Día Mundial de los Trabajadores.
256. El trabajo pertenece a la condición originaria del hombre y precede a su caída; no es, por ello, ni un castigo ni una maldición (Del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia).
La Iglesia por el Trabajo Decente
Oración
Con esta oración de san Juan XXIII dedicada a san José Obrero, nos dirigimos al patrono de los trabajadores, para que cuide y acompañe nuestro trabajo de cada día, y también nos dirigimos a él para pedir por todos lo que no tienen un trabajo. No solo pedimos intercesión para que el trabajo nos proporcione nuestro sustento diario, sino también para dignificar nuestras vidas y que sea fuente de mérito para la vida eterna.
San José, guardián de Jesús y casto esposo de María, tú empleaste toda tu vida en el perfecto cumplimiento de tu deber, tú mantuviste a la Sagrada Familia de Nazaret con el trabajo de tus manos. Protege bondadosamente a los que recurren confiadamente a ti. Tu conoces sus aspiraciones y sus esperanzas. Se dirigen a ti porque saben que tu los comprendes y proteges. Tú también conociste pruebas, cansancio y trabajos. Pero, aún dentro de las preocupaciones materiales de la vida, tu alma estaba llena de profunda paz y cantó llena de verdadera alegría por el íntimo trato que goza con el Hijo de Dios, el cual te fue confiado a ti a la vez que a María, su tierna Madre. Ayúdanos a comprender que no estamos solos en nuestro trabajo, a saber descubrir a Jesús junto a nosotros a acogerlo con la gracia y custodiarlo con fidelidad como tu lo hiciste. Obtiene que en nuestra familia todo sea santificado en la caridad, en la paciencia, en la justicia y en la búsqueda del bien. Amén. (San Juan XXIII).
Fuente: Aleteia.
Jóvenes y falta de trabajo