Entre la espada y la pared. Fe, cultura y comunicación.
Proclamar la Palabra. Una partitura preciosa para los oídos.
Un mundo cada vez más descreído que pone a la Iglesia entre la espada y la pared
«En una época de iglesias vacías y de recelo de la sociedad ante algunas posturas de la Iglesia, un actor y una actriz de renombre internacional, Scott Cleverdon y Assumpta Serna, y un sacerdote de la España vacía, Juan Carlos Sánchez, se preguntan juntos cómo comunicar la Palabra de Dios. A través de un diálogo trufado de experiencias personales y profesionales, nos ofrecen claves para hacer llegar la Buena Noticia a un mundo cada vez más descreído que pone a la Iglesia entre la espada y la pared».
Este es el texto de presentación de Entre la espada y la pared, un libro que ofrece claves para comunicar la Palabra en tiempos difíciles, que presenta SAN PABLO como su más reciente novedad editorial. Nacido como una guía práctica para ayudar a sacerdotes, religiosos y seminaristas –y también a los fieles de la Iglesia que ayudan como lectores– a predicar y comunicar la palabra de Dios, el libro va más allá de unas técnicas y pretende crear un estilo de trabajo y de enfoque de cualquier tema que afecta a la comunicación. Es un libro útil tanto para el que predica como para el que busca desarrollar su faceta espiritual, estableciendo paralelismos con la propuesta cristiana de vida; tanto para el que se siente miembro de la Iglesia como para que el que va poco a ella, o incluso para el que nunca se ha acercado. El libro cuenta, además, con la colaboración de dos periodistas: el Prólogo es de Jordi Basté, director y presentador del programa radiofónico matinal El món a RAC1 (Radio Associació de Catalunya 1) y el epílogo de María Ángeles Fernández, directora y presentadora del programa Últimas Preguntas (La 2 de TVE).
«Buscamos –dicen Scott Cleverdon y Assumpta Serna en la Introducción– un punto de conexión, por tanto, con los que no piensan ir a la Iglesia, deseando que les sirva, por si cae el libro en sus manos, para reflexionar sobre la influencia y herencia cultural cristiana de los valores sociales y éticos que diferentes filosofías y grupos adoptan desde el punto de vista laico». «Como en el atrio de los gentiles –añade Juan Carlos Sánchez–, en este libro, nuestro particular areópago, demostramos la enorme riqueza de dialogar sobre temas fundamentales que preocupan al mundo de hoy, que entran en conflicto con la escucha de la Palabra y hoy, los tres, queremos ofrecer nuestra reflexión y respuestas en esta aventura».
Assumpta Serna y Scott Cleverdon conocieron a Juan Carlos Sánchez durante el rodaje de la película Red de libertad (2018), dirigida por Pablo Moreno. Juntos han impartido cursos de comunicación a seminaristas y lectores y actualmente ofrecen formación a través del portal www.predicacion.es
Assumpta Serna, actriz, autora, profesora y presidenta de la Fundación First team. Cuenta con 227 interpretaciones, 27 como protagonista, en películas y producciones televisivas en 20 países y en seis lenguas. Ha ganado 30 premios de interpretación. Es miembro de cuatro Academias de cine. Es autora del libro El trabajo del actor de cine (Ed. Cátedra, 1999). Junto a Scott Cleverdon y a la Fundación Gregorio Peces Barba ha redactado el Código de buenas prácticas del Actor en el Audiovisual (CBPAA), que recoge y difunde los valores y principios éticos de los actores en el audiovisual.
Scott Cleverdon, actor, coach y guionista, ha trabajado en cine y televisión en el Reino Unido, Canadá, EE.UU., Polonia, Nigeria, México y República Checa. Como formador, ha sido co-fundador y director de la Escuela Assumpta Serna durante los últimos veinte años, ha formado a 5.000 alumnos (actores, directores, guionistas) en ocho países y ha creado el único curso de postgrado universitario en la especialidad pionera de Interpretación cinematográfica. Es conferenciante y presentador. Diseña cursos de liderazgo y comunicación en prestigiosas universidades internacionales.
