemos recibido: la existencia, los padres, la amistad, la belleza de la creación… En nuestra vida personal se refleja también como un mysterium lunae, es decir un misterio de la luna. Al igual que la luna no brilla con luz propia sino que refleja la luz del sol, también nosotros reflejamos una luz que no es nuestra, sino que la hemos recibido. De esta manera, si amamos es porque hemos sido amados; si perdonamos es porque antes hemos sido perdonados. Y en esta cadena de amor que nos precede reconocemos la presencia providente de Dios que nos ama. Ninguno ama a Dios tanto como Él nos ha amado a nosotros. Basta que miremos a Cristo en la cruz para descubrir la desproporción entre su amor y el nuestro».

La soberbia es el peor pecado escondido

El Papa se extendió hablando sobre los “pecados escondidos”, pues “hay pecados llamativos que hacen ruido, pero también hay pecados sutiles que se anidan en el corazón sin que nosotros nos demos cuenta”. Como señalado anteriormente, “el peor de estos es la soberbia”, que según el Pontífice,  “también puede contagiar a las personas que viven una intensa vida religiosa”. “El pecado divide la fraternidad, el pecado nos hace presumir de ser mejores que otros, el pecado nos hace creer que somos como Dios”, añadió. En cambio ante Dios – dijo aún Francisco – todos somos pecadores, y tenemos razones para golpearnos el pecho, ¡todos!

“Si quieres engañarte a ti mismo, di que no has pecado: te estás engañando a ti mismo, ¿eh?”, advirtió.

Escuchar la historia de alguien que ha cometido un error

Concluyendo la catequesis el Santo Padre incentivó a que tratemos de escuchar “la historia de alguien que ha cometido un error”, como la de un preso, un condenado o un drogadicto. “Sin perjuicio de la responsabilidad, que es siempre personal – dijo – te preguntas a veces quién debe ser culpado de sus errores, si sólo su conciencia, o la historia de odio y abandono que alguien lleva consigo. Ese es pues, “el misterio de la luna”: amamos ante todo porque hemos sido amados, perdonamos porque hemos sido perdonados. Y si alguien no ha sido iluminado por la luz del sol, se vuelve tan frío como el terreno en invierno.

En la plaza de san Pedro se escuchó la oración del Papa: “Señor, incluso el más santo entre nosotros no deja de ser tu deudor. Oh Padre, ten piedad de todos nosotros”

Al saludar a los peregrinos de lengua española, les animó en este tiempo en que nos acercamos a la Pascua a “no dejar de mirar a Cristo en la cruz, para que su amor purifique todas nuestras vidas y nos libre del orgullo de pensar que somos autosuficientes. Que la gracia de la resurrección de Cristo transforme totalmente nuestra vida”, finalizó.

Fuente: Vatican news. Griselda Mutual – Ciudad del Vaticano.

Papa sobre el perdón: Cuando pasemos por momentos difíciles, recordemos que la vida es un regalo.

Aunque llovía a cántaros en la plaza de San Pedro, el Papa no ha querido usar el paraguas. A pesar de la lluvia, se ha acercado con calma hasta el lugar desde el que ha tenido su catequesis para la audiencia general. Luego, ha empezado con una broma. 

FRANCISCO
“Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! El día no es muy bonito, pero buenos días de todos modos…”

En su catequesis, ha explicado la petición del padrenuestro “Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. 

FRANCISCO
“¿Cuál es la actitud más peligrosa de la vida cristiana? ¿Lo sabéis? El orgullo. Esta es la actitud más peligrosa de la vida cristiana, el orgullo. Es la actitud de quienes se ponen ante Dios pensando que no le deben nada. El orgulloso cree que tiene todo en orden”. “Son las personas que se sienten perfectas, la gente que critica a los demás, la gente orgullosa. Ninguno de nosotros es perfecto. Ninguno”.

El Papa explicó que hay pecados que se ven y pecados que se enquistan en el corazón sin que nos demos cuenta y no hacen ruido. Por ejemplo, la soberbia. 

FRANCISCO
“Había una vez un convento de monjas, en el año 1600-1700, famoso en la época del Jansenismo, que eran perfectas. Se decía que estas monjas eran purísimas como los ángeles, pero soberbias como los demonios. ¡Qué cosa más fea!”.

El Papa avisó de que el orgullo divide a las personas, porque hace que desprecien a los demás y crean que son prácticamente como Dios. 

FRANCISCO
“Todos estamos en deuda sobre todo porque en esta vida hemos recibido mucho: la existencia, un padre y una madre, la amistad, las maravillas de la creación… A todos nos pasa que tenemos que atravesar periodos difíciles, pero debemos recordar siempre que la vida es una gracia, es el milagro que Dios sacó de la nada”. “Si amas es porque alguien, fuera de ti, te sonrió cuando eras un niño, enseñándote a responder con una sonrisa”.

Francisco concluyó que esta cadena de amor se remonta hasta Dios, que ha sido el primero que nos ha amado e invitó a contemplarlo en la Cruz. Cuando concluyó la audiencia, el Papa saludó al cardenal George Alencherry, a quien Benedicto XVI hizo cardenal, pues es presidente del sínodo de la Iglesia siro malabar, muy presente en India. 

Fuente: Rome reports.

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Sacerdote católico y agustino (OSA). Pedagogo, educador, evangelizador digital. Aljaraque (Huelva) España. Educación: Universidad Pontificia Comillas.
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