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El matrimonio cristiano es un gran proyecto de vida

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Amor, fe y diálogo para permanecer en el camino cristiano siempre

Matrimonios jóvenes: Ama y camina. Testimonio de un Matrimonio Joven recién casados.

Texto y Fotos: Ana Grau de la Herrán. Publicado el 2 de diciembre de 2010.

Mi nombre es Ana, tengo 26 años, soy cristiana y estoy casada. Vivimos en un mundo donde lo normal es casarse tarde, cuando ya tienes tu vida resuelta y esperar, donde lo normal es vivir con tu pareja antes de casarte… donde el divorcio está a la orden del día… donde ser cristiano no está de moda. Por eso, después de comentarlo con gente amiga, he dado el primer paso en la creación de este blog por y para parejas jóvenes, para que juntos podamos ayudarnos a definir y conciliar el matrimonio, con la juventud y sin olvidarnos del camino cristiano.

El matrimonio es un gran proyecto de vida, una experiencia maravillosa y que trae grandes satisfacciones, pero no es un proyecto fácil. Cristo nos dio unas pautas muy claras para nuestra vida y sobre todos los aspectos de nuestra vida, por eso ante la adversidad en nuestro matrimonio Cristo también tiene muchas de las soluciones, y si no tiene las soluciones, nos da el camino correcto para encontrarlas.

Cuando te casas comienzas una vida en común con la persona que amas y todo es maravilloso, pero también hay problemas. Eso no es malo, simplemente que cada persona es diferente, se ha criado de forma diferente y tiene hábitos y costumbres diferentes. Una vez casados llega la hora de cruzar los caminos y buscar uno es común. Desde en que lugar de la cama quiere dormir cada uno, cuando hacer la colada, donde gastar el dinero y donde ahorrarlo… o decidir que temperatura poner en la casa porque uno es friolero y el otro caluroso. Muchas de estas cosas pueden parecer tonterías, y quizás lo sean, pero cuando uno esta cansado, estresado,… se convierten en excusas maravillosas para comenzar una pelea.

A todos estos problemas comunes si les añadimos la juventud añadimos mas problemas al cóctel. El motivo es que hay muchos cambios en nuestra vida, se pasa de ser estudiantes a trabajadores, no se tiene un trabajo fijo y se emplean muchas horas intentando conseguir algo mejor para sustentar a la familia que se acaba de crear. Antes estos problemas no eran tan evidentes, el motivo, cada uno tenía su rincón en el que podía ´’esconderse’ para liberar ese estrés y se está más relajado cuando te ves con tu pareja… aunque se compartan las experiencias es mas fácil evitar las confrontaciones. Ahora la vida es en común y hay que aprender a liberar ese estres delante de la otra persona y aprender a ayudar a tu pareja a hacer lo mismo para que eso no debilite la pareja.

Todos esos pequeños detalles malos de nuestra personalidad intentábamos esconderlos de la otra parte, eso ya no es posible… pero que maravilloso es saber que una persona conoce todo sobre ti, lo bueno y lo malo, y aún así te abraza y te ama con todo su corazón.

Yo soy joven (o eso me gustaría creer), mi pareja también, y estamos recién casados. Quizás no tengamos mucha experiencia como matrimonio pero estamos viviendo esta situación y la estamos afrontando de manera cristiana. Nuestros problemas o soluciones no tienen porque servir para uno y cada uno de los matrimonios pero a lo mejor tenemos algunos parecidos, conocemos personas en situaciones parecidas o a lo mejor conocer nos hace evitar ese tipo de situaciones.

El amor, la fe y el diálogo pueden resolver muchos más problemas de los que uno se imagina. Recordar que en el matrimonio las peleas no hay que ‘ganarlas’, hay que dejar a un lado el orgullo muchas veces y dar tu brazo a torcer aunque pienses que tienes razón. ¿De qué sirve el orgullo y ganar una batalla si eso deteriora tu matrimonio? ¿De qué sirve dejar de hablar a la otra persona hasta que te pida perdón? Meditar, calmarse hasta ser capaz de hablar de la situación sin ofender o atacar a la otra persona y luego buscar la manera de arreglarlo o aclararlo es mucho mas productivo. Acostumbrarse a irse a dormir y ser capaz de hacerlo sin haber hecho las paces con la otra parte es muy peligroso.

Por eso desde aquí me gustaría hacer un llamamiento a aquellas parejas interesadas en compartir sus experiencias o en compartir sus dudas para entre todos ser capaces de llegar a viejos con esa persona que amamos… y permanecer en el camino cristiano siempre.

Después de ocho años el proyecto es una realidad en crecimiento

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