Juan Carlos Sánchez es sacerdote de la diócesis de Ciudad Rodrigo, ha sido formador y rector del Seminario. Actualmente es director del departamento de Evangelización y Nuevas Tecnologías de la diócesis. Delegado de Enseñanza y párroco de varios pueblos en el arciprestazgo de Yeltes, ha promovido diversos proyectos audiovisuales, entre los que se encuentra Contracorriente Producciones.
Fuente: Editorial San Pablo.
Cómo leer para que todos oigan y entiendan la Palabra de Dios en misa
12 errores que no se perdonan en las homilías y predicaciones: los fieles desconectan, hartos…
Los combate el libro «Entre la espada y la pared», con la actriz y maestra Assumpta Serna.
La popular actriz Assumpta Serna y su marido Scott Cleverdon, responsables y fundadores en Madrid de una escuela para actores, oradores y comunicadores, han empezado a colaborar con entidades eclesiales en cursillos de formación y comunicación, tanto para laicos como para sacerdotes.
Su relación con la comunicación católica empezó en 2017, con el rodaje de la película Red de Libertad, la historia de la monja Helena Studler que ayudaba a muchas personas a huir de los nazis. Les gustó trabajar con el director Pablo Moreno y el sacerdote Juan Carlos Sánchez y su equipo y han repetido ahora con una película sobre San Antonio María Claret.
Fruto de varios cursillos y encuentros con sacerdotes, parroquianos y profesores, ha surgido el libro Entre la espada y la pared (Ed. San Pablo) lleno de ideas para comunicar bien el Evangelio.
El libro incluye ideas y consejos muy aplicables sobre cómo mejorar las homilías, cómo hablar ante la cámara, cómo leer en misa, cómo vocalizar mejor (incluso con algunas páginas de ejercicios vocales).
La Iglesia española casi nunca ha encargado encuestas ni sondeos sobre nada (desde hace décadas se limita a asumir las que encargan otros, incluyendo las de sus enemigos). Sin embargo, cuando alguna entidad católica ha sondeado a los feligreses, y también en el extranjero, se ha constatado que la mayor queja de los fieles son las malas homilías: aburridas, sin sustancia o incomprensibles.
En 2017 el periodista Álex Navajas constataba que «el 90 por ciento de las homilías que escucho son son completamente prescindibles y aburridas. No son más que una repetición de palabras angostas y barrocas mezcladas con cierta ñoñería sensibloide e ideas generales y ambiguas que apenas nadie entiende».
Assumpta y Scott en el libro señalan 12 errores de comunicación comunes en las malas homilías, los malos discursos y las malas predicaciones y los llaman «Los 12 errores que no se perdonan».
Los 12 errores que no se perdonan
1. No se le entiende.
No oigo lo que dice. No me habla a mí. No quiere o no siente la necesidad de comunicar. No le preocupa si no le entiendo. Parece que solo cumple con la misa, sin voluntad de hacerse entender, de llegar, de conectar. No puedo oírle.
2. No despega los ojos del texto.
No sé a quién habla, no busca los ojos, se esconde. Está rígido, su voz es monótona. Parece como que todo lo que dice es para él. Ni siquiera puedo verle. ¡Comprueba cómo les llega la comunicación, ponte en su lugar!
3. No hay respeto por lo Sagrado, por la palabra de Dios.
«Hemos podido detectar falta de respeto, descuido y negligencia, al comunicar la palabra de Dios. Por ejemplo, el que ayuda al sacerdote, entra y sale en medio de la homilía y se viste con colores chillones impropios de la celebración. O mientras el sacerdote habla, se realiza la colecta. O el domingo, el cura transmite prisa en la homilía y hasta se vanagloria en público de la rapidez con la que ha predicado, para «no aburrir». Si al sacerdote no le importa dar sentido, importancia ni dignidad a la palabra de Dios, los oyentes estarán confundidos, perdidos, perderán la confianza en el que la transmite y el interés en lo que habla».
4. No tiene un mensaje claro que comunicar.
«No sé lo que me ha querido decir esta homilía. Habla mucho, pero no entiendo». Aburre al oyente si no queda claro el mensaje. Le confunde, desconecta, la homilía se le suele hacer larguísima, aunque haya durado pocos minutos. Cita textos bíblicos pero no entiendo lo que esto tiene que ver conmigo hoy.
5. No tiene estructura.
«Se repite en lo que dice, no hay orden en su exposición, no argumenta. No me acuerdo de nada de lo que ha dicho». No argumenta el tema, no conoce la estructura de exposición de cualquier historia.
6. Da órdenes en vez de exponer.
«El cura me dice lo que tengo que hacer, pero no me lo razona». Si la comunicación se produce de manera dogmática, los oyentes de hoy no reciben bien el mensaje de la palabra de Dios.
7. No busca la cercanía ni la conexión.
Si no le importa lo que pienso, ¿para qué voy a escuchar? No hay sonrisa ni contacto positivo con las personas que asisten a la celebración. No hay interés en saber lo que los oyentes piensan o sienten. Su comunicación es triste, monótona, apagada. Los oyentes se alejan.
8. El sacerdote no transmite nada.
«Cuidado con las manos sin vida, sin armonía, asimétricas o clavadas en el ambón. Intentemos entender por qué nuestra comunicación no es fluida. El celebrante debe procurar crear, saber y dar a entender el porqué de cada movimiento y rito litúrgico. Cada movimiento es revelador de nuestra alma. No pueden tampoco hacerse por rutina».
9. Por miedo a equivocarse no arriesga con pasión al comunicar.
«El sacerdote tiene un tono aburrido, sin energía, impersonal, exhibe una voz reprimida, monótona». No se puede estar hablando de alegría o sabiduría y no tenerla, porque el oyente no le otorgará el papel de referente, de transmisor eficaz de la Palabra que anhela entender. La pasión de lo que comunica el texto bíblico debe ser transmitida por quien me lo comunica.
10. Hace demasiadas pausas.
Para adquirir un impacto dramático abusa de pausas, con lo que el oyente se siente «dirigido», obligado a pensar como él, deja de ser una comunicación honesta, lo que provoca que se retire su confianza en él.
11. No hay un propósito de esperanza positiva para mejorar.
«Si no puedo cambiar la situación, ¿para qué intentarlo?». Desmotivación del oyente: procurar que todos estén motivados a la acción, al cambio, a la conversión en sentido evangélico, que siempre será el propósito de todo buen anuncio.
12. Frases hechas que cubren la ignorancia del sacerdote.
Si intentamos cubrir nuestra ignorancia sobre el tema con frases hechas, solo lograremos la desconfianza de las personas que nos escuchan, que desconectarán sin preguntar. Para darle el título de «padre» al sacerdote, necesitamos que tenga un conocimiento profundo de nuestro mundo. Necesitamos y seguiremos necesitando referentes que nos recuerden la importancia de ir a la esencia, al espíritu y al porqué. Contra la ignorancia, el estudio.
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Tradicionalmente, los feligreses dejan a los malos predicadores que les aburran semana tras semana durante años y años, mientras sus hijos y sobrinos, hartos, simplemente dejan de ir a la Iglesia.
Otra opción transformadora quizá sería insistirles en que mejoren sus homilías, el mayor momento de contacto hablado entre la Iglesia y los feligreses. Entre la espada y la pared es un libro que ayuda a eso, y también hay cursos.
Artículo de hemeroteca publicado en ReL en octubre de 2020.
Fuente: religionenlibertad.com – P.J.G. – 14 enero 2024.
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Web de Assumta Serna. Escuela Assumpta Serna. Fundación First Team.
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